Advierten que la reducción del IVA en el cerdo y el pollo no llega a los consumidores
A partir de febrero comenzó a regir una disminución en el tributo, que pasó del 21% al 10,5% para algunas carnes. La medida debía conseguir que bajen los precios, pero eso aún no está ocurriendo. Alertan sobre la distorsión en la cadena de comercialización
Como parte del paquete de la reforma tributaria que Cambiemos impulsó a fines del año pasado estaba prevista una rebaja del IVA, que pasó del 21% al 10,5% para las carnes de cerdo, pollo y conejo. El objetivo de la medida era lograr que disminuya el precio final para el consumidor, sin embargo esta situación no se está produciendo.
“Es muy importante la disminución del IVA para permitir que bajen los precios del valor del pollo, cerdo y conejos y a la vez permitir que esa situación se traslade al valor de la carne”, había asegurado en su momento el diputado nacional por Cambiemos, Luis Borsoni, uno de los impulsores de la iniciativa.
La disposición entró en vigencia este mes pero aún se aguarda que esa situación se pueda ver reflejada en las góndolas. Según advirtieron desde la Cámara Argentina de Supermercados (CAS) y la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA) la rebaja del IVA que el gobierno de Macri implementó a través de la Ley 27.430 “no llegará a la gente”.
“Algunos productos de pollo y cerdo están alcanzados desde el 1° de febrero por alícuotas del 10,5% en lugar del 21%, sin embargo, los precios de las empresas productoras no han descendido en el porcentaje equivalente a dicha reducción a pesar de que en las facturas se hace constar la nueva tasa”, aseguraron mediante un comunicado.
En el texto denunciaron que “esto significa, lisa y llanamente, que los proveedores de los supermercados, en lugar de trasladar la reducción de costos a los consumidores, incrementan indebidamente sus ganancias”.
Consultado por este medio, Marcos Diankoff, titular de la Asociación de Productores Porcinos de la Provincia de Santa Fe (Apporsafe) señaló que, de acuerdo a lo evaluado por su organización, “no va a haber un traslado inmediato de esta reducción del IVA a los precios. Posiblemente más adelante se vaya acomodando la situación pero hoy hay una negociación hacia el interior de la cadena de comercialización”.
Falta de política programada
Diankoff explicó que una de las grandes problemáticas es que “se toman muchas medidas aisladas y se espera a ver el resultado y en muchas ocasiones no es el esperado”. “Falta una política programada, en la cual se vayan haciendo las cosas estratégicamente. Se toman medidas paliativas o aisladas y se pierde de vista el contexto. Los que terminan ganando son los que tienen una posición fuerte en una parte de la cadena”, cuestionó.
“Hoy no tenemos reglas claras para manejar nuestros costos, esa es la verdadera preocupación del sector. No hay una regulación y un control de muchos factores que nos afectan. Nosotros resignamos un montón de margen porque estamos en un período en el cual los precios de venta están muy cerca de nuestros costos”, afirmó el dirigente de Apporsafe.
Por otra parte, Ricardo Grethe, representante de la Cámara Argentina de Productos Integrados de Pollos (Capip), consideró que “esta reducción del IVA se está quedando entre los frigoríficos y el supermercado”.
La necesidad de sentar a las partes
Para Grethe es necesario que “se sienten en una mesa las partes, que venga el Gobierno con el sector de la industria, los productores y los supermercadistas, para que se reparta con mayor justicia el precio”.
“La situación es caótica porque no hay cambios, al sector industrial no le interesa sentarse y a los supermercados tampoco. Lamentablemente una vez más el productor y el consumidor salen perjudicados de esta cadena”, sostuvo.
Además, puntualizó que “el productor está recibiendo en este momento $1,5 por kilo de carne y en el supermercado se está vendiendo entre $35 y $37, no hay relación entre lo que cobra el productor y lo que cobra el supermercado”.
Desde el Ejecutivo indicaron que están siguiendo atentamente este tema para que se puedan adoptar las medidas necesarias y se logre evitar esta distorsión. La medida no es solo importante en función de las carnes de pollo, cerdo y conejo, también la propuesta de Cambiemos apunta a hacer caer el precio de la carne vacuna, que tendría que adaptarse a una competencia más fuerte de las otras carnes.
“Trae mejoras a empresarios con ganancias encubiertas”
Claudio Boada
Director de la Unión de Usuarios y Consumidores
“Siempre dijimos que iba a haber una apropiación de alguien de la cadena productiva. En este caso los supermercadistas denuncian a los productores. Pero es factible también que en otros estadíos se apropiaran de ese margen.
Alguien se queda con ese margen, el precio es el mismo pero con menos IVA. Lo que hay que pensar, si se quiere hacer llegar el descuento al consumidor, es que la baja se haga vía bancaria. Es decir que cuando uno compra un producto con IVA, que te lo cobren igual pero que te devuelvan la diferencia.
Sabemos que es complejo, porque mucha gente compra con dinero en efectivo en los negocios barriales que no venden con tarjeta. Pero es la única forma que le da cierta garantía a los consumidores de que esa disminución de la alícuota se vea reflejada en el precio.
Acá se hace un sacrificio fiscal, porque se baja la alícuota y eso redunda finalmente en beneficio de algunas empresas y no del consumidor.
Debería pensarse en aplicar estas reducciones a los productos que conforman la canasta familiar y beneficiar a los sectores más vulnerables: asalariados, jubilados y pensionados, pero la forma en que lo lleva adelante el Gobierno parece traer mejoras a los empresarios con ganancias encubiertas.
También hay que aplicar estos descuentos en los servicios públicos: agua, electricidad y gas. Y ahí sí tendría un efecto directo porque vendría el descuento en las facturas”.