Cómo es vivir en Corea del Norte, contado en primera persona

En una charla con este medio, el español Alejandro Cao de Benós, representante norcoreano en Occidente, relató su experiencia de vida en tierra oriental. Además, explicó cuáles son los vínculos existentes entre Kim Jong-un y el presidente norteamericano Donald Trump, y cuál es la actividad nuclear que desarrolla el país asiático

En momentos en que caía el Muro de Berlín y el comunismo ideado por la Unión Soviética se venía abajo en todo el mundo, Alejandro Cao de Benós tomaba sus primeros contactos con familias de Corea del Norte que vivían en España, para adentrarse en la realidad de un país tan recóndito como misterioso y enigmático.

Oriundo de Tarragona, sus primeros pasos en la política fueron dados con la intención de descubrir la verdad de lo que ocurría en una tierra que se negaba a dejar los valores comunistas. En el año 2000 esa relación se convirtió en la Asociación de Amistad con Corea (KFA, por sus siglas en inglés), que cuenta con miembros en más de 120 países, lo que llevó a que el entonces presidente norcoreano, Kim Jong-il, lo nombrara como representante del país asiático en Occidente, cargo que aún ostenta.

En una entrevista con diario Hoy, Cao de Benós reveló cómo es la vida diaria en un país cerrado a las costumbres occidentales y que hace del crecimiento del armamento nuclear su motor de fuerza para abrirse paso en el mundo. Además, explicó qué vínculos unen a Kim Jong-un con Donald Trump, y qué puede llegar a pasar en el planeta ante los momentos de tensión que se viven por el lanzamiento de misiles nucleares por parte de Corea del Norte que ponen en vilo a la paz mundial.

 

—¿Cómo nace su relación con Corea del Norte y qué funciones desempeña en Occidente para el país asiático?

—Mi posición como delegado especial para el Comité de Relaciones Culturales comenzó hace unos 25 años. En España había varias familias coreanas y, por un gran interés hacia ese país, sobre todo hacia la política del presidente Kim Il-sung que fue el fundador de la República, establecí un primer contacto que con el paso de los años se fue desarrollando en actividades culturales, públicas y de intercambio en general. Mi posición sería la de un embajador cultural en todo el mundo. 

—¿Puede explicar en pocas palabras cómo es la vida diaria en Norcorea?

—Las jornadas de trabajo son de 8 horas durante cuatro días a la semana. Hay estudiantes, militares o campesinos que también funcionan según estos horarios, y normalmente el viernes se realiza trabajo voluntario, en el que la gente ayuda al campesinado. El sábado por la mañana es el día de estudio, y los sábados por la tarde y el domingo quedan libres, la gente está con su familia o va al restaurante, al karaoke o al cine, tiene su espacio lúdico. Es una vida totalmente tranquila.

—La imagen que hay de Corea del Norte es la de un país en donde lo que predomina es el adoctrinamiento, la persecución política, campos de concentración y gente muriendo de hambre en las calles. ¿Qué hay de cierto en esa foto que se tiene del país?

—Eso de que la gente se muere de hambre en las calles es absolutamente falso y todo aquel que visite el país puede comprobarlo. Para empezar no hay desempleo, todo el mundo tiene trabajo, la sanidad es totalmente pública y gratuita, los estudios universitarios son gratuitos, y la casa también es gratuita, las regala el Estado, no hay que pagar ni alquiler ni hipoteca. A lo mejor en la Argentina todo el mundo tiene empleo y todos tienen una casa cedida por el Estado, pero en España eso no es así. Hay mucha gente viviendo en la calle, así que ahí hay una diferencia bastante considerable a pesar de todas las críticas que se puedan lanzar desde el capitalismo.

—¿Cuál es la relación que se tiene hoy con Estados Unidos y Donald Trump?

—Ellos se han negado a firmar la paz desde  1950, o sea que la guerra de Corea sigue vigente. Nosotros deseamos la paz y ellos no, por eso necesitamos un ejército potente que nos sirva de disuasión contra las maniobras imperialistas. Respecto a Trump, no podemos saber nada todavía hasta que veamos cuál es en verdad su política, porque por un lado ha hablado de invadir Corea y por el otro comenta que le gustaría encontrarse con el presidente Kim Jong-un, así que ahora está en observación.

—Hoy Kim Jong-un está en el centro de la atención internacional por los lanzamientos de misiles, haciendo crecer la tensión mundial, ¿a qué se deben estas pruebas?

—Los lanzamientos de Corea del Norte son solo de defensa militar, así como también las pruebas nucleares, son disuasorias, defensivas. Corea del Norte no anda invadiendo países y matando inocentes como lo hace Estados Unidos en Irak, Siria o Afganistán. Cómo Estados Unidos tiene la vergüenza de calificar a Corea del Norte, que desarrolla su industria para su supervivencia, y compararlo con el imperio norteamericano que está matando a miles de niños todos los días, y sus drones lo siguen haciendo en tantos países, incluso hablando de la madre de todas las bombas.

—¿Existe la democracia en Corea del Norte?

—Es hipócrita hablar de democracia y de libertad cuando Estados Unidos, por ejemplo, es el país más asesino del mundo e invade las naciones que quiere. Como en Corea sabemos que nadie nos va a proteger, tenemos que hacerlo por nosotros mismos. Todo el lanzamiento de misiles que hacemos tiene como única misión mantener una disuasión para que nadie se atreva a matar y destruir a los niños coreanos como sí se ha hecho con los iraquíes, los sirios o los afganos.

—Usted habla del poderío militar y nuclear que poseen, ¿a cuánto alcanza el mismo y en qué consiste?

—Corea del Norte ha realizado ya cinco pruebas nucleares bajo tierra para demostrar a los científicos norteamericanos y al mundo que tenemos capacidad nuclear. Hemos lanzado 4 satélites artificiales que están en órbita para demostrar que tenemos capacidad balística. Corea del Norte ha demostrado que tiene misiles que pueden llegar a Estados Unidos, y al realizar estas pruebas nucleares, ha puesto en evidencia también que tiene uranio y plutonio suficiente para hacer explotar una bomba nuclear.

—¿Tienen misiles que pueden llegar a Estados Unidos?

—Sí, tenemos esa capacidad, así como también misiles intercontinentales nucleares. Los misiles que se han probado alcanzan unos 5.000 kilómetros de distancia, pero dentro de poco se verá volar uno de estos misiles sin cabeza nuclear, que pueden alcanzar distancias de 15.000 kilómetros sin comandos.

—¿Esta clase de armamento es la principal arma de defensa que tienen ante la “agresión extranjera”?

—Sin ninguna duda, ya que si Corea no tuviera esas armas estaría ya como están Siria o Libia. Sabemos que si Estados Unidos no ha invadido un país tan pequeño como Corea del Norte, que solo tiene 24 millones de personas, es porque sabe que tiene capacidad nuclear, así que en este caso las armas nucleares son nuestra garantía de vida, y lo sabemos, es el único arma que otorga soberanía a una Nación.

La relación con Corea del Sur y la posible reunificación

La imagen de un desertor norcoreano huyendo de su tierra a gran velocidad en una camioneta, siendo perseguido por personal militar con disparos de armas largas incluidos, hizo a muchos recordar las peores épocas de la Guerra Fría, donde Estados Unidos se enfrentaba en distintos lugares del mundo con la desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). 

Estas escenas casi cinematográficas tuvieron lugar el pasado 13 de noviembre en la frontera entre Corea del Norte y Corea del Sur a la altura de la “zona común de seguridad” en Panmunjom, el único sector de la zona desmilitarizada donde los dos ejércitos rivales están frente a frente. Este suceso, que pudo desatar una andanada bélica, volvió a poner en el centro de la atención mundial la forma de vida en el país que comanda Kim Jong-un.

El desertor, que finalmente logró escapar de su país, recibió cinco disparos en su cuerpo y permaneció largo tiempo internado en un hospital de Seúl a la espera de recuperarse de las heridas recibidas. Esta situación puso en marcha a las Naciones Unidas para establecer nuevamente sanciones contra el régimen norcoreano, pidiéndole respeto por la vigencia de la vida y los Derechos Humanos.

Además, se ha vuelto a poner en vigencia lo que sucede en la frontera entre los dos países. Establecida en 1953 tras el fin de la Guerra de Corea, la zona desmilitarizada mide 4 kilómetros de ancho y 238 km de longitud, y se encuentra casi despoblada ya que los únicos que tienen permiso de transitar son el personal militar de ambos países, lo cual la convierte en la región más caliente del mundo actualmente.

Peligro latente

En un momento de su charla con diario Hoy, Alejandro Cao de Benós relató cómo se encuentra hoy la frontera que divide a Corea del Norte con Corea del Sur. “Teóricamente existe un peligro constante, porque hay un enfrentamiento directo entre los marines surcoreanos y norteamericanos con nuestro Ejército Popular, entonces hay algunas escaramuzas y algunos problemas puntuales en la zona de la frontera”, aseveró el representante norcoreano en Occidente.

En ese sentido, el dirigente señaló: “No creo que vaya a suceder una guerra total, porque eso significaría entrar en una guerra nuclear, y creo que Trump conoce muy bien la capacidad que tiene hoy Corea de golpear a los Estados Unidos con misiles intercontinentales. Puede llegar a existir algún problema radicado en alguna pequeña zona donde pueda haber algunas pocas bajas, pero no creo que se llegue a la guerra total porque eso significaría la guerra nuclear”.

“De nuestra parte no va a haber nunca un primer disparo o una amenaza. Si hubiera guerra sería provocada por Estados Unidos, y no creo que Trump sea tan ignorante. Además tiene unos consejeros detrás que le dirán que si lo hace no se quedarán tan tranquilos luego, como hicieron con Libia o en Siria, la respuesta en este caso será contundente y sobre territorio norteamericano”, recalcó Cao de Benós.

A su vez, resaltó al gobierno surcoreano de Moon Jae-in quien se muestra partidario de dialogar con Corea del Norte, al aseverar: “Nosotros estamos abiertos al diálogo, como lo estuvimos con los otros dos presidentes que firmaron acuerdos entre el sur y el norte para llevar a cabo la reunificación y la paz en Corea. Esperemos que sea así, por el bien de Corea y de la propia humanidad. Todo lo que sea paz es mucho mejor que el enfrentamiento entre hermanos”. 

Una personalidad excéntrica y controvertida

Sin datos certeros sobre su vida debido a la estricta censura existente en Corea del Norte, Kim Jong-un se ha convertido en uno de los líderes políticos más polémicos del mundo, a pesar de que se conoce muy poco sobre su accionar diario.

Buscando pintar un retrato del presidente norcoreano, Alejandro Cao de Benós lo describe como “una persona muy humilde, del pueblo, que se sienta en el suelo junto a los ciudadanos y no lleva escolta. Si han tenido la oportunidad de ver algunas imágenes verán que siempre lo abrazan los militares, los niños y la gente en la calle”.

Según el representante norcoreano en Occidente, “es una persona entregada al servicio del pueblo, y como él mismo dice su único interés es servir a su gente y hacer de Corea un país magnífico en todos los aspectos para que las personas sean felices. Él vive una vida muy humilde, tal como nuestros anteriores líderes Kim Il-sung y Kim Jong-il, y su formación desde joven ha sido académica a nivel militar”.

“Si Corea del Norte fuera tan terrible y si fuera cierto que todo el mundo muere en las calles y que nadie puede vivir libremente, el país habría caído hace tiempo o tendría revueltas populares importantes, como ocurre en muchos otros lugares del mundo donde la gente protesta contra el gobierno. Si el pueblo viviera tan mal no se podría ocultar de ninguna manera y saldría de alguna u otra forma a las calles”, subrayó Cao de Benós.

El hermetismo norcoreano

Corea del Norte es uno de los países más herméticos y cerrados del mundo actual, ya que se sabe muy poco del lugar y no hay estadísticas oficiales que sirvan para hacer un balance de lo que significan y han significado para su pueblo los más 60 años de gobierno ininterrumpido de la familia Kim.

Cao de Benós intenta una reflexión de esa inaccesibilidad para conocer datos sobre Norcorea, al afirmar que “Corea del Norte nunca le ha prestado atención a lo que es la propaganda en el exterior o a sacar sus mensajes afuera en forma necesaria u obligada, sino que Corea se ha preocupado de su propio desarrollo”. 

El dirigente señala que “las mentiras de muchos medios y las mentiras de los Estados Unidos han provocado que muchas personas tengan miedo de ir al país. Mucha gente ni siquiera sabe que puede visitar Corea como turista. Todo esto, sumado al hecho de que el país esté tan alejado, provoca una gran falta de información”.

“Es verdad que Corea no emite comunicados relativos, por ejemplo, al tema económico, y eso es por seguridad y para prevenir más bloqueos de parte de los Estados Unidos. Sí hay posibilidad de encontrar mucha información sobre Corea o de viajar a Corea como turista. De hecho, cada vez más gente de la Argentina nos está visitando sin ningún problema, a pesar de que ni siquiera existan vinculaciones diplomáticas, uno puede visitar el país y conocerlo y comprobar cómo es, cómo es su gente y acercarse a Corea”, enfatizó Cao de Benós.