Más funcionarios del Gobierno beneficiados por contratos del Estado

Se trata de tres directivos de la consultora Labcom. Según la exdiputada, los tres eran funcionarios cuando su empresa ganaron millonarios contratos.

La exdiputada Margarita Stolbizer presentó ayer una denuncia penal por una consultora de comunicación que pertenecería a tres funcionarios del Gobierno y que, según investigó la dirigente, no cuenta con empleados ni registra gastos por los servicios prestados al Estado. De acuerdo a la acusación, la consultora Labcom ha ganando licitaciones en el gobierno nacional y en el porteño. 

De los tres dueños, uno fue director de Nación Fideicomisos, otro trabaja en el Ministerio de Justicia, mientras que el tercero “comparte campos con el presidente Mauricio Macri en Salta”. 

Por esto, Stolbizer pidió que se investigue tanto a los dueños de la consultora como a los funcionarios que debían controlar las licitaciones por los presuntos delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario y negociaciones incompatibles con la función pública.

Según detalla la denuncia, los tres socios de Labcom serían Juan Pablo Peredo, Luciano Hernán Elizalde Acevedo y Alejandro Luciano Alonso. “Los socios eran funcionarios públicos al momento de la contratación, además de poseer vínculos con el Presidente de la Nación”, indicó Stolbizer.

Stolbizer advirtió que la consultora Labcom ha recibido “diferentes beneficios que se le han otorgado desde el Ministerio de Modernización”, pese a que “sus únicos ingresos del período 2016/2017 se originarían en los contratos que recibe de la administración pública nacional y de la ciudad de Buenos Aires”.

“Esta empresa no registra empleados ni tiene contratos vigentes en aseguradoras de riesgos de trabajo. Desconocemos cómo puede cumplir con los objetivos de los contratos con el Estado nacional y municipal si no cuenta con empleados”, indica el texto de la denuncia, en un caso que recuerda a la consultora de el excandidato Pro, Fernando Niembro, quien todavía es investigado por la facturación de La Usina Producciones, que también estaba floja de papeles.