El garante de la impunidad K

Juego y lavado, un negocio que va de la mano

Los casinos y los bingos son algunos de los mecanismos usados por el crimen organizado para lavar sus activos. Los negociados del poder K con el juego. La inacción oficial que beneficia la proliferación del blanqueo de dinero proveniente del narcotráfico

La década kirchnerista en el poder ha propiciado un enorme crecimiento de los juegos de azar, en la cual empresarios ligados al poder, con el caso más emblemático de Cristóbal López a la cabeza, han amasado gigantescas fortunas contando para ello con las ventajas dadas por el gobierno como las exenciones impositivas y subsidios al sector.

Pero no todo es color de rosa para el juego en el país, ya que la sombra de que la actividad sirve de lazo central para el lavado de dinero proveniente de actividades ilícitas, ha llevado a que la Justicia esté al acecho de un sector que gana cientos de millones al año y deja poco y nada productivo para el país.

No es casualidad que uno de los aliados del gobierno nacional sea uno de los principales exponentes del juego en el país, como lo es López, uno de los empresarios más cercanos al kirchnerismo y la familia presidencial, con una expansión increíble durante los últimos años en el país, a punto tal que con el dinero del juego compró medios, petroleras, entre otras empresas. Ahora, como si fuera poco, busca quedarse con el negocio de las apuestas deportivas on line y la  televisación de los partidos.  La escasa labor realizada por la Unidad de Información Financiera (UIF) en esta materia, ha beneficiado a los capitalistas amigos del kirchnerismo que han sabido cosechar cuantiosas riquezas con inversiones mínimas y con una ausencia total de control por parte del Estado nacional.

Ineficiencia K

El kirchnerismo, como ningún otro gobierno a lo largo de la historia democrática nacional, ha beneficiado al negocio del juego. La incapacidad mostrada por la UIF y su titular, José Sbattella, para detener el lavado de dinero, ha hecho que los casinos, bingos y salas dedicadas al juego hayan crecido exponencialmente sin el rigor técnico profesional del organismo público.

En diálogo con Hoy, el abogado especialista en Prevención de lavado de dinero, Francisco Okecki, destacó que “la parte del lavado en el juego es complicada. Hay una persona con dinero que proviene de un ilícito y entra en un casino, compra fichas con el dinero sucio, se da media vuelta y cambia las fichas por dinero, tiene un certificado que la ganó jugando, y después cuando va a otro lugar y le piden saber el origen de los fondos, muestra ese certificado de que ganó ese dinero en un casino”.  Para el letrado, “los casinos deben tener una aplicación para que puedan identificar a las personas que hacen todo esto y vean si por ejemplo no se está financiando al terrorismo con esta clase de acciones. Para combatir el lavado de dinero  es necesario tener este tipo de acciones para poder detener el delito”.

“La UIF debe actuar ante estos casos y es una decisión más que nada política y no tanto profesional, ya que se depende de la voluntad política o no de ampliar las investigaciones sobre determinadas personas o empresas que realizan ese tipo de acciones”, resaltó Okecki.

El que calla otorga, suele decir un dicho popular, y en este sentido el gobierno ha hecho un silencio sepulcral, convalidando con su inacción el incremento de un negocio espurio que deja grandes rentabilidades para los lavadores de dinero proveniente del narcotráfico, y que sumerge a la Argentina en el más oscuro de los abismos sociales.

Crecimiento de un amigo del poder

Durante la mal llamada década ganada, las salas de juego en nuestro país casi se triplicaron, y sólo en 2014, las salas de juego tuvieron una ganancia en la Argentina que superaron los diez mil millones de pesos. Cristóbal López, el zar del juego K, se llevó casi la mitad de esos lucros millonarios gracias a sus aceitadas relaciones con el poder oficial.

El imperio de López detenta hoy día casi 40 casinos a lo largo y ancho del país, con más de 11.000 máquinas tragamonedas, con el agravante de que desde el poder oficial se le perdonó una deuda de casi 1.000 millones de pesos por Ingresos Brutos.

A todo esto, hay que sumarle que Lotería Nacional recibió de parte del empresario patagónico el software y el hardware necesario para controlar el negocio, sólo algo que puede ocurrir en el terrible descontrol que ha convertido el kirchnerismo el negocio del juego en el país.

Otros sectores involucrados

No sólo el juego es un lugar en el cual el crimen organizado elige para lavar sus activos, sino que hay otros en donde los negocios son mayúsculos y que  funcionan como usinas centrales de las acciones de lavado.

El sector inmobiliario es uno de ellos, ya que allí el valor de una propiedad es muy grande, entonces se compra una propiedad con el dinero que provino de un ilícito, y después cuando se vende se le pregunta de dónde se sacó esa plata, y ellos dicen que la misma viene de la venta de un inmueble.

Los delitos relacionados directamente al crimen organizado son varios, entre ellos el narcotráfico, el tráfico de personas, robos, desarmaderos, extorsiones, secuestros extorsivos, financiamiento del terrorismo asociaciones ilícitas, y todo ello debe ser investigado por una UIF que acude atónita al crecimiento de estos sectores, sin que haga nada para prevenir las acciones de lavado.

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