Caso Ciccone: testigo clave se fue del país por amenazas
José Capdevila, exfuncionario de Economía, anunció que vivirá en el exterior y solo vendrá a declarar en caso de que “estén dadas las condiciones”. Su testimonio es uno de los que más compromete al Vicepresidente de la Nación, Amado Boudou.
La causa que investiga al Vicepresidente Amado Boudou por “tráfico de influencias” e “incompatibilidad con la función pública” en la transacción de la eximprenta Ciccone se encuentra en su momento más escandaloso, al punto que uno de los testigos clave decidió irse del país ante las constantes amenazas de muerte sufridas.
"Temo por mi vida", sostuvo en una carta José Guillermo Capdevila, exdirector general de Asuntos Jurídicos del ministerio de Economía, quien además agregó que “me ausentaré del país dado que temo por mi integridad física, y regresaré en la medida que considere que están dadas las condiciones que garanticen mi seguridad".
El testimonio de Capdevila es de suma importancia para la causa y para el destino de Boudou, ya que fue quien había recomendado al entonces ministro de Economía que esa cartera no debía intervenir en el caso Ciccone y que nada debía contestarle a la AFIP ante un requerimiento sobre el pedido de moratoria que había pedido los dueños de la imprenta. Dicho procedimiento lo hizo al dictaminar a fines de 2010 como director de Asuntos Jurídicos de Economía y le dijo al funcionario kirchnerista que la AFIP es autárquica para resolver esos planteos, a pesar de lo cual el actual vicepresidente le respondió al organismo fiscal.
El testigo además presentó dos escritos a los jueces federales que investigan el caso Ciccone, como son Ariel Lijo, y quien tiene la causa por sus amenazas, Sebastián Casanello.
Los aprietes
Cabe recordar que Capdevila describió en su momento ante Casanello las amenazas recibidas el 30 de abril por la noche. En aquel momento, y en "cerca-nías del Rosedal" en el barrio porteño de Palermo, fue interceptado por dos hombres, "uno alto moreno, y el otro bajo de pelo castaño", que le dijeron que sabían que iba a declarar como testigo en la causa Ciccone.
"Doctor, esperamos por su bien que lo haga bien. No se vaya a equivocar", le dijeron a Capdevila los instigadores, por lo que el juez en cuestión empezó a trabajar en medidas de prueba para identificar a los autores de las amenazas, entre ellas la solicitud a la Policía Metropolitana de las cámaras de seguridad de la zona.
El testigo también relató que su familia fue víctima "de seguimientos muy sospechosos y repetidos hechos a familiares en vehículos durante largos recorridos en la Ciudad de Buenos Aires y en la Provincia de Buenos Aires".
"Por todo esto es que he decidido con gran tristeza pero por mi propia seguridad y arreglándomelas por mí mismo y con la sola ayuda de mi familia irme de la Argentina (de mi país) porque temo por mi vida y nadie de los que tienen la responsabilidad institucional y moral fueron capaces de cuidarme", concluyó Capdevila.
La defensa intenta anular declaraciones comprometedoras
La situación judicial del vicepresidente Amado Boudou es por demás complicada, lo que quedó reflejado en el pedido realizado por su defensa ayer para que se declare la nulidad de las declaraciones de Nicolás Ciccone y su yerno, Guillermo Reinwick.
El pedido se hizo a través de un escrito presentado por el abogado Diego Pirota en la Sala I de la Cámara Federal, que ahora debe resolver el planteo, al que se sumó la defensa de Alejandro Vandenbroele.
Ambas defensas objetaron los testimonios de Ciccone y Reinwick porque no pudieron participar de la audiencia en la que declararon argumentando que se sentían atemorizados.
El juez Ariel Lijo aceptó el planteo para que los abogados no participen de la audiencia y les propuso que presenten un escrito con las preguntas.
A partir de allí, la defensa de Boudou criticó la decisión porque los testigos no explicaron en qué los intimidaba su presencia y le pidieron a la Cámara la nulidad de esas declaraciones, lo que ya fue rechazado por Lijo.
Tanto Ciccone como Reinwick declararon en la causa que Boudou participó de las negociaciones por el levantamiento de la quiebra de la empresa y que delegó en su amigo y socio José María Nuñez Carmona la continuidad de las reuniones, lo que fue negado por el vicepresidente.
La cortina de humo de Capitanich
Ante el escándalo desencadenado por el alejamiento del país del testigo clave en la causa, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, intentó montar una cortina de humo para ocultar las denuncias por amenazas. En ese marco, exhortó ayer a "evitar linchamientos mediáticos" y a "observar el respeto hacia el otro" respecto del vicepresidente Amado Boudou y las acusaciones que afronta en el marco de la investigación.
En su habitual conferencia de prensa en la Casa Rosada, el funcionario dijo que "las opiniones que puedan eventualmente hacerse" sobre Boudou y un posible pedido de licencia hasta que finalice su proceso judicial, como pidió, entre otros, la referente de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora Nora Cortiñas, "corren por cuenta de quien lo dice".