La crisis en la producción lechera no se detiene

El sector lácteo registró una caída del 24,5% en las exportaciones del año pasado y no frena su deterioro. Solo en los últimos doce meses cerraron 205 tambos a lo largo y ancho del país. Especialistas consultados por diario Hoy advierten sobre el grave riesgo que corre la actividad de cara al futuro

"La lechería está llamada a ser protagonista en el mundo y la nuestra tiene todas las condiciones para crecer y competir perfectamente”, aseguró hace unos días atrás en una entrevista el subsecretario de Lechería del Ministerio de Agroindustria de la Nación, Alejandro Sammartino.

Como sucede en otros sectores de la producción, la realidad parece jugarle una mala pasada a las intenciones oficiales. De acuerdo a los datos difundidos por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), las exportaciones de productos lácteos cayeron un 24,5% en 2017 y alcanzaron las 226.382 toneladas, el menor nivel de los últimos siete años, tiempo en el cual la producción total ha disminuido un 50%.

Los números toman mayor proporción si se toman en cuenta que en valores reales, la caída interanual fue del 10,7%, es decir, que los productores por el mismo producto recibieron una menor cantidad de dinero. Esto llevó a que durante el año pasado se totalizaran 205.112 toneladas, casi 70.000 por debajo de las 272.428 exportadas en 2016.

De acuerdo a los expertos consultados por diario Hoy, son varias las razones que provocaron esta situación, una de ellas es que los compradores demandaron menos productos nacionales. Además, influyeron la falta de competitividad de la producción argentina y la escasez de materia prima que persiste desde las inundaciones de mediados de 2016 en las principales provincias productoras, como lo son Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires.

A la baja

La crisis por la que atraviesa el sector lechero parece no tener fin. A lo poco que se le paga a los productores por litro se le suma que las decisiones oficiales son poco alentadoras y no ayudan a hacer resurgir la actividad en el corto y mediano plazo. 

Una de las principales problemáticas se da en el mercado de la intermediación, donde se permiten negocios centralizados en pocas manos y reina el manejo hecho por los comercializadores del sector.

Hoy, un tambero recibe solo $5,79 por litro de leche, cuando luego en las góndolas de los supermercados este artículo trepa a más de $25. Además, solo durante 2017, su valor aumentó más de un 50%, lo que ubica al producto entre de los elementos de la Canasta Básica Alimentaria que más subieron.

Otro número que grafica esta situación es que en los últimos 12 meses cerraron en nuestro país 205 tambos, lo que ha llevado a que hoy en día existan solo 11.326 establecimientos lecheros a lo largo y ancho de la Argentina, el número más bajo de toda su historia.

A esto se le suma que el año pasado la producción local de leche se contrajo un 2%, y que la elaboración de leche fluida se mantuvo por segundo año consecutivo por debajo de los 10.000 millones de litros.

Los magros números de 2017

11.326 tambos existentes en el país, el número más bajo de la historia

50% se redujo la exportación de lácteos en los últimos 7 años

24,5% disminuyeron las exportaciones lácteas en 2017

10,7% cayó el valor percibido por ventas lecheras al exterior

2% se contrajo la producción local de leche el año pasado

$5,79 le pagan al productor por litro de leche

Palabras autorizadas

“Se está dando la concentración de tambos”

Alberto Gallo Llorente, Integrante de Carbap

“El 2017 fue un año en el que hubo reducción de tambos, de producción y de exportaciones. O sea que en la Argentina, ni durante el año pasado ni en este 2018 que se inicia va a haber problemas de abastecimiento interno. Pero es una lechería estancada, que tiene un panorama muy similar al año anterior.

Lo de Sancor afectó muchísimo, porque muchos productores no cobraron, los entregadores quedaron con un mes y medio sin que se les abone y ahora se está negociando con la neocelandesa Fonterra.

El año pasado hubo préstamos de usinas de leche para no pujar por el precio con los tamberos, lo cual es una práctica desleal, ya que si necesitás algo y hay oferta y demanda libre, hay que pelear. De lo contrario, no levantan los precios. 

Bastantes cosas hicieron que 2017 haya sido de regular a malo para los productores. Hubo una cierta recomposición de precios, lo cual sirvió para cubrir parcialmente hasta octubre los costos, pero no sirvió para cancelar deuda con anterioridad. 

Después, en octubre, noviembre, diciembre y lo que va de enero el precio estuvo nominalmente estancado, con la inflación que se está difundiendo, entre un 2% y 3%.

Ahora empieza el año lechero, que es cuando comienza la siembra, los cilajes, los rollos y con un panorama desfinanciado; es el peor escenario: el tambero paga todo pero no le queda resto.

Lo que se está dando en todo el mundo, pero peor en la Argentina, es la concentración de tambos. Se están cerrando los tambos de 2.000 o 3.000 litros, familiares, con parte de campo propio y parte alquilado. 

El 70% de esas vacas se recoloca en otros tambos, lo que se cierra socialmente son las fuentes de trabajo. Los tambos más chicos siempre son los que más trabajo dan en los pueblos, son los que más manos de obra por hectárea dan, ya que es una actividad productiva extensiva que casi se asemeja a las características industriales”.

“Estamos peor que en 2016”

Jorge Olmedo, Ingeniero agrónomo - presidente de la Comisión de Lechería de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea)

“El balance de 2017 es que en un momento parecía que con el aumento de la demanda interna las cosas mejoraban y hubo un acomodamiento leve de precios hasta mitad de año. Luego, con la llegada de la primavera, se estancó. 

Al día de hoy, a valores iguales de la inflación, volvimos a una situación menos interesante de la que podríamos haber visto en junio o julio. A base de estadísticas, los volúmenes de producción han caído nuevamente a los de 2017; lo que indica que hay una tendencia a la baja en la producción que no se va a revertir fácilmente. La devaluación va a aumentar el consumo de concentrados, y el aumento de combustibles va a incrementar los precios siembra, que es lo que tenemos en los próximos cuatro meses. Volvemos a estar un poquito peor que en 2016, falta que hable la demanda y la industria.

En el largo plazo creo que vamos a crecer. Toda la industria mediana y grande tienen capacidad de pago, pero hasta ahora estuvo acomodando sus problemas. 

Probablemente con la caída de los volúmenes se decida que parte de esos excedentes se destine a la compra de materias primas”. 

“La producción está totalmente caída”

Daniel Blangetti, Secretario de APLA (Asociación de Productores de Leche de la Argentina)

“En 2017 se produjo un 2% menos que en 2016, es decir, hay menos leche. La producción esta caída, entonces se volcó todo al mercado interno porque medianamente lo absorbía, pero las ventas al extranjero que eran redituables para el productor se cayeron totalmente.

Basándose en el costo oficial, la leche está por arriba de lo que nos pagan. Una puja entre empresas puede mejorar el panorama para el productor, hay muchos rumores sobre la instalación de Fonterra, que es la mayor exportadora del mundo de productos lácteos que podría llegar a beneficiarnos.

El tambo usa insumos dolarizados, por lo que todos los movimientos económicos de los últimos días movió los costos, entonces va ser difícil plantear la implantación de pastura y verdeo. 

Todo lo que es de verano ya está pago. Hay que ver cómo va a impactar la compra de insumos para prepararse para el invierno. El dólar movió, todo los insumos lo hacen, el combustible también, pero el precio de la leche sigue estancado. 

Además hubo un movimiento en los insumos de la alimentación: la soja subió mucho, el maíz no se consigue porque todos se sentaron en las bolsas esperando un aumento ante el crecimiento del dólar, sin embargo, la campaña viene muy baja, y en teoría va a faltar maíz porque nadie lo va a vender.

Vemos a futuro una situación más optimista, con aumentos en los precios, y tenemos por delante una mejor actividad”.

El derrumbe, producto por producto

Desde el Ministerio de Agroindustria, que conduce Luis Miguel Etchevehere, se viene sosteniendo que la producción lechera va a mejorar en este 2018 y que el optimismo que reina en el mercado internacional por la compra de productos nacionales hará revivir a la actividad.

La Argentina batió sus récord de exportación de lácteos en 2011, con 450.415 toneladas que se colocaron en el exterior, generando divisas por us$ 1.758.654. Pero, desde entonces, el negocio de exportación de lácteos se redujo prácticamente a la mitad.

Sin embargo, si se toman en cuenta los números provistos por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), se puede advertir que hay diversos productos que bajaron notoriamente su producción el año pasado. Uno de esos fue la leche en polvo, que exportó 95.736 toneladas, lo que significó un 31,7% menos que en el año 2016.

Igual situación comparativa interanual se vio en los quesos, que mermaron un 16,1% en sus ventas al exterior, así como también la leche en polvo, cuyas exportaciones se redujeron en un 18,9%. En el mismo nivel se encuentra la leche fluida, cuya reducción exportadora se contrajo un 4,5%. 

El principal país al que fueron los productos lácteos argentinos fue nuevamente nuestro principal socio comercial Brasil, donde se exportó el 37,9% de la producción nacional. 

Al gigante sudamericano le siguieron en la lista Argelia, con el 10,9% del destino de la industria local; Rusia, con el 9,8%, y China, con el 8,1%.

Se viene un tambo robotizado en la Provincia

Una de las novedades que se presentan en el mercado bonaerense de la lechería para este año es el proyecto que se está llevando a cabo en La Polvorilla, partido de Castelli, el cual se trata del primer tambo robot en la Provincia de Buenos Aires encarado por la empresa La Falluca SA coordinado con Delaval -esta última ya cuenta con uno de conjunto con el INTA Rafaela, en Santa Fe-.

En junio aproximadamente se empezarían a ordeñar las primeras vacas con este sistema. En este caso puntual, la vaca va a estar en un frisol buscando una mayor productividad, con un sistema voluntario para que el animal decida cuándo va a comer y cuándo la ordeñan. No se van a estar moviendo vacas de un lado para el otro, sino que son ellas mismas las que deciden. 

En La Polvorilla cuentan con un tambo de 700 vacas, luego de instalar el tambo robotizado podrán medir fehacientemente los dos tambos y evaluarlos económicamente. En el mundo debe haber más de 40.000 tambos de este tipo, mientras que en la Argentina hay uno solo, en el INTA Rafaela con un modelo pastoril con suplementación al mejor estilo australiano.

Cabe destacar que según datos oficiales del Ministerio de Agroindustria de la Provincia de Buenos Aires, en territorio bonaerense existen 2.600 tambos, con una producción total a nivel provincial por día de 6,5 millones de litros: un promedio por tambo de 2.500 litros de leche por día. En Buenos Aires hay unas 480.000 vacas lecheras en total. 

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