Prat Gay y una frase que despertó polémica

“Cada gremio sabrá hasta dónde arriesgar empleos a cambio de salarios”, expresó el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, despertando inmediatamente la crítica de sectores políticos y sindicales que ven en sus palabras una fuerte presión al gremialismo para atenuar sus reclamos en las Paritarias que se acercan.

Diferentes sectores del sindicalismo nacional advierten que con una inflación proyectada que anda entre el 35 y el 50 por ciento anual según la consultora que lo mida, no se puede pedir ningún incremento salarial que ande por debajo de ese número, lo que ha originado encontronazos con las autoridades económicas y los empresarios antes de que comiencen las negociaciones paritarias por sector.

Las palabras del ministro cayeron como una “amenaza” para cuidar los puestos de trabajo en épocas de crisis como las que se viven, además de observarse las mismas como un guiño hacia los sectores empresariales que son quienes más han apoyado con firmeza las decisiones económicas como la salida del cepo cambiario, la devaluación y la liberación de las trabas que había impuesto el kirchnerismo en los últimos 12 años.

El nivel inflacionario que no se ha detenido, sino que se ha estimulado con perspectivas de crecimiento para los próximos meses, hablándose que solo en diciembre la inflación rondaría entre el 4 y el 6 por ciento como mínimo, y que en enero estaría en el mismo número por los aumentos que se vienen dando en la economía, en vez de bajar las demandas de los gremios, las incrementa, preocupando a las autoridades por los conflictos sociales que esto pueda acarrear.

Los incrementos que se esperan en celulares, prepagas, tarifas, turismo y alimentos para los primeros dos meses del año, sumado a los elementos para los chicos que comienzan las clases este año a fines de febrero, hacen prever un primer trimestre complicado en cuanto a inflación se refiere, con lo cual los pedidos de los gremios resulta clave para intentar controlar el nivel inflacionario por parte del gobierno macrista.

Las palabras del ministro poco ayudan a que las negociaciones paritarias se realicen con serenidad, sino que todo lo contrario, crispan los ánimos de trabajadores y dirigentes, que ven en esto una presión extra y que alientan a empresarios a plantear despidos masivos si los pedidos sindicales superan lo que el gobierno espera que se solicite en dichas negociaciones.

Panorama complicado el que se le presenta a la Argentina en este comienzo del 2016, con inflación alta y conversaciones paritarias que pueden dejar una bomba de tiempo en lo político y económico, colocando a la administración de Mauricio Macri ante una gran incertidumbre al corto y mediano plazo.