La oposición se prepara para rechazar los pliegos de Lijo y Mansilla
Avanzan las negociaciones en la oposición para rechazar los pliegos de ambos candidatos en el Senado tras la negativa de la Corte Suprema a la licencia de Lijo.
A partir del rechazo a la licencia que solicitó Ariel Lijo para integrarse a la Corte Suprema, el Senado será el encargado de definir el futuro del señalado magistrado, como también el de Manuel García Mansilla, ambos designados por Javier Milei en comisión para integrar el órgano máximo del Poder Judicial. Cabe recordar que, la estrategia del Presidente de evadir el acuerdo legislativo con un decreto, generó el rechazo generalizado en la Cámara alta, dejando ambos pliegos en una situación delicada.
Es preciso señalar que el pliego de García Mansilla, quien ya juró como juez de la Corte, sigue trabado en la Comisión de Acuerdos. Inicialmente, no había alcanzado las nueve firmas necesarias para habilitar su tratamiento en el recinto. Sin embargo, en los últimos días, se reveló que solo le falta una firma para llegar al Senado, donde su suerte se definirá en una votación que podría realizarse la próxima semana.
El caso de Ariel Lijo es aún más complejo. Su pliego ya obtuvo dictamen y está habilitado para ser tratado, pero su votación se frenó tras el escándalo del criptogate y las tensiones políticas dentro de la Cámara alta.
En ese contexto, Unión por la Patria (UxP), bancada que preside José Mayans, buscará sesionar la semana que viene, para que los jueces nombrados por decreto sean votados en el recinto. El objetivo del peronismo es sumar a otros bloques y así conseguir los votos necesarios para llevar las postulaciones de los magistrados a foja cero.
De esta manera, si el Senado vota en contra de las postulaciones, el Gobierno y el Congreso entrarían en un conflicto institucional sobre la validez de los nombramientos en comisión.
Por su parte, el Ejecutivo sostiene que, según el artículo 99, inciso 4 de la Constitución, ambos jueces pueden permanecer en el tribunal hasta noviembre de este año, salvo que sean removidos por juicio político.
En cambio, desde el Senado argumentan que el nombramiento en comisión solo tiene validez hasta que la Comisión de Acuerdos se expida. En otras palabras, si los pliegos son rechazados en el recinto, los jueces quedarían automáticamente invalidados.
Con un escenario de alta tensión política, la próxima sesión del Senado podría definir el destino de Lijo y García Mansilla, marcando un nuevo punto de inflexión en la pulseada entre Milei y el Congreso por el control del máximo tribunal.