Los amigos del poder: Ahora Báez adeuda 90 millones de aportes
Es ya una constante en la operatoria de corrupción K, el entramado que involucra a los amigos del poder, con sus empresas que absorvían el dinero de la obra pública, con la complicidad del ex titular de la AFIP y denunciado Ricardo Echegaray, que le posibilitaba la maniobra y la probada ruta del dinero K.
Para entender la magnitud de semejante maniobra, tenemos que hacer carne el axioma que dice: Lázaro es Cristina; y Cristina confundió en esta década su patrimonio con el patrimonio de todos los argentinos. Confundió lo público con lo privado, se apropio ilegitimamente de lo que no le correspondía.
Es tan perverso el desguace del estado, que con total impunidad, durante los últimos 15 meses la empresa de Lázaro Báez, que absorvio el 95% de la obra pública del pago chico, Santa Cruz, no realizó los pagos a la obra social y al gremio de los empleados de Austral Construcciones. Austral Construcciones, la nave insignia del grupo empresario retuvo de manera irregular casi 90 millones de pesos.
Por esta maniobra, la principal contratista de la obra pública santacruceña será demandada judicialmente por la Unión de Obreros de la Construcción (Uocra) y su obra social. El gremio y la prestadora exigirán en total el pago de una deuda que hasta el 31 de marzo alcanzaba los $ 87.968.673, según detallaron fuentes del sindicato que dirige a nivel nacional Gerardo Martínez.
El tendal K
No sólo la estafa se plasma en las obras que nunca se concluyeron. Obras que por cierto fueron sobrefacturadas por el doble o el triple de lo presupuestado inicialmente.
Pero para tomar magnitud, también es necesario saber que durante el kirchnerismo, cuando Báez monopolizó la obra pública en Santa Cruz, la Uocra aportó miles de albañiles a los diferentes proyectos. Según una auditoría presentada por Vialidad Nacional, Austral Construcciones obtuvo contratos por 16.000 millones de pesos en los últimos cinco años. Concentró la mayoría de las obras viales de la provincia, aunque también participó en la de un gasoducto, escuelas y hospitales.
La empresa de Báez, que nació en 2003 a los pocos meses de la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia, retuvo los aportes de la seguridad social, cuyo pago son obligatorios para todo empleador. La deuda de Austral con la Uocra se hizo aún mayor porque hubo miles de albañiles a los que además se les retenía el 2,5 por ciento de los sueldos, un monto que debía consignarse como cuota sindical.
El equipo de abogados de la Uocra demandará a Austral Construcciones por defraudación y retención indebida de fondos. Báez, además, deberá afrontar la intimación de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), que podría penalizarlo.
Con este episodio de los aportes retenidos, el empresario santacruceño, que está siendo investigado por lavado de dinero, suma otro problema en esta nueva etapa sin aliados en el gobierno nacional.
