Pronostican meses difíciles con aumento del desempleo y meseta económica
Según un informe del Banco Central, los próximos meses no serán los mejores en materia laboral, ya que se estima que seguirán creciendo los despidos en todas las áreas, en sintonía con lo que adelantó Milei, quien aseguró que habrá 50.000 estatales que quedarán sin trabajo.
En los últimos días, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) emitió un informe en el que se arrojó un difícil resultado que advierte sobre la crecida del desempleo y un amesetamiento económico para el segundo semestre del año. Se trata de un relevamiento realizado entre los días 29 y 31 de mayo de 2024.
En concreto, el indicador de desempleo estima, también, una suba para los primeros tres meses del año, 7,4% contra un 5,7% del último trimestre de 2023, según el Indec. Y, con referencia al final del año, el relevamiento observa un amesetamiento del indicador.
En tanto, a nivel anual, se espera que la desocupación cierre el 2024 en 7,5% y proyecta una leve desaceleración para el año siguiente, ubicándose en 7,3%. De todas maneras, en ningún momento el relevamiento estima que el desempleo vuelva a indicadores anteriores al comienzo del Gobierno de Javier Milei.
Estos alarmantes datos coinciden con las últimas declaraciones del Presidente Milei, que en una de sus exposiciones internacionales en foros de economía adelantó que “vamos a terminar echando a 75.000 personas”, ya que, contando a las que ya fueron despedidas, se sumarán unas 50.000 que perderán sus trabajos.
“Se redujo toda la estructura y eso no fue gratis. Eliminamos las transferencias discrecionales y la obra pública”, resaltó Milei.
Asimismo, destacó: “El afuera significó llevar la cantidad de ministerios a la mitad y eso redujo la estructura del Estado a la mitad. Y eso no fue gratis porque obviamente que echamos gente... Digamos en materia de contratos vamos a terminar echando 75.000 personas, llevamos 25.000”, reveló Milei al referirse a la frase con la que se lo suele recordar y “me gustaría que no fuera así”.
Al respecto, quien analizó este escenario fue el analista Rosendo Fraga, quien en diálogo con la prensa manifestó que, si bien “la inflación está bajando, hay niveles de 6 o 7 por ciento mensual, y esto implica que los empleos se están deteriorando”.
“Ahora, el problema que aparece es que, a medida que baja la inflación, empieza a crecer el desempleo, ahora esto es un gran problema”, señaló.
Asimismo, coincidiendo con las declaraciones del Presidente, Javier Milei, el hombre manifestó: “Este es el ajuste más fuerte que se ha hecho en Argentina, el problema es el tiempo. Todavía gran parte de la gente cree que lo que hoy se vive es consecuencia del gobierno anterior, pero en realidad es consecuencia de sucesivos gobiernos anteriores”.
“El punto ahora es que la inflación baja, y que el desempleo empieza a crecer, y yo lo que creo es que el segundo semestre es clave”, consignó.
Un problema que afecta a todos
El crecimiento del desempleo no es una situación que preocupa a algunos pocos, sino que es un gran problema en prácticamente todas las áreas de argentina. Sin embargo, una de las áreas más afectadas viene siendo la de la construcción que, producto del freno de la obra pública y el aumento de insumos, vive uno de los momentos más complicados de la historia.
Sin ir más lejos, la Cámara de la Construcción (Comarco) informó que por unas 2.000 obras públicas que quedaron frenadas por decisión del Gobierno nacional crecen los despidos. Además, aseguran que la cantidad de puestos vacantes podría ascender a los 200.000 en diferentes puntos del país.
Según indicaron, entre fines de 2023 y el último dato disponible en febrero pasado, quedaron en el camino 2.117 proyectos que dejaron de ser financiados con fondos nacionales, según un reporte de la Asociación de Presupuesto Público (ASAP). A fines de 2023, había 2.417 obras en ejecución con recursos nacionales, mientras que, en febrero pasado, esa cifra bajó a apenas 300 proyectos. Esto representa una caída del 87,6%, según figura en el Banco de Proyectos de Inversión Pública.
El recorte del gasto en obra pública, traducido como transferencias de capital, alcanzó el 82,3% en términos reales hasta febrero pasado, según la ASAP.
Esta reducción fue una de las claves del Gobierno de Javier Milei para obtener superávit financiero en los primeros dos meses del año, de acuerdo con la estrategia de hacer ancla en lo fiscal para reducir la inflación, implementada por el ministro de Economía, Luis Caputo.
Poco importa
Pese a esto, las personas que se quedan en la calle parecen no interesarle a Milei, quien continúa paseando por convenciones y eventos hablando orgulloso de su plan económico. Sin ir más lejos, en los últimos días expresó: “Estoy haciendo el ajuste más grande de la historia de la humanidad, documentado por el staff del FMI (Fondo Monetario Internacional). Y no solo eso, sino que además he enviado un conjunto de reformas que la política está bloqueando”.
“Eliminamos la obra pública de cuajo, algo de lo cual estoy profundamente orgulloso siendo que la obra pública es una gran fuente de corrupción, de robo, a la cual me imagino que toda la gente de bien debería oponerse. Eliminamos también de cuajo las transferencias discrecionales a las provincias”, declaró Milei entonces.