Con los políticos se armó un flor de partidito…

El Observador Urbano

Pasadas las 13 horas del domingo arranqué mi jugada. Por primera vez desde que soy mayor y existe la democracia, fui con la seguridad de meter un voto “ganador”.

Así como emprenden su carrera por el túnel los futbolistas antes de un partido clave, fundamental, histórico, me convencí de defender el derecho como ciudadano de este país, con la seriedad del caso. El derecho a una mejor Argentina, no la de Messi, Higuaín y Sabella, sino la suya, la mía, la de Doña Rosa, la de fulanito y menganito. No es tiempo para los flojos, para los que no ponen el pecho (o la gamba), aunque ya conocemos a muchos que van a votar por votar (más de los que imaginamos). No es así, muchachos, Argentina es verdad muy grande como para “tirarla afuera” o “perder tiempo”, cual jugador de equipo chico.

Concentradísimo ingresé al aula de la Escuela Máximo Paz, el escenario donde, a tono con el fútbol actual, había gente crispada, apurada, enojada, al punto que un fiscal se paró a los gritos pidiendo “gendarmería, por favor”. Justo me tocaba a mí, pero no me distraje con el incidente y entré con la firmeza a buscar a mis candidatos.

Las elecciones se transformaron ya en uno de esos “duelos” donde vale todo, como en un picado sin referí. Los distintos equipos políticos son como los directores técnicos y los futbolistas por la forma en que declaran, por los colores de sus banderas, e incluso por sus nombres e historia personal. Ahora estuvo “Unión” (por la fe), conducida por “Momo” Venegas (sí, el nombre del tipo trae reminiscencias de un recio marcador central). Me dice un amigo que banca al Club Rivadavia de Necochea… ¿lo querrá meter en el Nacional B?

En la otra mesa, boleta con tonos celestes y rojos como Arsenal de Sarandí, nos llamaba la cara de Alejandro Presa, aquel ex jugador de Estudiantes, que en 1985 dio la vuelta olímpica con la Selección Argentina. Tan solo un pichón de 16 años que Carlos Pachamé convocaba para calzar la celeste y blanca en el primer Sudamericano Sub 17, con final ganada a los brasileños. ¡Mirá donde fuiste a parar, “Buho”!.

Por eso que tienen los detallistas, revisé hasta el último nombre de dicha lista y en los concejales “suplentes” figuraba un colega, Agustín Santarelli, que gusta ir al arco en los torneos de estudiantiles universitarios. ¡Atajate esta crónica, "Pichón"!

Si será futbolera la onda que la lista de Ana Rusconi lleva como nombre una arenga de los que quieren salir del descenso: “Podemos”.

Y uno de los grandes favoritos, el “Frente Progresista”, tuvo una llamativa boleta en vivaz rojinegro, impresionante a la vista como la camiseta de Newell’s Old Boys. Entre sus protagonistas locales se vio a Rogelio Blesa, un habitué de los domingos cuando Boca juega en La Bombonera.

Alistándose en “Unidos” (no Unidos de Olmos, sino “Por la Libertad y el Trabajo”) está aquel niño que jugó en las infantiles de Estudiantes de La Plata, al lado de la Brujita Verón, categoría ’75: Gonzalo Atanasof. En la misma, pero del lado de los nacionales, el denarvaísmo sumó sobre el cierre del libro de pases a Hugo Moyano, que acaba de ingresar al deporte como el alma mater de Deportivo Camioneros (le ganaron la final a Everton de La Plata en el mes de junio pero ayer Hugo perdió por goleada en las urnas). El que estuvo más vivo fue el ex árbitro, Javier "El Sheriff" Castrilli, que por internar se sacó a él mismo la tarjeta roja…

Más derrota no pudo ser para el “Frente para la Victoria”, que recibió una paliza siendo dueño de casa. En la lista de concejales figuró Pablo Poggio, quien fue exquisito wing de Villa Lenci y llegó a ser máximo goleador de la Liga Amateur hace veintiún años atrás. También estuvo bancándose el traspié Antonio Mereles, un viejo dirigente de los “Villeros” de calle 76.

El que arrasó, Sergio Massa (fana de Tigre), indicio o no, para ganar como ganó este 27 de octubre contó con varios apellidos de “cracks”: leíamos que iban con él un tal D’Alessandro (que no es Andrés), Fabiani (que no es el “Ogro”), Alonso (que no es el “Beto”), Caviglia (no es aquel hombre-gol de Español), Ibarra (no es el Negro), Schuster (que tampoco es Bernard, aquel talentoso alemán hoy DT del Málaga)… Ah, entre los diputados provinciales del massismo, un tal Carlos Teves (lejos de ser “El Apache”, que ese mismo día convertía el segundo gol de la Juventus en Italia). Pero no fueron los únicos refuerzos de Massa, ya que estuvieron también Sandro Guzmán (no es aquel suplente de Chilavert) y Darío Giustozzi (no es aquel 5 del Lobo).

Finalmente, para gritarlo con el alma, como se gritan los golazo, el Frente Renovador en la ciudad llevó a un histórico goleador de Abastense Argentino, hoy dirigente político… Para variar, como jugador Carlitos Curima usaba el “11” y en la lista tenía el mismo número.

Más allá de las bromas, sólo esperamos que los que ganaron sepan ser humildes y se sigan esforzando como el primer día.