Advierten sobre un creciente endeudamiento del Banco Central
Especialistas consultados por Hoy analizan la estrategia oficial de emitir Letras por más de $560.000 millones. El objetivo es contener la inflación, pero a riesgo de una mayor recesión y con grandes costos para el Estado
Pan para hoy, hambre para mañana. O, más precisamente, menos emisión hoy, a cambio de una mayor emisión mañana. Palabras más, palabras menos, así describen los economistas a los manotazos que realiza el gobierno para contener una inflación que, sin embargo, día a día se acelera por encima del poder adquisitivo de los argentinos.
A falta de una estrategia económica eficaz, el Banco Central de la República Argentina (BCRA), a cargo de Federico Sturzenegger, lleva emitidos más de $560.000 millones por sus Letras (LEBAC) en dólares y pesos, en un intento por detener la emisión monetaria. Esas letras, que hoy pueden paliar la emisión, pagan una altísima tasa del 38% anual a 35 días, con un costo actual para el Estado de $170.000 millones anuales.
Así, el gobierno, como en un déjà vu del kirchnerismo, más que desendeudarse incrementa la deuda pública a costa de las reservas del Central que, además, financia a organismos como la deficitaria ANSeS y que desembolsará $160.000 millones para financiar el pago a los fondos buitre, el déficit fiscal y otros gastos de deuda.
En este contexto, el rojo fiscal de las provincias es otro aspecto que preocupa a los especialistas. Por ejemplo, días atrás la Provincia de Buenos Aires realizó la quinta colocación de Letras del Tesoro 2016 por $1.028 millones, a una tasa a 63 días del 33,75%; a 98 días, del 33%; y a 161 días, se obvtuvo una tasa Badlar de + 3%, esta última variable, con el riesgo que eso podría significar para las finanzas bonaerenses que, además, el mes pasado colocaron US$1.250 millones al 9,125 % con vencimiento en 2024, cuando países de la región como Uruguay, Chile o Perú lo hacen a un interés de entre el 4% y 5%.
Frente a esta situación, el expresidente del Banco Central, Aldo Pignanelli, precisó a Hoy que “bajar el nivel de emisión monetaria puede significar una pelea contra la inflación en el mediano plazo, pero la realidad no es que baja la emisión sino que aumenta enormemente el stock de las Lebac, a un ritmo del 50% en lo que va de gobierno. Lo que están haciendo es transformar base monetaria, que no paga intereses, en Lebac que pagan un 38% anual. Y esto, en el largo plazo, es muy riesgoso”.
En tanto, el profesor de Economía Política en la Universidad de Ciencias Empresariales (UCES), Martín Simonetta, le explicó a nuestro diario que el gobierno emite Lebac para subir las tasas. “Así, desacelera el interés de la gente por el dólar y aparece el plazo fijo como una alternativa atractiva para el ahorro en pesos, sobre todo en épocas de inflación, cuando el dinero se quema entre las manos. Las Lebac tienen como efecto el desplazamiento de quien compraría dólares hacia la inversión en plazo fijo”, apuntó el economista, y advirtió sobre el corolario recesivo que podría tener una política de este tipo, dado que un mayor ahorro significaría un menor consumo e inversión.
Frente al endeudamiento vía Lebac, la alternativa que baraja el Central es la suba de encajes o la emisión de bonos que, no obstante, acrecentaría la deuda pública por otros carriles.
Por su parte, el profesor en la Universidad Católica Argentina (UCA), Agustín Etchebarne, sintetizó con un diagnóstico generalizado entre los economistas: que el objetivo primario del gobierno debe ser “bajar la inflación”. “El déficit fiscal, cercano al 7,1% del PBI, y el déficit del Banco Central, que para contener el aumento de precios emite Letras, generando una mayor deuda para el futuro, son temas muy preocupantes y ambos son la cara de un solo problema: la inflación. Hay que atacar ahí”, concluyó.
“Hay que enderezar las cuentas públicas”
Por Juan Dumas (Exsecretario de Comercio Interior de la Nación)
Especial para Hoy
La inflación tiene muchos orígenes, uno de ellos es el descontrol monetario con el cual se financió un déficit enorme sin precedentes en la historia argentina.
Bajar el déficit significará bajar la inflación que hoy sufrimos todos. La inflación se baja, por ejemplo, reduciendo la emisión monetaria, que es lo que planea el gobierno cuando coloca Letras del Banco Central (Lebac). Lo que se busca es absorber la emisión monetaria, aún a riesgo de generar una mayor deuda.
También es cierto que la tasa de interés de las Lebac no puede estar muy alejada de la inflación, mientras el alza en los precios continúe, lamentablemente la tasa acompañará ese efecto.
Si las Lebac se mantuviesen en este nivel, a un 38% de interés anual, significaría que las cosas van muy mal, que la inflación no ha bajado.
Por otro lado, preocupa la colocación de deuda en la Provincia de Buenos Aires, a tasas altísimas, cuando las arcas bonaerenses están quebradas.
Para solucionar todos estos problemas financieros hay que enderezar las cuentas públicas, porque tanto en la Provincia como en la Nación están desvirtuadas. Hay que empezar a poner las cosas en orden, para bajar el riesgo país, la tasa de interés y generar una mayor confianza de los inversores en el país.
“Se agudiza el estancamiento y profundiza la recesión”
Por Julio Gambina (Doctor en Ciencias Sociales. Profesor en la UBA)
Especial para Hoy
El gobierno pretende combatir la inflación con políticas monetarias ortodoxas. Mientras, el Banco Central se desangra, con la promesa oficial de que la situación cambiará en el segundo semestre. Pero, por como van las cosas, yo tengo mis dudas.
La situación se les está yendo de las manos, porque para no emitir dinero, emiten Lebacs, que es tanto o más preocupante.
La apuesta gubernamental es sostener lo más posible esta estrategia de una tasa de interés al 38% anual, pero esto no podrá aguantar mucho más. Es nefasto, porque compiten con el crédito del sector privado y la política puede ser suicida: con medidas de este tipo, lo único que logra el Central es agudizar el estancamiento, profundizar la recesión productiva.
El objetivo del gobierno es bajar la inflación a cualquier costo. Eso supone pagar un 38% de interés anual y seguir emitiendo Lebacs, pero es gravísimo para el desarrollo productivo de la economía.