Sistema electoral argentino: por qué no hay riesgo de fraude

Cómo funciona el proceso eleccionario en nuestro país y por qué lo señalan como uno de los más transparentes de todo el mundo.

De cara al balotaje presidencial entre los candidatos Sergio Massa, de Unión por la Patria (UP), y Javier Milei, de La Libertad Avanza (LLA), se han dejado entrever diferentes versiones sobre la confiabilidad del sistema de votación en la Argentina.

A raíz de las acusaciones presentadas por el partido libertario, la Cámara Nacional Electoral (CNE), cuyo rol es ser la autoridad superior de aplicación de la legislación político-electoral, explicó por qué el sistema, llevado a cabo por este tribunal, contempla una gran cantidad de controles que indica la ley.

Desde la Justicia Electoral remarcaron la “imposibilidad” de alteración de datos durante las fases que contemplan las votaciones. En esta línea, el secretario de Actuación Electoral de la Cámara Nacional Electoral (CNE), Sebastián Schimmel, recalcó las garantías sobre el “acta de escrutinio”, instancia en la que participan las autoridades de la mesa y los fiscales, y el posterior “control de la trazabilidad de la urna que tiene todo un seguimiento hasta llegar a las juntas electorales de cada provincia”.

El funcionario judicial, además, aclaró que el escrutinio provisorio que se realiza tras el cierre de las votaciones “no tiene validez” legal, sino que es informativo, y remarcó que el “escrutinio definitivo” y legal es el que realiza cada una de las juntas electorales de los 24 distritos del país, luego de 48 horas después de los comicios.

“Esto tiene una garantía porque se descentraliza la tarea, es decir no va a estar a cargo de la Cámara Nacional Electoral, sino de cada una de las Juntas integradas por tres jueces y todo fiscalizado por los partidos políticos”, reafirmó Schimmel.

En ediciones anteriores, diario Hoy ha repasado los procesos que componen el conjunto de actos ­realizados durante la jornada eleccionaria durante una entrevista realizada a Carolina Tchintian, investigadora principal de Instituciones Políticas de Cippec (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento), quien explicó por qué es importante evidenciar la claridad en el proceso ­electoral.

El proceso de escrutinio

La investigadora relató de manera detallada los pasos realizados desde el momento en que se ­cierra la votación hasta el escrutinio final y definitivo. “El conteo arranca a las 18 del día de la elección, en cada una de las más de 100.000 mesas de votación; el presidente de mesa cuenta la cantidad de personas que votaron, corrobora si coincide con la cantidad de votos emitidos y las que existen en el padrón”, explicó Tchintian.

“Todo esto sucede ante la presencia de los fiscales partidarios que pueden hacer observaciones sobre este proceso”, señaló la profesional.

Este proceso termina con la elaboración de tres documentos: el telegrama, que sirve para el escrutinio provisorio y que, desde 2019, se transmite de manera digital desde cada uno de los centros de votación a las sucursales de digitalización y sirve para conocer el resultado parcial.

El acta escrutinio, que se utiliza para el proceso de conteo definitivo y que, “al final de la votación, se guarda en un sobre de plástico, junto con el padrón y se cierra con un precinto y se abre recién 48 horas después de terminado el proceso electoral”. El último es el certificado de escrutinio, que es una copia del acta en “donde se vuelcan esos resultados y es para cada uno de los fiscales partidarios y sirven para efectuar reclamos durante el escrutinio definitivo”, explicó la profesional.

El recuento provisorio y el escrutinio definitivo

Una vez que termina la metodología anterior, en cada una de las mesas se abren dos procesos: el recuento provisorio y el escrutinio definitivo. Durante el primero, “se usan los datos de los telegramas y tiene dos características: no tienen validez legal, sirven a modo informativo para la ciudadanía para conocer las principales tendencias y, en segundo lugar, no cubre la totalidad de los votos porque no cubre la totalidad de las mesas, ya que no todos los telegramas llegan a transmitirse”, afirmó Tchintian.

“Lo que sucede es que, muchas veces, entre el recuento provisorio y el definitivo pueden presentarse unas mínimas diferencias, y lo interesante del caso es que el recuento provisorio se encuentra a cargo de la Dirección Nacional Electoral (DNE) y, además, participan el Correo Argentino y dos empresas privadas que lo que hicieron fue, a través de una licitación, ser los encargados de cargar, totalizar y difundir los resultados.

Por otra parte, durante el recuento provisorio, “cuando llegan los telegramas al centro de digitalización se reparten de manera aleatoria”, aseveró la experta.

En cuanto al segundo escrutinio, se efectúa 48 horas después y es allí donde se usan las actas de escrutinio diferentes a las de los telegramas. Esta es la instancia que tiene “valor legal para definir el reparto de bancas o para delimitar los ganadores de esos comicios”, concretó la entrevistada y, a diferencia del escrutinio provisorio, lo lleva a cabo la Justicia Electoral.

“Lo más importante es entender que el proceso de recuento de votos en la Argentina ofrece garantías de control cruzado y de transparencia. Nosotros siempre decimos que las elecciones son operativos masivos de acción colectiva en donde participan también presidentes de mesa, que son ciudadanos comunes, delegados judiciales que asisten a las mesas y las fuerzas de seguridad”, concretó la investigadora de Cippec.

Las denuncias de La Libertad Avanza

“Son versiones absolutamente infundadas que generan este clima que intenta ser de desconfianza”, aseguró el secretario de Actuación Electoral de la CNE, Sebastián Schimmel, en referencia a la ­presentación que realizó La Libertad Avanza.

El escrito firmado por los apoderados de LLA, Karina Milei y Santiago Viola, advertía “sobre posibles hechos de fraude en las elecciones generales que tuvieron lugar el 22 de octubre pasado”, además de poner en “duda” el accionar de la Gendarmería.

Este viernes pasado, tras ser ­convocados por la Justicia para detallar esas irregularidades, no pudieron ser ampliadas ante la “ausencia de elementos”.

Ante esto, Viola aclaró que su espacio político no hizo “ninguna denuncia contra fuerzas de seguridad ni por fraude” y que el escrito se trató de una “presentación” para “que se extremen los recaudos” en el traslado de urnas.

Ayer, la CNE mantuvo una ­reunión con ambos apoderados partidarios de UP y de LLA con el ­propósito de “preservar la convivencia democrática”.

El encuentro fue convocado por los magistrados Alberto Dalla Vía, Santiago Corcuera y Daniel Bejas. Desde la CNE afirmaron que “fue una buena reunión” y señalaron que el tribunal resolvió “no dar a conocer lo conversado en la misma”.

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