General Alvear: retrato de las instalaciones “infernales”

La U 30 de General Alvear (de donde se fugaron los tres acusados por el Triple Crimen de General Rodríguez) es una de las de régimen cerrado (máxima seguridad) del SPB. Cuando se inauguró en el año 2000, se dijo que su capacidad era para mil privados de la libertad, pero al tiempo pasó a ser de 1.550… pero la realidad indica que hoy son casi 1.700 quienes permanecen día y noche en el infierno de vivir tras las rejas.

Lo de infierno es literal: tres personas por celda, pabellones con ratones y cucarachas, escasa iluminación, denuncias diarias de apremios y vejaciones. Y lo más duro para quien cumple condena: la carne es uno de los alimentos que está ausente salvo los días de inspección. Además, no reciben desayuno y merienda, tal como figura en las dietas del SPB.
Por la falta de carne que, según se sabe, ingresa a la cárcel, este año fueron procesados dos ex jefes del área de Depósito,

El agua es otro trastorno no menor. Sólo tienen disponible este recurso dos horas a la mañana y dos a la noche. Al parecer, “si se brinda el servicio completo, padecerían en el resto de la ciudad los más de 11 mil alvearenses.

Otra grave irregularidad es la presencia de alambrados rotos. “No se arregla nada. Algunas cosas vienen y desaparecen, otras cosas directamente no llegan desde la Provincia”, dijo una fuente.
Tampoco funcionan correctamente las cámaras de seguridad dentro del penal. En ocasiones se solicitaron filmaciones para diferentes procesos judiciales y se informó que en determinados sectores no andaban.

Fuera del penal, pero dentro del predio de la U 30, vacas y caballos conforman un paisaje que lejos está del mote de cárcel de máxima seguridad.

El área médica también da cuenta de la desidia con que se maneja el SPB en los últimos años. La de Alvear fue elogiada al principio por este servicio, pero en los últimos hasta es difícil encontrarse con un médico dentro de esta unidad penitenciaria.