Sorpresiva renuncia del cura Molina al Sedronar
Desde el Gobierno dijeron que adujo motivos personales, pero la dimisión se enmarca en la profunda crisis en la lucha contra el narcotráfico
El sacerdote Juan Carlos Molina, quien había asumido el 4 de diciembre de 2013 al frente de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), renunció a su cargo, según consignó el Boletín Oficial.
No es novedad que Argentina se ha transformado en productor y exportador de droga. La ineptitud mostrada por el gobierno K se ha visto en la ramificación de negocios provenientes del narcotráfico, como el blanqueo de capitales, que hace que la falta de controles del poder oficial esté a flor de piel y con un flagelo que en vez de disminuir, aumenta, poniendo en riesgo a toda una sociedad de cara al futuro cercano.
Molina, que había reemplazado en el cargo a Julio Postiglioni en diciembre de 2013, es un reconocido sacerdote que trabajó en El Impenetrable chaqueño a través de la fundación Valdocco y en la inclusión social educativa de medio millar de jóvenes, en su proceso de formación y de salida laboral en la localidad chaqueña de Comandante Frías.
El sacerdote, en medio de una crisis del narcotráfico en toda Argentina, fue parte de los comentarios alusivos hacia el consumo de drogas que abrió el debate mientras cumplía su función. Ahora desde el Gobierno, llevaron mediante una estrategia poco clara a que renuncie a su cargo.
El aumento que ha sufrido el narcotráfico en la última década es una de las problemáticas que más preocupa a la sociedad, debido sobre todo a la incapacidad mostrada desde el gobierno nacional para acabar con uno de los karmas que viene destrozando al país desde sus propias entrañas.
Molina comenzó su carrera ministerial en la provincia de Santa Cruz, donde forjó una amistad con la familia Kirchner y especialmente, con Alicia Kirchner, a quien luego asesoró ad honorem en en el Ministerio de Desarrollo Social.
Resistido por sus dichos
Tiempo atrás, luego de las declaraciones del padre sacerdote, que había expresado: "Yo habilitaría el consumo de todo", el presidente de la Asociación Antidrogas de la República Argentina, Claudio Izaguirre puntualizó que "después de escuchar las declaraciones de Molina, hice una carta abierta al Papa Francisco para que se lo excomulgue", confesó. Agregando que "se ha convertido en vocero de George Soros".
"Soros está desde el año 1992 impulsando la legalización de las drogas en toda América, para quedarse con la comercialización del producto", explicó. "Utilizan a Molina que se puso feliz de que Soros lo nombre, no se puede amar a dos reyes, o se ama a Dios o se ama el dinero", disparó Izaguirre.
Escándalo por sus expresiones controvertidas
Como funcionario, una de las mayores polémicas del padre Molina fue su defensa de la "no criminalización" del consumo de drogas, lo cual le valió muchas críticas. "Me dicen cura drogón, pero me hacen reír", expresó al respecto en noviembre pasado.
El padre Molina se reunió con el Papa Francisco por última vez a fines del año pasado, junto con 19 adictos recuperados invitados por el Pontífice. "La postura del Papa es no perseguir a los pibes, no criminalizarlos y tener cuidado cuando hablamos de legalización, que no hace bien", señaló después de ese encuentro.
CFK nombrará a un funcionario cercano de Alicia Kirchner
El titular de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, Gabriel Lerner, reemplazará al cura Juan Carlos Molina, quien sorpresivamente renunció a la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar). Se trata de un funcionario cercano a la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, y militante de la agrupación Kolina.
Según confirmaron fuentes del Ministerio de Desarrollo, hoy habrá una reunión de la cúpula de la Secretaría que dirige Lerner, en la que se analizarán los cambios en esa dependencia, es decir, quién quedará a cargo y quiénes se mudarán al Sedronar. La idea es que las modificaciones sean lo más pequeñas posibles, teniendo en cuenta la cercanía de cambio de Gobierno.
Abogado de profesión, Lerner se define en su cuenta de Twitter como un "soldado del pingüino". Sus mensajes permiten ver que es un fiel defensor de las posiciones del Gobierno.
El Gobierno nacional aceptó la renuncia del polémico cura Molina, quien alegó "motivos personales" y dijo que "había cumplido su objetivo". El sacerdote de 48 años había asumido en su cargo el 29 de noviembre de 2013, tras una larga relación con la familia Kirchner. Antes había trabajado como asesor de Alicia Kirchner, quien nuevamente pondrá a un hombre de su confianza al frente del Sedronar.
Durante su gestión, en más de una oportunidad Molina generó polémica por su posición a favor de "no criminalizar" el consumo personal de drogas. Lerner tiene una línea similar. Está en contra de la "persecución penal de niños o adolescentes por tenencia de pequeñas cantidades de estupefacientes" y fue disertante de la "Red Latinoamericana para la reforma de las políticas de drogas". Incluso en más de una ocasión retuiteó frases del cura, como cuando dijo que "llenar los barrios de policías no es la solución contra la droga".
La pelea con la Justicia por el narcotráfico
En parte, uno de los objetivos de Cristina Kirchner y todo el Gobierno nacional para quedarse con el poder de la Corte Suprema de Justicia es por las embestidas hacia Ricardo Lorenzetti por el tema del narcotráfico.
Ya que en abril pasado, Lorenzetti, titular del máximo tribunal, fue el blanco central de las críticas oficiales, al sostener que “en lugar de dar tantos discursos contra el narcotráfico, quienes son los máximos responsables del Poder Judicial, deberían dotar de mayor cantidad de empleados, recursos y elementos para que puedan hacerlo eficazmente". La ofensiva del gobierno contra Lorenzetti toca uno de los temas más sensibles para los argentinos, como lo es el avance que ha tenido el narcotráfico en el país durante la mal llamada década ganada.
Una de las consecuencias de la inacción oficial, es ver un país desprotegido en sus fronteras, con radares que no funcionan, nulo entrenamiento de las Fuerzas de seguridad, flota naval inexistente, miles de pistas clandestinas, falta de scanners para controlar los containers que entran por los puertos, falta de personal en juzgados para seguir las causas iniciadas por narcotráfico, entre otros temas que han hecho de nuestro país una tierra fértil para el accionar narco.
