¿Podrá resolver el próximo presidente la pesada herencia económica?

Los encuentros y debates que por estas horas mantienen en el coloquio de IDEA los empresarios con los todos los candidatos con posibilidades de llegar a la presidencia, ponen de manifiesto una vez más la necesidad de encontrar propuestas claras y sin margen de error ante la situación real de la economía del país que en incontables páginas de nuestro diario hemos puesto de manifiesto y que demuestran la fragilidad y la situación terminal de por ejemplo, las economías de cada región y cada provincia del interior.

El desequilibrio de las cuentas fiscales, el elevado Gasto Público Improductivo que mantiene en marcha innumerable cantidad de planes del Ejecutivo, hace que el eje económico esté viciado y lleve a pensar cuál será el margen de maniobra que tenga el presidente que asuma en diciembre.

Eso sumado al contexto de situación, con números duros y contundentes pero reales, como el alto índice de inflación, la falta de trabajo genuino, o que más del 40% de la población hoy en día carece de posiblidad de acceder a un trabajo estable, salarios dignos, salud y educación.

Nuestro país tiene la posiblidad latente de poder hacer un cambio de todo lo antes mencionado. Para eso se necesitan principalmente propuestas claras e ideas transparentres, lo cual  hasta el momento no se ve reflejado en los mensajes de cada uno los candidatos a ocupar el sillón de Rivadavia, como por ejemplo de dónde saldrá el dinero para las inversiones, quiénes conducirán los destinos de esos fondos, o quiénes tomarán las decisiones económicas, o saber cómo el soberano podrá tener la posiblidad de invertir teniendo respaldo jurídico en un contexto de economía confiable.

Ante ello, entonces, el interrogante del común de la gente es realmente cuánto tiempo o cuánto esfuerzo se necesitará para revertir esta situación económica

En cierto que el país ha tenido crisis fuertes de donde se supo reponer, y no hacemos precisamente referencia al 2001, sino a situaciones reales donde se revirtió y hubo cambios netamente estructurales como el año 45 con el General Juan Domingo Perón o en el 59 con Arturo Frondizi a la cabeza.