En la era Macri, el poder adquisitivo retrocedió un 6,1%

Un estudio realizado por la Universidad Nacional de Avellaneda muestra que la Argentina es el país de la región donde la capacidad de compra cayó más fuertemente en los últimos dos años. Combustibles y alimentos, los mayores aumentos que perjudican a los sectores más vulnerables

La realidad de la economía argentina dista mucho de estar entre las mejores. Así, a pesar del repunte que han tenido los números macroeconómicos en los últimos meses, muchos sectores siguen mostrando una baja sustancial en su actividad. Esto se ve reflejado en la inflación, que sigue sin controlarse y golpea con mayor fiereza a los sectores más vulnerables de la sociedad.

De acuerdo a un informe realizado por la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav), la Argentina es el país de Latinoamérica con mayor retracción del poder adquisitivo del Salario Mínimo en los últimos dos años, acumulando un 6,1% de caída. Esto contrastó con lo sucedido, por ejemplo en Bolivia, donde el poder adquisitivo tuvo un crecimiento en dicho lapso del 8,2%.

Para la casa de altos estudios nacional, una de las razones centrales de esta disminución es la persistencia de una variación de precios por encima de la inflación, lo cual repercute en el deterioro del poder adquisitivo de las familias. Esto ha llevado a que, desde la asunción de Mauricio Macri, el Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) haya caído un 0,5% medido en dólares, lo que implicó un menor poder de consumo por parte de los que menos tienen.

La situación ha llevado a que los jubilados hayan tenido una pérdida salarial en los últimos 24 meses del 6,8%, complicándose fundamentalmente la compra de medicamentos. Esto pone en riesgo la vida de los adultos mayores, que desde diciembre de 2015 hasta el presente han sufrido incrementos de entre el 75% y el 173%, e incluso, en algunos casos muy particulares, llegaron ser de hasta el 232%.

Este retroceso en el poder adquisitivo llevó también a un cambio de hábitos por parte de los argentinos, lo que implicó que las ventas de segundas y terceras marcas se desarrollara un 45% en el último bienio. Otro dato clave para entender esta situación de deterioro se da en el hecho de que la compra de alimentos sueltos en la calle se incrementó un 35% producto de la crisis y de la merma en la capacidad adquisitiva.

Cuesta abajo

Especialistas consultados por diario Hoy vienen expresando que en los últimos dos años la Argentina ha tenido una inflación que rondó el 65%, convirtiéndose en una de las naciones con mayor nivel inflacionario del mundo. Esto ha generado un círculo vicioso cuyo resultado es una caída sustancial en el poder adquisitivo y el consumo.

En diálogo con este medio, Sergio Chouza, economista e investigador de la Undav, señaló que “al no solucionar el problema de la inflación, la leve mejora que hubo en los números de la macroeconomía en el último año no ha servido para equilibrar los salarios y el poder adquisitivo, sino que, por el contrario, la capacidad de consumo no deja de contraerse debido al índice inflacionario incontrolable”.

Para el miembro de la casa de altos estudios, “la teoría del derrame que ha buscado instalar el Gobierno ha resultado un fracaso, ya que en todos estos meses lo único que hemos visto es un progreso muy fuerte de los grandes empresarios, que han amasado grandes fortunas, mientras por el otro lado hay un nivel de desgaste de los sectores más humildes, que ven retroceder sus salarios en forma constante”.

“El costo de vida y el concepto de movilidad de la Canasta Básica no van al mismo ritmo de la inflación, con lo cual en un período relativamente amplio de tiempo puede haber riesgos sobre los niveles de consumo exiguos y sustentables que implica el Salario Mínimo en los sectores más vulnerables”, resaltó Chouza.

Una realidad que pega duro en el bolsillo

- 45% se acrecentaron las ventas de segundas y terceras marcas

- 7,4% mermó el consumo de leche en los sectores populares

- 7% menos de carne se puede comprar con un Salario Mínimo que hace dos años 

- 6,8% de pérdida salarial tuvieron los jubilados en los últimos dos años

- 6,1% retrocedió el poder adquisitivo desde la llegada de Mauricio Macri al poder

- 0,5% se redujo el Salario Mínimo en dólares desde diciembre de 2015

Gran regresión en los alimentos

El estudio llevado adelante por la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav) también muestra hasta qué grado ha afectado este retroceso en el poder adquisitivo a las familias de los sectores más humildes y vulnerables de la sociedad.

En ese sentido, el poder de compra del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) ha impactado en los productos más representativos de la Canasta Básica de Alimentos. De diciembre de 2015 a mismo mes de 2017, quienes reciben el escalafón más bajo del salario nacional vieron mermar en un 7,4% su capacidad de compra de leche, un artículo esencial para el crecimiento de los más chicos.

Lo mismo sucedió con la carne, ya que se pudo adquirir un 7% menos con el SMVM que hace dos años. Idéntica situación se vivió con el pan, pasando de comprar 251 a 234 kilos en solo 24 meses, es decir, un retroceso del 6,6%. En harina, la compra por parte de los sectores más pobres bajó un 5,7%; en el arroz, un 2,5%; y en los fideos, un 1,8%.

Evaluación del salario real por sectores

En momentos en los que desde el Gobierno nacional se busca establecer un techo para las paritarias del 15%, desde la Undav se definió un parámetro sobre cuánto poder adquisitivo han venido perdiendo los diferentes sectores laborales en los últimos dos años en nuestro país.

Quienes más salario relegaron han sido los trabajadores nucleados en el gremio del transporte, que de acuerdo al informe de la casa de altos estudios han perdido un 8,5% de su capacidad de compra. A ellos les siguen los docentes, con un 8,2%; los petroleros, con un 7,8%; y los estatales, con un 7,1%.

También han salido perdiendo en su poder adquisitivo los trabajadores rurales, que de acuerdo al relevamiento de la Undav tuvieron una merma del 6,4%. En la misma situación se encuentran los empleados de comercio, con un 4,9% de retroceso en su capacidad de consumo; los bancarios, con un 4,3%; los camioneros, con un 4,2%; los telefónicos, con un 3,5%; y los obreros de la construcción, con un 1,4%.

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