El final de la era K se festejó con fuegos artificiales y bocinazos a la medianoche

Exactamente a la medianoche y tal como ordenó la Justicia, concluyó el mandato de ocho años de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

La disposición, corroborada esta mañana por la jueza Servini de Cubría, fue en respuesta a una presentación de la agrupación Cambiemos, tras la discusión suscitada por la ceremonia de transmisión de los atributos del mando.

Como pocas veces antes, el cambio de gobierno se vivió de una forma muy especial en la Argentina. Vecinos de las grandes ciudades de todo el país estallaron a las 0 de este jueves 10 de diciembre con bocinazos, cacerolazos e incluso fuegos artificiales para festejar el fin de la era K y el arribo al poder del nuevo presidente, Mauricio Macri.
Unos de los puntos neurálgilcos donde a la medianoche hubo festejos similares a los de una victoria deportiva fue en la intersección de Libertador y Cavia, frente al departamento de Macri, donde el jefe de Estado realizó su primera aparición pública como mandatario. El líder de Cambiemos salió al balcón de su casa acompañado por su esposa, Juliana Awada. El jefe de Estado salió dos veces de su departamento para saludar a los vecinos que se manifestaron cerca de su casa. El primer contacto con la gente se prolongó durante 10 minutos. Macri observó a la multitud que lo vitoreaba emocionado y saludó con gestos de agradecimiento. Un grupo de personas que lo observaba cantó el himno nacional argentino, iniciativa que fue imitada en varios barrios de la Ciudad de Buenos Aires.
Su aparición en el balcón generó un efecto dominó. Cientos de vecinos que vieron lo que había sucedido por televisión decidieron sumarse a la concentración espontánea sobre la avenida Libertador para saludar al Presidente. A pesar de la hora, la euforia se incrementó y la pareja presidencial volvió a mostrarse para saludar a los presentes, cerca de las 00:20.

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