Sarmiento: el gobierno apunta contra el maquinista

El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, brindó nuevos datos sobre qué ocurrió en los minutos previos con la unidad ferroviaria que embistió a otra hoy a la mañana causando tres muertos y 315 heridos en Castelar, y apuntó indirectamente hacia la responsabilidad del conductor del tren que se encontraba en movimiento.


El funcionario explicó que la formación “Toshiba Chapa 1 partió de Once, paró en Flores, Liniers y Morón sin ningún tipo de inconvenientes. A partir de que la formación salió de Morón, el registro del GPS indica que la velocidad siempre fue ascendente. Luego detalló que “antes de chocar paso por una señal amarilla que lo obliga a desacelerar, aunque al contrario, el registro dicta que la velocidad siguió en ascenso.

Según el GPS el tren siguió en velocidad ascendente ante otras dos señales”, remarcó Randazzo, orientando las responsabilidades hacia el desempeño del motorman, que se encuentra detenido e incomunicado, al igual que su compañero y los conductores del otro tren.


Por otro lado, el ministro precisó que los controles de alcoholemia realizado a los cuatro conductores antes de tomar el servicio, a las 3.56 y a las 4.06, arrojó que “tenían 0 de alcohol en sangre”.


En tanto, Randazzo informó la creación de una comisión investigadora integrada por ingenieros de la Universidad Tecnológica Nacional y las universidades de Buenos Aires, Lanús y San Martín.


Consultado por la prensa sobre si el hecho fue un siniestro o un accidente, hipótesis que dijo hoy a la mañana dijo que se barajan, esquivó la pregunta y soltó que “eso lo debe determinar la justicia”.


Finalmente, aportó supuesta evidencia sobre que los trenes habían sido reparados hace pocas semanas por la administración estatal.


En ningún momento el funcionario reconoció un funcionamiento deficitario del servicio, el mismo en que en febrero de 2012 murieron 52 personas por un choque en Once. Además, en febrero de este año, Randazo había prometido “una revolución ferroviaria en 60 días”, con supuestas obras que nunca se realizaron y culminaron, una vez más, en un desenlace evitable.