Conflicto con cooperativistas despedidos

Denuncian un régimen de trabajo esclavo en Esur

Desde el grupo de cooperativistas echados por reclamar mejores condiciones laborales hablan de 400 trabajadores en situación irregular. La Comuna, en cambio, hace referencia a 130 personas, reconociendo que los despidos fueron una “abrupta decisión”

Los 70 cooperativistas despedidos por Esur luego de reclamar mejoras en sus condiciones laborales son solo la punta de un iceberg que podría ir develándose con el correr de los días.

Luego de la audiencia de conciliación realizada ayer entre los representantes legales de los trabajadores y de la firma, desde el Municipio confirmaron a Hoy que son 130 los cooperativistas asignados a la tarea de recolección de residuos no habituales en la empresa. Desde el seno de los propios trabajadores hablan de una cifra tres veces superior. 

Lo cierto es que los recolectores se encuentran en una situación de extrema precariedad laboral, con salarios muy por debajo de lo establecido en el Convenio Colectivo de Trabajo, sin obra social ni aportes previsionales, sin Aseguradora de Riesgos de Trabajo ni herramientas para realizar las tareas básicas.

“Ellos siguen manifestando que los trabajadores no pertenecen a Esur, lo cual es una barbaridad”, dijo a este medio el abogado Martín Grisolía, representante del grupo de cooperativistas despedidos, quien contó que “la mayoría de los despedidos han recibido cartas documentos donde se les niega la existencia del vínculo laboral y, por tanto, el otorgamiento de tareas”. 

El primer día hábil de enero, luego de manifestar su intención de recurrir a la Justicia por las condiciones de absoluta precariedad en las que desempeñaban sus tareas, los trabajadores se encontraron con que la flota de camiones que los trasladaba habitualmente había sido cambiada de lugar sin que la empresa los hubiera notificado al respecto. 

“Esur ha desconocido totalmente el vínculo con ellos. Como es una relación laboral en claro fraude a la ley, se mudaron y no tenemos ningún tipo de noticia formal”, puntualizó Grisolía.

Aprietes

Uno de los cooperativistas despedidos relató que “mandaron un montón de barrabravas para custodiar los camiones de Esur” y aclaró: “Noso­tros no vamos a ceder a un enfrentamiento de pobres contra pobres, pero tampoco vamos a permitir que levanten un arma en contra de estos pibes, porque están reclamando trabajo”.

Al peligro de una batalla campal en torno a los vehículos de la firma se suma la dilación de una definición para los 70 trabajadores desempleados, entre los que hay siete personas lesionadas en el ámbito laboral.

“A nosotros no nos interesa el negocio millonario o el curro que tengan. A nosotros nos importa la fuente laboral”, sostuvo otro de los trabajadores echados. 

La voz del Municipio

Altas fuentes del Ejecutivo Platense aseguraron que el intendente Julio Garro sigue de cerca la situación y no dudaron en calificar como “abrupta decisión” la medida de la empresa de despedir a los 70 cooperativistas que reclaman dejar de ser trabajadores esclavizados por Esur.                        

Asimismo, la empresa solo tendría en regla a los choferes de los camiones. De esta forma, mientras que los conductores ganan cerca de $30.000, quienes realizan las arduas tareas de recolección perciben apenas $6.000, sin obra social, ni ART, ni aportes previsionales.

En dos semanas las partes volverán a verse las caras. Se espera que la empresa presente algún tipo de propuesta.

Números que no cierran

La labor del recolector de residuos es de alto riesgo. Los trabajadores tienen un desgaste físico altamente progresivo, sobre todo en la columna y los meniscos, que al cabo de tres o cuatro años se ven afectados como consecuencia de los saltos del camión. Pero además están expuestos a lastimarse con agujas infectadas, sufrir cortes con vidrios o botellas, recibir golpes de piedras que saltan cuando las pisa el vehículo; sin contar que, al ser una tarea al aire libre, absorben todas las inclemencias del tiempo.

En La Plata, Esur empleó para estas tareas a quienes se desempeñaban como cooperativistas por un sueldo de $6.300, más $2.000 en concepto de presentismo, lo que significa que ese monto se descuenta por cada día en que el trabajador no se presenta; incluso, si está enfermo, ya que la precariedad laboral bajo la que se rigen implica que ningún certificado médico sea contemplado por la empresa.

Como contrapartida, los choferes de los vehículos, que tienen la tarea de trasladar a los recolectores colgados del vehículo, perciben un sueldo mensual que ronda los $26.000, en blanco.

“La empresa tiene que hacerse cargo y dar respuestas”

El dirigente peronista Gonzalo Atanasof salió a respaldar el reclamo de los trabajadores cooperativistas y le reclamó a la empresa Esur que cumpla con “las más elementales normativas laborales”.

“Resulta repudiable que haya mas de 130 cooperativistas asignados a hacer una tarea insalubre y de alto riesgo, como es la recolección de residuos no habituales, cobrando míseros 6.000 pesos sin ningún tipo de cobertura social ni ART. La empresa tiene que dejar de excusarse y poner a todos sus trabajadores en regla. Y más teniendo en cuenta que fue favorecida por una ampliación del contrato e importantes incrementos en lo que se refiere a los aportes económicos que le realiza la Comuna platense. A su vez, la empresa tampoco está cumpliendo con mínimos requisitos de calidad en la prestación del servicio y esto también afecta a todos los vecinos de La Plata”, agregó.

Desde el Sindicato de Camioneros piden revisar el contrato con la firma

El concejal y dirigente del Sindicato de Camioneros de La Plata, Miguel Forte, afirmó que “renovarle el contrato a Esur no sería lo más lógico y habría que poner a competir a otras empresas privadas en esta compulsa”.

“No puede ser que la mayor parte de la gente que trabaja en la firma sea de las cooperativas. Nosotros hacemos un gran esfuerzo para intentar darle lo mejor a la sociedad y son muy grandes los problemas que tenemos en esta materia”, agregó el edil.

“Lo que nosotros queremos es que, más allá de quien gane la licitación, los trabajadores dejen de estar precarizados y exista el número necesario de empleados que necesita la ciudad para la recolección de residuos. Buscamos la defensa de los puestos de trabajo”, insistió el concejal.

Forte dejó la bancada del Frente Renovador e integra un monobloque denominado “Cultura, Educación y Trabajo” en el Concejo Deliberante. 

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