La libertad de lavar la ropa después de la medianoche

En medio de la crisis energética, y tras anunciar la quita de subsidios a los usuarios de menores ingresos, el Gobierno pretende “optimizar” el consumo en el sector.

Luego de anunciar la quita de subsidios para los hogares que actualmente reciben asistencia estatal, es decir, los usuarios de ingresos bajos (N2) y medios (N3), el Gobierno ahora pretende que la gente realice actividades de alto consumo, como lavar la ropa, después de la medianoche, como sucede en España y otros países europeos.

La administración libertaria ahora quiere optimizar el consumo de energía eléctrica y aprovechar mejor la infraestructura al menor costo posible. Para esto, está analizando implementar un plan a mediano y largo plazo, cuyo objetivo es establecer las tarifas por franjas horarias como reguladoras de demanda eléctrica.

En ese sentido, deslizaron la posibilidad de que hogares argentinos utilicen el lavarropas después de la medianoche al considerar que este electrodoméstico, como otros de uso común (secarropas, plancha, horno eléctrico, computadoras portátiles), requieren de un alto consumo eléctrico. Todo esto se da luego de que, como informáramos en estas páginas, la luz y el gas aumentaran hasta un 156% para usuarios de ingresos medios y bajos.

La idea de lavar pasada la medianoche surge de un comunicado realizado por el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) en el que explicaron que, a través de este esquema diferenciado, el “usuario paga más o menos por el servicio eléctrico según lo utilice en momentos de mayor o menor exigencia del sistema”.

¿Cómo se aplicarían los costos?

Hora “pico”: precios más altos en el horario de 9 a 14 y de 18 a 22.

Hora “valle”: precios más bajos de 0 a 8 y todos los sábados, domingos y feriados.

Hora “resto”: precios intermedios durante los días laborales de 8 a 9, de 14 a 18 y de 22 hasta las 0 horas del día siguiente.

El Gobierno planea cambiar ­medidores en el AMBA

Para poder detectar las tarifas según ­franjas horarias, el Gobierno debería recambiar todos los medidores por unos inteligentes que brinden detalles en el que se consume la energía.

Por eso, la idea que analizan en la cartera que conduce Eduardo Rodríguez Chirillo es instalar estos medidores en el conurbano bonaerense para establecer dos precios diferentes de la energía eléctrica: uno más caro para las horas pico y otro, más barato, para horas de baja demanda.

Los denominados medidores inteligentes recolectan datos del consumo de los usuarios en forma remota y en tiempo real, y reconocen los ciclos de alta o baja demanda energética.

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