El Arsat-2 está en el espacio
La ciencia argentina lo consiguió
En una demostración más de la capacidad de los científicos de nuestro país y de que cuando las cosas se hacen bien los logros extraordinarios llegan, fue lanzado con éxito ayer al espacio el satélite argentino de comunicaciones ARSAT-2. El despegue fue en la Guayana Francesa por el cohete europeo Ariane 5 y especialistas estiman que dentro de dos semanas podría comenzar a operar.
El objetivo del ARSAT-2 es ocupar la posición 81° Oeste a 36 mil kilómetros de la Tierra, con cobertura a nivel continental, desde la Argentina hasta Canadá, lo cual incrementará las capacidades nacionales de telecomunicaciones.
El nuevo satélite pesa 3 toneladas y con las alas desplegadas mide 16,4 metros, con una vida útil estimada en más de 15 años. Aunque las medidas y el peso son similares, el ARSAT-1 tiene 1 antena y el ARSAT-2 tiene 3, el 50 por ciento de los componentes del satélite es de industria nacional y en su diseño y construcción trabajaron 1.000 personas, en una planta de montaje y otra de pruebas.
Este satélite de comunicaciones geoestacionario, es decir, que estará sincronizado con el movimiento de la Tierra, fue desarrollado en la ciudad de San Carlos de Bariloche
por la compañía rionegrina Instituto de Investigaciones Aplicadas (INVAP), por el aporte de profesionales formados en las universidades argentinas.
Para su desarrollo fue necesaria una inversión de 250 millones de dólares y a diferencia del Arsat-1, que contaba con una sola antena, el Arsat-2 dispone de tres para distintas coberturas desde el espacio, lo que le permite cubrir América del Norte, Central y Sudamérica.
El cohete Ariane 5 despegó rumbo al espacio a las 17:30:07 desde la base Kourou de Guyana Francesa, en medio de óptimas condiciones climáticas.
Otros lanzamientos
programados
Ayer se informó que Arianespace firmó un contrato plurianual con el operador argentino ArSat, que incluye el lanzamiento del Arsat-3 (aún en desarrollo) hacia el año 2019, con una masa de despegue de unas tres toneladas.
El convenio prevé dos operaciones adicionales con satélites geoestacionarios, de masa de despegue comparable con la del Arsat-3, y cuyos lanzamientos están previstos entre 2020 y 2023.
EN FOCO
Un hecho loable en un contexto devastador
El lanzamiento del satélite ARSAT-2 es un hecho loable, una política de Estado que se debe aplaudir por su formato, la que muestra que cuando el sacrificio de todos los argentinos que pagan sus impuestos se canaliza de una manera eficiente, se logran objetivos de excelencia.
Se trata de una alegría para la ciencia y para los argentinos. Vivimos en un país espectacular, con recursos naturales y humanos preciados, con climas propicios y fortalezas que si desarrollan su potencial elevan el nivel de Argentina en el mundo, con beneficios concretos y reales para los compatriotas.
Sin embargo, en otros aspectos brillan por su ausencia las políticas de Estado. Ejemplos sobran: empresas como Aerolíneas Argentinas e YPF, claves y estratégicas para el desarrollo de una nación, son administradas por funcionarios que no son especialistas en el tema y que llegan a esos puestos por lealtades políticas. Por lo tanto, esas entidades no paran de provocar pérdidas millonarias y malos tragos.
En estos doce años de kirchnerismo la moneda corriente fueron las improvisaciones y el malgasto de recursos. No se aplicaron planes estratégicos con las Pymes, ni con las economías regionales, ni con la industria, ni con el manejo de las exportaciones.
Una gran pena es la que da no haber aplicado el mismo modelo usado por la ciencia con los satélites en ejes trascendentales para el crecimiento de nuestra Argentina.
Quedó demostrado que si se incentiva el desarrollo de los científicos y se brinda apoyo de infraestructura el éxito está garantizado. Si durante el próximo gobierno se transita este mismo camino, el de la inteligencia, la inversión y el perfeccionamiento, en las políticas de Estado que se necesiten, se podrá salir de la crisis socioeconómica en la que hemos quedado inmersos. Que así sea.
