Ruta del dinero K - Impactante video

Lavado K a gran escala

Se conocieron videos que muestran cómo  el hijo de Lázaro Baéz y su contador, Daniel Pérez Gadín, contaban dólares y euros en la Rosadita, la cueva financiera ilegal creada para desviar el dinero de la ruta del dinero indebido del kirchnerismo. Pruebas demoledoras que ponen de manifiesto el saqueo orquestado en la era K

La ruta del dinero K, que habría servido para blanquear dinero sucio de la política, volvió ayer a quedar en el primer plano informativo, luego de que se conocieran una serie de videos en la que se muestra a distintos allegados al empresario kirchnerista Lázaro Báez, contando gran cantidad de millones de dólares y euros en las oficinas de la financiera SGI, conocida como La Rosadita y que funcionaba en Puerto Madero.

El hijo del empresario patagónico, Martín Báez, su contador Daniel Pérez Gadín y el hijo de éste último, Ariel, aparecen en las imágenes de las cámaras de seguridad de la cueva financiera a fines del año 2012, contando varias pilas con millones de dólares cada una, que habrían sido provenientes de la obra pública que era ganada por Austral Construcciones, y que eran usadas para la salida del circuito legal financiero.

Los videos son contundentes, allí se puede ver a diferentes empleados de confianza de Lázaro Báez transportar gran cantidad de bolsos y valijas con dinero, que inclusive eran arrastrados por el suelo por el enorme peso de los mismos. Luego ingresaban a una sala donde eran contados con diferentes máquinas, y eran guardados en la caja fuerte de La Rosadita.

El juez federal que interviene en la causa, Sebastián Casanello, tiene probado que en la Rosadita funcionaba una financiera ilegal, y que estaba armado todo para que desde allí se perdiera el rastro del dinero, y no se tuviera que explicar el destino de ese dinero y sacarlo del circuito legal financiero.

Todo esto es más macabro en su acontecer, si se tiene en cuenta que en esos momentos no se permitía comprar dólares por el cepo cambiario, solo pudiéndose hacer con ellos por el circuito ilegal. Era plata negra que no podían declarar, y que se investiga en la Justicia si ese dinero venía de facturas truchas y de sobreprecios, a que se piensa que había que dibujar gastos que no tenían y desviar ese dinero hacia el exterior.

Mecanismo ilegal

A todo lo que grafican las imágenes, se le suma que los días en los que aparece Martín Báez contando dinero en Puerto Madero, había aterrizado en el aeropuerto de San Fernando proveniente de Río Gallegos en un avión privado, que casualmente, se quemó el año pasado luego de despistarse, prendiéndose fuego, y perdiendo así parte sustancial de las pruebas la Justicia.

Todo esto no hace más que certificar lo que había declarado en su momento el valijero K, Leonardo Fariña, quien había contado cómo la familia Báez utilizaba el avión Lear Jet 35 LV-ZSZ para transportar el dinero ilegal en bolsos y valijas que luego eran llevados a La Rosadita para luego dar un curso oscuro a distintas cuentas de Suiza.

Según acredita en la causa judicial, Lázaro Báez habría montado desde esta cueva financiera, con la complicidad de su entonces dueño, Federico Elaskar, una red de empresas fantasmas, como Teegan Inc. (cuyo único accionista es su hijo Martín), para así transportar esa plata sucia a cuentas en Suiza previo paso por Panamá.

Las imágenes que se conocieron ayer son tan dantescas, que incluso se lo puede ver a Martín Báez en pose de aburrimiento mientras se cuentan los fajos de dólares, y en un momento mientras los colaboradores van poniendo los billetes en fila para depositarlos en la caja fuerte que contenían dos millones cien mil dólares, brinda junto a Pérez Gadín con un vaso de whisky que le da este último.

De esta manera, queda en evidencia cómo Lázaro Báez, un personaje que a fines de los años ‘90 tenía un Falcon modelo 1973 con las cubiertas gastadas y que supo crecer bajo el amparo del poder K, utilizó las instalaciones de una cueva financiera para lavar dinero, rompiendo así con el relato montado desde el poder por Cristina Kirchner, quien había dicho que eso jamás había sucedido.

Contra las cuerdas

Las actividades montadas desde La Rosadita de Puerto Madero motivaron una denuncia judicial que es llevada adelante por el juez federal Sebastián Casanello, quien tendría demostrado en la misma que desde sus instalaciones se llevaron a cabo acciones para sacar del país en forma ilegal unos 60 millones de dólares.
Además, en la causa figura como comprobado los vínculos de Martín Báez con la empresa Teegan Inc., creada por Federico Elaskar para desviar parte del dinero sucio, demostrándose un depósito en el banco Lombard Odier de Suiza por un millón y medio de dólares.

En todo este caso está metido en el medio la UIF que en su momento dirigía José “Pepe” Sbattella, por haber enviado tardíamente a la Justicia unos Reportes de Operaciones Sospechosas (ROS) que involucraban a Báez y su familia en toda esta trama cargada de corrupción y desfalco a los dineros públicos.

Sin control

Las cercanías con el poder kirchnerista que tenía Lázaro Báez, hacía que La Rosadita que comandaba su contador Daniel Pérez Gadín, estuviera al margen de cualquier clase de control por parte del Estado nacional.

Según consta en la causa judicial que lleva adelante el juez Sebastián Casanello, la cueva financiera estaba armada con el solo propósito de hacer perder el rastro del dinero que llegaba a sus instalaciones, no teniendo que explicar el origen y destino de esos fondos.

La plata que era sacada del circuito legal financiero, no tenía a su vez ninguna clase de registros en donde quedara observado el dinero que desde allí se movía.
Desde la investigación sostienen que ese dinero que se manejaba en La Rosadita, provenía de los negocios ligados a Báez con la obra pública en la provincia de Santa Cruz, donde fueron los máximos beneficiados por el kirchnerismo con la misma.