San Isidro: las calles de facto que aún no pensó cambiar Gustavo Posse

El intendente Gustavo Posee, que en estas horas apronta sus armas para las aspiraciones al sillón provincial de calle 6, deberá responder por qué la Municipalidad de San Isidro permite que distintas calles sigan teniendo los nombres de dictadores, como los casos de Pedro Aramburu en la localidad de Martínez, y Eduardo Lonardi, en Beccar, honrándose a dos personajes asociados reciente al quebrantamiento de la institucionalidad democrática.

En la denuncia radicado en el Juzgado en lo Contencioso Administrativo Nº 2 se insta a que Posee realice “una expresión pública que se refiera a los hechos del caso y sean laudatorias de la vida democrática a fin de que contribuya a la reparación del daño ocasionado”.
Se exige que el Ejecutivo y el Legislativo Municipal tomen las medidas necesarias para reemplazar los nombres de estas calles en el plazo de 90 días.

Además, se pide que "se de amplia difusión al fallo que lo ordene en los medios y en instituciones educativas del Partido", realizando actos públicos al momento de poner en marcha el reemplazo de las placas y cumplir con la ley nacional y con la ordenanza que establecen la señalización del centro clandestino de detención "Casa SIN" (Thames y Panamerica) que la Municipalidad de San Isidro viene postergando desde su sanción en el 2012".

Según trascedió, en los últimos años han sido numerosos los proyectos presentados en el Concejo Deliberante por vecinos, agrupaciones que juntaron firmas, representantes de distintas fuerzas políticas y concejales del Justicialismo con el fin de cambiar esos nombres.

Aramburu fue militar y político, presidente de facto de la Argentina entre 1955 y 1958, precisamente siendo el predecesor de Eduardo Lonardi.