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Río de Janeiro decreta toque de queda nocturno y el cierre comercial total

El alcalde de la ciudad tomó la decisión ante el avance del coronavirus, que puso en jaque al sistema sanitario. El presidente Jair Bolsonaro, por su parte, afirmó que “jamás” implementará el lockdown.

El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, decretó la entrada en vigencia de un toque de queda nocturno y el cierre de todo tipo de actividad comercial en las playas de la ciudad durante, al menos, una semana. La decisión, que se hizo ley a partir de la publicación en el Diario Oficial de la Alcaldía de Río, busca paliar el avance de la pandemia que por estas horas colocó al sistema sanitario al borde del colapso.

La disposición de la Alcaldía precisa que “queda prohibida la permanencia de personas en las calles, áreas y plazas públicas del municipio entre las 23 y las 5 horas”. Además, suspende el comercio y la prestación de servicios en las playas, así como en los paseos marítimos de la ciudad, que en condiciones normales tienen una gran afluencia de personas.

En la ciudad del Cristo Redentor las restricciones se extenderán, en principio, hasta el viernes 11 de marzo, aunque podrían ser prorrogadas si la crisis sanitaria se agrava. El decreto, asimismo, puso un límite al horario de funcionamiento de bares y restaurantes, que a partir de este viernes estarán obligados a cerrar a las 17, y con el aforo reducido al 40 % del total.

“Todas las medidas tienen un objetivo principal: evitar en 2021 el genocidio que Río tuvo en 2020. En 2020 murió el doble de personas en Río que en San Pablo, que tiene el doble de población”, dijo Eduardo Paes en una rueda de prensa.

Récord de muertes y cacerolazos

La determinación tomada por el alcalde de Río de Janeiro se da luego de que el presidente Jair Bolsonaro ratificara ante sus seguidores que “jamás” autorizará el lockdown (cierre) “porque ya ha fracasado en muchos lugares, incluso en Estados Unidos”.

Así lo aseguró el mandamás brasileño en un mensaje emitido por cadena nacional el miércoles, en el cual además anunció un acuerdo con Pfizer y Janssen por la compra de 138 millones de vacunas contra el coronavirus.

El mandatario Jair Bolsonaro salió a hablar luego de que el país carioca saliera a las calles a golpear cacerolas y a protestar contra la falta de medidas sanitarias y el nuevo récord de 1.910 muertes diarias por coronavirus, que elevó la cifra total a casi 260.000.

Cacerolazos, bocinazos y ruidazos dominaron los últimos días las principales ciudades del país como Brasilia, San Pablo, Río de Janeiro, Salvador, Pernambuco, Puerto Alegre y Fortaleza.

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