Anuncios que nunca se concretaron

Falsas promesas que quedaron en la nada

Proyectos ambiciosos que nunca se concretaron, han sido una constante en la política nacional. Planes e ideas que quedaron en la nebulosa y que sirven para marcar la decadencia en la que está sumergida la Argentina

La megalomanía reinante en la clase dirigente nacional, ha llevado a que desde el regreso de la democracia allá por 1983, se haya pensado en grandes obras y emprendimientos, la mayoría de los cuales nunca se pudieron llevar adelante.

Desde el traslado de la capital argentina a Viedma ideado por Raúl Alfonsín en los años ’80, pasando por los delirios menemistas de conformar una aeroísla en el Río de Plata o de idear un sistema de vuelos espaciales desde la estratósfera, hasta las iniciativas K de construir un Tren Bala, un submarino nuclear o un gasoducto que nos uniría con Venezuela, todos proyectos que quedaron truncos y en la mente de políticos poco conectados con la realidad.

El fracaso de las intenciones de los diferentes gobiernos, vuelve a estar presente con los anuncios hechos por el presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal de implementar inversiones y obras por más de 10.000 millones de dólares, sin mostrar cómo se financiarán y a qué sectores irán destinadas las mismas.


Los proyectos faraónicos han sido una constante en la Argentina, donde la dirigencia en vez de ocuparse de los hechos que importan a los argentinos de a pié, piensan en grandes obras que sobrepasen a su gestión, para así quedar como los grandes “creadores” del país moderno y pujante.

Suele expresarse que la historia nos sirve para reflexionar sobre lo que ocurrió en el pasado y poder entender por qué sucedieron hechos a lo largo de la misma que a veces parece que vuelven a repetirse indiscriminadamente, de ahí que sea básico aprender de los errores y falsas acciones cometidas con antelación, para no volverlas a efectuar en el futuro.

La fantasía del Tren Bala

Ni bien comenzó su primer mandato como presidenta, Cristina Kirchner pensó en la construcción de un Tren Bala que uniría diferentes puntos del país en forma rápida y moderna.
La realidad demostró que en un país con vías férreas destruidas y con poco más de 7.000 kilómetros de vías disponibles para la circulación de los trenes, la idea era estrafalaria, naufragando la misma entre los malos recuerdos de la sociedad sobre el gobierno K.

Anuncios inconclusos

La unidad de acción del kirchnerismo con la Venezuela chavista, ideó la construcción de grandes buques navales en Astilleros Río Santiago, que sirvieran para la reconstrucción de la alicaída industria naval argentina. La construcción de un solo buque petrolero, tardó 10 años. Mientras tanto, las esperanzas de recuperar una industria floreciente naufraga, y apenas el 1% de los buques que navegan en aguas argentinas, son de bandera nacional.

El Hollywood argentino

Entre las fantasías pensadas por el kirchnerismo, se encontraba la de conformar en la Isla de Marchi un Polo Audiovisual que fuera la base de fomentar la producción televisiva y cinematográfica local.

El emprendimiento acarreaba la construcción de la torre más alta de América Latina, en una especie de Central Park porteño, fracasando el proyecto por lo grotesco y extravagante de su conformación.

Vuelos a la estratósfera

Carlos Menem buscó ejecutar un sistema de vuelos espaciales que desde la estratósfera nos dejaría en cualquier lugar del mundo en cuestión de minutos. La idea, lanzada desde una escuelita salteña por el expresidente, fue el blanco de innumerables burlas por parte de la sociedad.

“No queda claro de dónde saldrán los fondos”

Ramiro Castiñeira (Economista jefe de la consultora Econométrica)
Especial para Hoy

Escuché el anuncio pero no queda claro de dónde saldrán los fondos. Hay muchas dudas sobre el financiamiento. La situación económica del estado nacional y provincial es deficitaria. No queda claro cuando hablan de tanta plata en qué plazo.
A veces los políticos ocultan cuando se refieren a obras de infraestructura que las encararán en varios años y, luego nos enteramos que eso contempla varios presupuestos.

Falta información y eso es grave. El monto de lo que se habla, 200 mil millones de pesos es muy grande, más partiendo del déficit que padece el sistema financiero argentino.

Es necesario saber de dónde salen los recursos para una obra tan faraónica. Bienvenidas las inversiones en Argentina, pero debe quedar claro quién la va a financiar, en qué monto, si es deuda interna o externa. Muchas dudas e interrogantes para semejante anuncio, del que necesitamos precisiones.

“Lo que se plantea es francamente un despropósito”

Claudio Lozano (Economista y exdiputado nacional)
Especial para Hoy

La impresión que da es que el anuncio grandilocuente de las obras se da en el marco de lo que pretenden obtener como financiamiento externo, pero a altísimas tasas. Es decir, sobre la base de deuda externa financian obras de infraestructura, lo cual es francamente un despropósito.

Es que no hay razón alguna para que Argentina realice obras que pueden concretarse con pesos se endeude en dólares. Esta iniciativa está inscripta en la lógica de usar la deuda externa para financiar obras de infraestructura, con lo cual, estamos recomponiendo la economía en base a endeudamiento y no con dólares genuinos. Y eso tiene como problema que Argentina no tiene capacidad de repago sobre esa deuda.

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