Malestar tras el acuerdo entre el gobierno y la CGT

El bono de la miseria

En el sindicalismo provincial expresaron un profundo malestar tras el acuerdo que sellaron el Gobierno y la CGT unificada. Calificaron como una “simple dádiva” el anuncio de otorgar mil pesos en diciembre y por única vez a los jubilados. En tanto, consideraron como “más de lo mismo” la quita parcial de Ganancias al aguinaldo del último mes del año

Bono de la miseria”. Así califican en amplios sectores del sindicalismo bonaerense al acuerdo que ayer sellaron el Gobierno nacional y los líderes de la CGT unificada, tras más de cuatro horas de una reunión que se desenvolvió en absoluto hermetismo. 

Es que el gremialismo provincial entendió como una “simple dádiva” lo que el Ejecutivo y miembros del triunvirato obrero, como Héctor Daer, celebraron como un “logro”, postergando una vez más el mentado paro.

¿Qué se acordó? Que los jubilados que perciben la remuneración mínima de $5.661 y los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH) reciban en diciembre y por única vez un bono de $1.000. En el caso de los jubilados será hasta completar $6.661. Así, a quien perciba un haber de $6.000 mensuales se le otorgarán $661.

En cuanto a Ganancias, quienes cobren hasta $15.000 de medio aguinaldo, no pagarán el gravamen, mientras que los trabajadores que superen esa cifra pagarán sobre el excedente, siempre y cuando el sueldo en bruto, es decir el salario sin descuentos, no pase los $55.000. De esta forma, aquel empleado que tenga un salario bruto de $30.000 no pagará el impuesto; a quienes perciban un salario de $30.001 hasta $55.000, se le harán las deducciones a partir del excedente de $15.000. Y quienes perciban más de $ 55.000, pagarán el impuesto normalmente. 

Insólitamente, en la CGT unificada interpretaron el anuncio como “una solución efectiva” a la crisis que atraviesan los jubilados y los beneficiarios de las asignaciones sociales, los sectores de mayor vulnerabilidad a los que, según el Gobierno, se les está dando “contención”.

No obstante, fuentes del sindicalismo bonaerense no disimularon su malestar al señalar que “esto es más de lo mismo y un bono de fin de año no se considera siquiera en una mesa de negociaciones”, al tiempo que reclamaron: “Necesitamos paritarias y una efectiva recomposición salarial”. 

En el mismo sentido, aseveraron que el triunvirato cegetista “no representa el sentir de la mayoría de los trabajadores, ni mucho menos”, mientras aseguraron que “la CGT está a un paso de la fractura”.

Para botón de muestra está la amenaza del referente de Camioneros, Pablo Moyano, quien días atrás advirtió que su gremio podría abandonar la central obrera si la nueva conducción no convoca a un paro o movilización contra el Gobierno. “Si la CGT acepta un bonito o maquillaje, no tiene sentido seguir en un espacio donde no se defienden los intereses de los trabajadores”, disparó entonces el dirigente.

Otro bono para evitar el paro

Tras finalizar la reunión con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y el secretario de Coordinación Interministerial, Mario Quintana, ayer Daer confirmó que el próximo miércoles participarán de una reunión con el sector empresario convocada por el Gobierno nacional para discutir la instrumentación de otro bono de fin de año, pero para los trabajadores privados, ya que, según entendió el jefe de Sanidad, el sector público “está avanzando” en la discusión por el otorgamiento de ese beneficio extra.

En el reino de las indefiniciones que atraviesa a la CGT, la sede de ese encuentro todavía no está definida. Y no lo estará hasta su realización, si se repara en el hecho de que ayer el cónclave cambió de lugar tres veces: estaba previsto que se desarrollara en el Ministerio de Trabajo, luego se trasladó a UPCN, y finalmente se optó por el gremio de Sanidad, tal vez en un premeditado intento por eludir a la prensa y bajar las expectativas en torno a un acuerdo que, para muchos, dejó sabor a poco.

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