Promesa incumplida
Electrificación del Roca: un tren que nunca llega
La fallida obra del relato K continúa en una nebulosa en tiempos del macrismo. Vecinos de Tolosa y Villa Elisa advierten que los trabajos están “paralizados” y protestan contra la “falta de información oficial”. El fin de semana hubo problemas en el tramo que une Quilmes con Constitución
Ochenta y cinco mil pasajeros están a la espera de un tren que no llega a destino. Y se sienten “rehenes, estafados” por las anuncios incumplidos según pasan los gobiernos.
A casi una década de la fecha que Néstor Kirchner estimó para la electrificación -obra tan reclamada y, al mismo tiempo, tantas veces postergada- del ferrocarril General Roca, las obras no avanzan y esa quietud es doblemente sufrida por quienes como Pablo Pérez, dirigente de las Asociación de Amigos por la Recuperación del Ferrocarril Roca, viven en Tolosa: “Este retraso es un problema, en tanto vecinos y pasajeros. Los cortes de calle son permanentes, como también las veredas rotas, las luminarias que dejan de funcionar, entre otras cosas”, detalló, y advirtió su preocupación porque “la estación está abandonada. Su existencia, al igual que la de las galpones de 3 y 524 –donde a principios de este año se incendiaron unos vagones- es prefundacional a La Plata y por esto peleamos tanto para que sea puesta en valor, pero lamentablemente no vemos intenciones, ni del gobierno ni de la empresa”.
Este reclamo fue iniciado por los vecinos en 2009 y, ante la falta de respuestas, enviaron sus quejas a la línea Roca a través de una carta. La espera, aseguró Pérez, los “agota”. “Esto es algo que prometió Kirchner en 2007, cada vez que vino a La Plata anunció la electrificación; el nuevo gobierno dijo que las obras se iban a concluir en marzo y todavía estamos en veremos”, sentenció.
El mismo malestar expresó a nuestro diario la integrante de la agrupación Pasajeros del Roca Recuperemos el Tren, Mirtha Garciarena: “Vemos una absoluta falta de interés de parte del gobierno; muy mala comunicación. No entendemos por qué no sinceran los motivos de la demora: ¿Falta dinero? ¿Hay algún inconveniente técnico o legal? ¿Qué ocurre, por qué no avanzan las obras?”.
Como vecina de Villa Elisa y pasajera, Mirtha contó la odisea que significa viajar a Constitución, sobre todo los fines de semana. En esos días, como no hay un servicio rápido de micros hasta Quilmes –donde, no sin inconvenientes, ya funciona el tramo electrificado (Ver aparte)-, “viajamos en colectivos que parecen trenes vencidos, pero por ruta. Por ejemplo, el trayecto entre Berazategui y Quilmes, que en ferrocarril se hacía en 7 minutos, ahora tarda media hora; mientras la formación diesel hacía Villa Elisa y Quilmes en 30 minutos, en micro demora 1 hora, 20 minutos, además de que hay que bajarse y caminar tres cuadras hasta donde está la parada del tren para seguir hasta Constitución”, reveló Garciarena.
Pese a que “no están las obras, ni los cables, ni los andenes”, Mirtha sabe que la espera será todavía más larga, puesto que, según información que manejan trabajadores de la empresa, la electrifación recién podría concretarse a fines de este año: “Nos dicen que no hay tensión suficiente para abastecer los trenes de la línea, que la empresa Siemmens, que ganó la licitación de la obra (Ver recuadro), presupuestó para un año y recién empezó a trabajar en diciembre de 2015, por lo que terminarían recién en diciembre de 2016. Pero son presunciones, porque no hay noticias oficiales, ni de la empresa ni del gobierno”.
Crónica de una promesa incumplida
Esta también es la crónica de un deseo inconcluso, con el que el kirchnerismo coqueteó en cada época electoral y que, a juzgar por los hechos, el macrismo se empecina en continuar.
Cabe recordar que los primeros anuncios se remontan a un ya lejano 2003, cuando Néstor Kirchner se refirió por primera vez a la mentada electrificación, con intenciones de terminarla en 2007
En 2005, Néstor volvió a prometer la obra, con una inversión de $ 500 millones, que estaría finalizada en 19 meses. Al año siguiente hubo otro anuncio en el que se aseguraba que la obra estaría lista a fines de 2008. En 2008, fue la presidenta Cristina Kirchner quien la prometió, hasta que se cayó la licitación y recién en 2010 se volvió a hablar del tema.
Finalmente, en septiembre del año pasado, en plena campaña electoral, la cartera que lideraba Florencio Randazzo apuró las obras, cerró el ramal La Plata-Constitución y aseguró que en “90 días” estarían concluida la electrificación. Ocho meses después, ese relato fue devorado por la realidad, pese a que para tales fines se dictaminó la adjudicación de obras por 526 millones de pesos a la unión transitoria de empresas conformada por Siemens S.A. y Tecnología y Servicios Urbanos (Tesur S.A.). Fue la conclusión perversa de la fallida revolución ferroviaria K que, entre otros dislates, selló acuerdos secretos con China, en una entrega total a los intereses del gigante asiático; incumplió con la reactivación de los Talleres ferroviarios y fracasó en el soterramiento del Ferrocarril Sarmiento.
El relato en tiempos de Macri
Por segundo fin de semana consecutivo, entre el sábado y ayer pasajeros de la zona Sur de la Línea Roca tuvieron que lidiar con los cortes del servicio eléctrico de trenes. La interrupción de los ramales Constitución-Ezeiza, Constitución-Glew/Alejandro Korn, Constitución-Claypole y Constitución-Quilmes fue de 12 horas: se inició el sábado a las 22 y duró hasta las 10 de ayer.
Debido a las obras de electrificación, el corte del servicio incluyó también los colectivos que circulan vía La Plata y Bosques, y que complementan el trayecto de las formaciones eléctricas que van de Constitución a Quilmes.
Los usuarios, que se cansaron de esperar por un óptimo servicio en tiempos del kirchnerismo, continúan con igual desazón ahora, que –producto del tarifazo- es más caro viajar, ya sea en tren o colectivo.
En tanto, desde el gobierno, el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, admitió el mes pasado que el ramal eléctrico recién funcionará a fin de año; mientras su par provincial, María Eugenia Vidal, reconoció que las obras estaban “estancadas”.
Y en esta incertidumbre, incluso, no descartan que el “viejo tren” diesel vuelva a rodar entre las estaciones de La Plata y Quilmes.