Argentina y su vínculo de larga data con la deuda externa

Este año fue la primera vez que se recurrió al Congreso nacional para debatir un acuerdo con el FMI. Sin embargo, la relación del país con la deuda externa comenzó mucho tiempo antes, en 1824.

El acuerdo del Gobierno nacional con el Fondo Mo­netario Internacional (FMI) fue uno de los temas principales de la agenda política de la Argentina durante las últimas jornadas. La iniciativa que avala el acuerdo ya fue aprobada por la Cámara de Diputados el viernes pasado en horas de la madrugada, mientras que esta semana el Senado trató el proyecto. Como ya se sabe, es la primera vez en nuestro país que un acuerdo con el organismo internacional es debatido en el Congreso.

El debate se dio para aprobar la iniciativa que autoriza al Poder Ejecutivo a firmar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para el refinanciamiento de la deuda de más de 44.000 millones de dólares contraída en 2018 por el gobierno de Mauricio Macri. No obstante, la historia de la Argentina con la deuda externa es de larga data. A continuación, haremos una cronología de la relación del país con el endeudamiento.

Bernardino Rivadavia

La historia comienza por Bernardino Rivadavia, el primero en pedir un préstamo en moneda ex­tranjera. Sucedió en 1824, tiempo antes de que asumiera a la presidencia del país, cuando se desempeñaba como ministro de Gobierno de Buenos Aires. En esta oportunidad, la Argentina tardaría alrededor de 80 años en cancelar esa deuda por un millón de libras esterlinas, de las que solamente recibió la mitad. El pedido del préstamo fue para realizar obras de infraestructura.

Ya en 1880, la Generación del 80, como se conoce a la élite que gobernó al país durante esos años hasta 1916, casi triplicó la deuda extranjera, que se expandió de 14 a 38 millones de libras. De este modo, para los inicios del siglo XX, la misma era de 78 millones de libras.

En el medio, entre 1824 y 1880, los diversos gobiernos siguieron endeudándose.

Argentina y su vínculo con el FMI

El ingreso argentino al FMI se dio cuando el gobierno militar derrocó, a mediados de la década de 1950, al entonces presidente de la Argentina, Juan Domingo Perón, cuyo gobierno se rehusaba a formar parte del organismo internacional en los años de posguerra. Y en este marco, a lo largo de los tres años en los que los militares se mantuvieron en el poder, la deuda aumentó de US$ 57 millones a más de 1.000 millones de la misma moneda.

Sin embargo, la situación em­peo­raría a partir del retorno de los gobiernos de facto en los años 60 y 70, por lo que en tan solo dos décadas el país debía 40 veces más.

Llegada de la democracia

A partir de la llegada definitiva de la democracia, que se dio en 1983, la Argentina enfrentaba una deuda de más de 44.000 millones de dólares. Ante esta situación, Raúl Al­fonsín, el mandatario de aquel mo­mento, tuvo que enfrentar un default debido a la imposibilidad de repago a los acreedores externos.

Ya en la década de 1990, con el arribo de Carlos Menem a la presidencia, la deuda se triplicó.

En busca de contener una “hiperinflación”, el entonces jefe de Estado nacional fijó la paridad de la moneda local, el peso, al dólar estadounidense. Esto se conoce como “el uno a uno”.

En tanto, a lo largo del gobierno de Fernando de la Rúa, que se extendió entre los años 1999 y 2001, el país recibió un nuevo desembolso millonario que acarreó la obligación de alcanzar un déficit cero en un marco de crisis, que derivó en un cese de pagos histórico y un pe­ríodo de desestabilización y aguda po­breza.

El 2001

Transcurría el año 2001 cuando la Argentina declaró el default soberano más grande en aquel entonces: casi 145.000 millones de dólares.

Una vez que se puso fin a la paridad con el dólar y al pesificarse los depósitos bancarios, el peso registró un derrumbe, perdiendo de este modo tres cuartos de su valor ante la moneda estadounidense.

Cancelación de la deuda con el FMI

Tiempo después, Néstor Kirchner, quien ya se desempeñaba como presidente argentino, a comienzos del 2006, canceló con un solo pago el total de la deuda del país con el FMI, que en aquel entonces era de US$ 9.800 millones. Cabe resaltar que el plazo vencía en 2008.

En tanto, a lo largo del kirchnerismo (2003-2015, entre los gobiernos de Néstor y Cristina) la deuda nominal de la Argentina continuó su­biendo. Sin embargo, la proporción de deuda en dólares disminuyó y comenzó a haber más deuda en moneda local.

Pero esta situación cambiaría con el arribo del mandato encabezado por Mauricio Macri, y para la culminación de su mandato, la deuda del país superaba los US$ 320.000 millones.

En este orden, en lo que respecta a la composición de la deuda, cabe mencionar que se modificó: cerca del 80% estaba en dólares.

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