Tarifazo: Los clubes platenses en jaque

Las subas en las tarifas de los servicios básicos como la luz y el gas, están obligando a los establecimientos deportivos a cerrar sus puertas.

Luego de golpear el bolsillo de los trabajadores y el presupuesto de las Universidades públicas, la ola de aumentos tarifarios instalada por el macrismo puso en jaque las actividades de los clubes de barrio. Tal es el caso del Club Chacarita Platense en el barrio Altos de San Lorenzo de La Plata, que dedica su espacio a actividades sociales y deportivas, y que tiene en sus espaldas más de cincuenta años de historia. “Algunas actividades están parando”, dijo a Contexto Emiliano, dirigente del club platense, respecto del conflicto financiero que atraviesa. “Hace un mes nos sacaron el medidor de gas. En cuanto a la luz, estamos viendo qué vamos a hacer para afrontar el gasto. Si pensamos un aumento de cuota, muchos de los que hoy pagan ya no van a poder debido a sus bajos recursos”.

Chacarita Platense, al igual que la mayoría de las instituciones barriales, forma parte de la identidad local y representan un espacio de acción y representación para los miembros de la comunidad. En tanto, el aumento en las tarifas de servicios acaecido en los últimos meses amenaza la continuidad de las actividades regulares. “En estos meses nos ha agarrado una crisis donde no sabemos a quién vamos a poder pagar y a quién no. La cuota societaria es de treinta pesos, es un club de barrio”, expresó en declaraciones a la señal TV Universidad José Guttman, presidente del club. “Por el agua, que aquí se usa mucha, venía una cuenta cercana a los 1.200 pesos. Ahora ha llegado una boleta de 4.600 pesos”, dijo Guttman, y sentenció: “Este nuevo plan económico nos está llevando como club a que cerremos las puertas”.

“En nuestro caso” recuerda el dirigente del club tolosano con sede en 528 entre 4 y 5, “el año pasado terminamos pagándole a Edelap 2.200 pesos; éste lo arrancamos pagando $3.400, y ahora se fue a $6.850. Sabíamos que iba a aumentar, pero nos sorprendió la magnitud”.

“Si bien una posible solución duradera sería que se definiera lo de la tarifa social, de momento estamos intentando minimizar el consumo” explica Besada: “reservamos el uso de reflectores para las actividades del plantel de primera de básquet, hablamos con los profes de las diferentes categorías para que concienticen a los chicos, y pusimos letreros en diferentes lugares para que no haya luces encendidas si no es necesario”.

La Federación de Instituciones Culturales y Deportivas lleva varios años buscando que el papel social de sus miembros, en su mayoría clubes barriales sin fines de lucro, sea reconocido con un régimen tributario que contemple exenciones.

“Hay entidades a las que les está llegando la factura de luz triplicada; cuando empiecen a llegar las boletas del gas, las deudas serán imposibles de pagar”, advierte Alberto Alba, presidente de la federación que nuclea a unas 250 asociaciones, centros de fomento y bibliotecas locales: “es imperioso que de una vez por todas se reglamente la ley provincial 14.757, que prevé la posibilidad de implementar tarifas sociales”.

“Aún contando con los subsidios vigentes hasta hace unos meses, las facturas eran motivo de preocupación” admite Alba, quien lleva a cabo gestiones con funcionarios provinciales y locales para lograr que las reiteradas promesas de apoyos y exenciones se traduzcan en hechos concretos.

La ley bonaerense 14.757 establece la adhesión de la Provincia a su análoga nacional 27.098-; en uno de sus artículos señala que aquellas instituciones que se inscriban en el “Registro Nacional de Clubes de Barrio y de Pueblo” serán beneficiarias de una “tarifa social básica de servicios públicos”.