Los hijos de Báez denuncian que Casanello encubre a Cristina y a Máximo Kirchner
Lázaro Báez está preso en la cárcel federal de Ezeiza y teme por la situación judicial de su hijo Martín. Los otros hijos ya decidieron avanzar contra el juez Casanello, en contra de la opinión más cautelosa del dueño de Austral Construcciones. Leandro y Luciana Báez, los hijos de Lázaro, estan convencidos de que su padre fue entregado para salvar a los Kirchner. Por ello presentaron un escrito para interponer la recusación del juez Sebastián Casanello.
Según trascendió, en el escrito se señala que desde el inicio de la causa, en el año 2013, han existido un claro direccionamiento del proceso por parte de Casanello, quien estuvo a cargo de la investigación desde el inicio.
Dice Leandro Báez en el escrito que durante el período 2013-2015 no se realizaron las medidas necesarias que podrían haber resguardado gran cantidad de pruebas para el esclarecimiento de los hechos investigados.
Tampoco existió ninguna citación, más allá de que el juez contaba casi con las mismas pruebas –salvo el video en el que se los ve contando plata- que luego dieron lugar a las distintas citaciones y al procesamiento de Báez.
Al respecto –manifiesta Leandro Báez- "no debe perderse de vista que incluso con anterioridad al video que, según el juez, habría dado pie a una serie de citaciones y procesamientos, existió otro video periodístico en el cual se observa a distintas personas retirando cajas con documentación pero, en ese momento, el Sr. Juez nada hizo al respecto". Hay que recordar que esto fue antes de las elecciones presidenciales del año pasado.
Luego de ese período –según la presentación hecha esta mañana- existe un claro redireccionamiento del proceso hacia la familia Báez y una clara intención de desligar a quienes eran funcionarios del gobierno de Cristina Elisabet Kirchner.
Leandro Báez acusa a Casanello de utilizar para el procesamiento de su padre y su hermano fragmentos de la declaración de Leonardo Fariña pero no tiene en cuenta otros que apuntarían a quien estaba ejerciendo el Poder Ejecutivo de la Nación en ese momento, es decir, Cristina Elisabet Kirchner.
Destaca además, que a lo largo de la investigación se ha hablado incontables veces de "sobreprecios de obra pública" y de "adelantos financieros" y sin embargo los funcionarios que los aprobaban y que hacían los pagos no fueron citados y ni siquiera investigados por Casanello.
Asimismo afirma que existe una gran cantidad de pruebas en la causa por un supuesto delito que sería de imposible cumplimiento sin la participación de una gran cantidad de entes estatales que hasta ahora el juez no ha investigado.
En ese sentido, menciona que el único que ha sido citado para prestar declaración indagatoria es Ricardo Echegaray pero el juez no profundizó la investigación hacia la responsabilidad que pudo haber tenido el ex titular de la AFIP.
Los hijos de Báez creen que los abogados fueron puestos por Cristina Elisabet para evitar que la justicia avance sobre ella y su hijo Máximo.
En la recusación a Casanello, el menor de los Báez afirma que surge con claridad que el juez no investiga quién era el último beneficiario del dinero o hacia dónde iba. Sólo intenta probar cómo se blanqueó el dinero pero, en ningún momento, dirige la investigación para saber a quién realmente pertenecía.
También menciona Leandro Báez que Casanello utilizó como prueba el hecho de un viaje del jefe de la DGI a Río Gallegos en un avión de Lázaro Báez y llamadas entre el empresario y funcionarios. No obstante, no analizó las llamadas, no citó a declarar a los funcionarios nombrados y tampoco profundizó la investigación en ese sentido.
Por si esto no fuera suficiente, en el escrito presentado hoy, se citan declaraciones públicas del juez Sebastián Casanello en las que expresó que Cristina Elisabet Kirchner no estaba involucrada en el expediente y que tampoco iba a ser citada como testigo.
Leandro y Luciana Báez están convencidos de que su padre fue entregado para salvar a los Kirchner. Creen que los abogados de Lázaro y Martín Báez fueron puestos por la ex Presidente, quien supervisaría la estrategia de los defensores para evitar que la Justicia avance sobre ella y su hijo Máximo.
Para los hermanos Báez, su padre era testaferro de los Kirchner y el patrimonio de Austral Construcciones es de Cristina Elisabet y Máximo Kirchner. Tienen en su poder una agenda en la que Lázaro Báez dejó constancia de al menos tres reuniones que mantuvo a la medianoche en la Quinta de Olivos en las que habrían participado Cristina Elisabet Kirchner y el juez federal Sebastián Casanello. No sólo eso, desde meses antes de ser detenido habría comunicaciones entre Lázaro Báez y el magistrado.
El escrito de hoy marca una primera etapa pero hay una segunda en la que Luciana y Leandro Báez darían a conocer un contradocumento que acreditaría que su padre no era más que un prestanombre de la familia Kirchner.
Además, pedirían que se investiguen cuarenta llamados telefónicos que habría hecho el juez Sebastián Casanello a la provincia de Santa Cruz el día que detuvieron a Lázaro Báez.