La Morsa, contra las cuerdas

El extitular de Sedronar, Ramón Granero, apuntó contra el exjefe de Gabinete K por el tráfico indiscriminado de efedrina. Además, expresó que Néstor y Cristina Kirchner “estaban al tanto” de lo que sucedía en el organismo 

Aníbal “La Morsa” Fernández no para de ser noticia por las acciones cometidas durante la mal llamada década ganada. Ayer, el extitular de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), Ramón Granero, apuntó sus cañones contra el exjefe de Gabinete al relacionarlo directamente con la mafia de la efedrina en la Argentina.

Las palabras de Granero se dieron luego de que se conociera la declaración ante la jueza federal María Romilda Servini de Cubría del llamado “Rey de la efedrina”, Mario Segovia, y del detenido por el Triple Crimen de General Rodríguez, Ibar Pérez Corradi, quienes habían relacionado al excandidato a gobernador bonaerense con el tráfico ilegal del precursor químico.

Para quien fue responsable del Sedronar, Fernández fue el principal implicado en bloquear el tratamiento en la Cámara de Diputados de un proyecto con media sanción del Senado que pedía “tipificar como delito el desvío de precursores”.

En ese sentido, Granero resaltó que “cada vez que quisimos actuar en función de cubrir el vacío legal que todavía existe hay en la legislación para controlar mejor los precursores, siempre nos encontramos enfrente con la oposición del Ministro del Interior, el Ministro de Justicia, y la Jefatura de Gabinete cuando la ejercía Fernández”.

Conocimiento total

Las acusaciones lanzadas por el extitular del organismo público no fueron solo contra el exmandamás del club Quilmes, sino que también recayeron sobre las figuras de los expresidentes Néstor y Cristina Kirchner

Según Granero, los exmandatarios conocían, a través de diversos informes realizados por organismos estatales, lo que sucedía con el tráfico de medicamentos en el país, principalmente el de la efedrina. “Ambos estaban informados, no pueden hacerse los distraídos. Había informes de la propia jefatura de Ga­binete de que sucedía esto cuando estaban al mando Alberto Fernández y Sergio Massa”.

En ese sentido, señaló que “todas las denuncias por desvío de efedrina al narcotráfico las hizo la Sedronar con mi firma. Todos los ciudadanos que están procesados y hasta condenados fueron denunciados por Sedronar, si después no se hicieron las actuaciones correspondientes fue responsabilidad del Ejecutivo y de los funcionarios que cumplían órdenes en ese tiempo”.

Nuevas revelaciones que dejan en evidencia la complicidad del gobierno K con el tráfico de efedrina, y que tienen a Aníbal Fernández como la figura rutilante de todo un entramado ilegal que dejó al país debilitado ante el poder narco.

Oscuro panorama en Tribunales

No solo sus supuestos lazos con la mafia de la efedrina tienen a maltraer a Aníbal Fernández ante la Justicia, sino que la causa que se abrió en su contra por el contrato de asistencia financiera de febrero de 2015 entre la Jefatura de Gabinete y la Confederación Argentina de Hockey (CAH), entidad que presidía, y por la que recibió más de 56 millones de pesos, podría causarle serios dolores de cabeza en las próximas horas.

Según trascendió desde Tribunales, el juez que entiende en la causa, Julián Ercolini, podría determinar una serie de acciones y operativos que podrían llegar a terminar con el procesamiento del exfuncionario por “abuso de autoridad, violación de los deberes de funcionario público, estafa, negociaciones incompatibles con la función pública y defraudación por administración fraudulenta”.

La denuncia contra La Morsa fue presentada por la Oficina Anticorrupción (OA) que preside Laura Alonso, que puso su ojo sobre las 46 canchas que debían construirse con los fondos estatales, y de las cuales solo se terminaron 3.  

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