Otro funcionario K se negó a declarar por el caso Qunita

El ministro de Salud, Daniel Gollán, evitó responder las preguntas del juez Claudio Bonadio respecto de las millonarias licitaciones por la construcción de kits maternales. La misma estrategia eligió el viceministro Nicolás Kreplak, también imputado en la causa. Mañana es el turno de “La Morsa”

Auna semana del balotaje presidencial, los escándalos de corrupción cercan al gabinete K, que intenta escapar de ese laberinto por arriba, impune y sin dar explicaciones a la Justicia.

Ayer, el ministro de Salud de la Nación, Daniel Gollán, optó por esta estrategia al negarse a declarar ante el juez federal Claudio Bonadio en la causa que investiga el pago de sobreprecios a determinadas empresas en la licitación del plan gubernamental Qunita, que debería estar destinado a mujeres embarazadas y recién nacidos.

Oficialmente, el programa contempla la construcción de 150 mil kits que incluyen, cada uno, cuna, colchón, juego de sábanas, toallas, ropa para el bebé y elementos de higiene personal, entre otros productos. Pero, tal como publicó Hoy en su edición del 10 de octubre pasado, la medida presentó serias irregularidades en su licitación, al beneficiar en más de US$ 120 millones a compañías que nada tenían que ver con la construcción de kit maternales.

Cuatro de las firmas (Delta, Dromotech, Diela y Narciso) favorecidas presentaban domicilio legal en La Plata y la mayoría eran casas de familia sin identificación ni cartelería comercial. Este aporte, realizado por nuestro diario, fue llevado a Tribunales por la legisladora porteña Graciela Ocaña (Ver aparte), y Bonadio -el mismo magistrado que fue apartado por el gobierno del caso Hotesur, que investiga si los hoteles de la familia presidencial fueron utilizados para lavar dinero- ordenó una serie de procedimientos en las sedes que declaran las empresas en nuestra ciudad. Llamativamente, el exhorto recayó en el juez federal de La Plata, el camporista Ernesto Kreplak, nada menos que el hermano del viceministro de Salud, Nicolás Kreplak, también imputado en la causa Qunita y que la semana pasada se negó a explicar en la Justicia cómo fue el millonario proceso licitatorio del plan.

Ahora fue Gollán el que evitó declarar y tampoco presentó un escrito para argumentar en su defensa, por lo que Bonadio cuenta con diez días hábiles para resolver su situación procesal.

En total, el magistrado citó a indagatoria a 23 personas, entre empresarios y funcionarios nacionales. Dos de ellos declararán esta semana: hoy, el gobernador de Tucumán, Juan Manzur, y mañana, el jefe de Gabinete de la Nación, Aníbal “La Morsa” Fernández. ¿Declararán o continuarán con la estrategia oficial de hurtar el cuerpo a la Justicia hasta el 10 de diciembre?

Un ministro cercano a “La Morsa”

El doctor Daniel Gollán es un hombre cercano a Aníbal “La Morsa” Fernández. De hecho, su asunción en el Ministerio de Salud coincidió con la vuelta a la Jefatura de Gabinete del quilmeño, el 26 de febrero pasado.

Tan amigos son los ministros que hasta van a la Justicia de la mano. Porque, además de la causa Qunita, los vincula el caso de la efedrina. Aquí, el más complicado es Fernández, sindicado como el autor intelectual del triple crimen de General Rodríguez. En los años en que ese precursor químico se traficó ilegalmente, el ahora ministro de Salud era el subinterventor de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), que debía controlar las cantidades de efedrina que ingresaban al país. Entonces, la Jefa de Psicotrópicos y Estupefacientes de la ANMAT era Gladys Raquel Méndez, su actual pareja. Los mismos funcionarios aparecieron asociados a la importación ilegal de dos drogas (la Gamma Butirolactona o “éxtasis líquido”; y el Cloruro de Etilo o “lanzaperfumes”), cuyo tráfico debía ser controlado por la esposa de Gollán.

“Gollán no puede explicar el negociado que habilitó con su firma”

Por Graciela Ocaña (Legisladora porteña por Confianza Pública. Denunciante en la causa Qunita)
Especial para Hoy

Es una vergüenza que Daniel Gollán no haya declarado en la causa Qunita, que no pueda explicar el negociado que habilitó con su firma. Llama la atención que el ministro sea tan expresivo en Twitter (NdR: por esa red social, días atrás, sugirió que, de convertirse Mauricio Macri en presidente, los enfermos de cáncer dejarán de tener cobertura), pero ante el juez no pueda pronunciar palabras.

Al igual que el gobernador tucumano, Juan Manzur, y que el Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, Gollán fue llamado a indagatoria porque el juez tiene pruebas suficientes en su contra. La indagatoria sirve para hacer el descargo y defenderse, pero el ministro de Salud optó por no declarar; pareciera ser que no tiene elementos para defenderse.

Acá hay que seguir investigando, porque la licitación fue dirigida, pasó por todas las manos K y nadie advirtió que se estaba pagando a empresas sin antecedentes. Es muy raro y esta herencia corrupta es la que pretende dejarle el kirchnerismo al próximo gobierno.