Se desató la guerra entre Lázaro Báez y Cristóbal López por las facturas truchas

La causa que tiene a Ricardo Echegaray en la mira de la Justicia por la usina de facturas truchas que funcionaba en la ciudad bonaerense de Bahía Blanca, sigue generando día a día noticias que golpean de lleno al poder político K.

La causa tiene como elemento central que uno de los mayores involucrados es el supuesto testaferro de la familia Kirchner, el empresario santacruceño Lázaro Báez, quien la semana pasada para intentar salvaguardarse del accionar judicial, señaló a la empresa Tsuyoi, propiedad del zar del juego K, Cristóbal López, como proveedora de la firma bahiense Grupo Penta, y por lo tanto usuaria de las facturas apócrifas.

El contraataque de López no se hizo esperar demasiado, ya que salió a negar cualquier clase de vínculo en estos sucesos, y desmintió que alguna de las empresas quepertenedcen a su holding haya operado con el Grupo Penta, al decir que “en todo nuestro historial, el Grupo Penta y Cía no figura como cliente de Tsuyoi".

Con el kirchnerismo ya fuera del poder, las peleas entre quienes lo apoyaron firmemente por ser beneficiarios del capitalismo de amigos que se implementó en sus 12 años de gobierno, hace volar por los aires la supuesta tranquilidad que reinaba a su interior, esperándose para las próximas semanas más rounds entre los empresarios K.