Un país con menos carne y con menos pan
En medio del contexto inflacionario que se vive en el país, se vendrían nuevos aumentos en los precios del pan y de la carne. Desde el campo advierten que esto se debe a que cada vez hay menor cantidad de vacas y menos trigo
"Los enormes errores cometidos por una política agropecuaria inexplicable, provocaron que nos quedáramos sin vacas y sin mercados externos. Nos quedamos sin la harina, sin el pan y sin la torta”. Este fue el diagnóstico realizado el fin de semana por el presidente de la Sociedad Rural, Luis María Etchevehere, que es compartido por todos los actores que forman parte del campo bonaerense.
En otras palabras, al reducirse el número de vacas, consecuencia de la falta de rentabilidad, miles de productores han decidido mandar los vientres al matadero. Así la producción de carne se viene desplomando de forma permanente y sistemática en nuestro país. La ecuación económica es clara: hay menos carne y, por ende, seguirán aumentando los precios.
Algunos números hablan por si solos: la Argentina pasó de ser en 2005 el tercer exportador mundial de carne vacuna (abastecía a más de 70 países) a retroceder varios casilleros, ubicándose debajo de países como Uruguay y Paraguay.
Luego de más de seis años de intervención K a los mercados de ganados y carnes, los resultados están a la vista: se perdieron 10 millones de cabezas de ganado y 12 mil personas perdieron sus puestos de trabajo en la industria frigorífica. Cientos productores fueron a la quiebra al no poder volver a su actividad luego de malvender su hacienda. Y la crisis también se sintió en los bolsillos de los consumidores, que sufrieron un aumento del precio de la carne al mostrador de 600% en los últimos 7 años: en La Plata, el kilo de asado pasó de $7,87 en 2006 a $47 en la actualidad.
Lejos de haber advertido la situación, el gobierno K profundizó su política y por eso se estima que los valores seguirán aumentando de forma acelerada. Esto es producto de la complejidad de la cadena de producción de la carne: recuperar el stock ganadero perdido puede demandar varios años.
Asimismo, el consumo alternativo a la carne vacuna es, por excelencia, el pollo. Pero este producto también viene registrando un incremento de precios muy importantes. “En la primera quincena de julio, registramos un aumento del 6 por ciento en el precio del pollo entero, es un incremento importante”, le dijo a Hoy Héctor Polino, titular de la ONG Consumidores Libres, cuyos relevamientos de precios ponen muy nervioso al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, artífice de todas las medidas fracasadas que se adoptaron en el último tiempo para intentar contener la inflación con controles absurdos. Moreno llegó hasta denunciar a la ONG que conduce Polino, con el objetivo de clausurarla. La demanda finalmente fue archivada por la Justicia.
El Pan no está en la mesa
Una situación similar a la carne se registra con el trigo. Luego de que en 2012 los productores huyeran de la siembra del cultivo y el área quedara con apenas 3,16 millones de hectáreas, la más baja desde 1898/1899 (cuando existía una tecnología absolutamente rudimentaria), a fines de 2013 la Argentina va a tener la menor exportación del cereal de los últimos 35 años. Es más, por pérdidas de los negocios con el exterior, ya dejaron de entrar a nuestro país unos US$ 5200 millones desde 2009. Es decir, al no haber rentabilidad, hay menos inversión y menos trigo para abastecer a los molinos y a las panaderías.
Es tan pobre la producción que ni siquiera se puede abastecer el mercado interno. Por eso fracasó estrepitosamente el programa del gobierno que proponía vender el kilo de pan a 10 pesos. Una iniciativa de este tipo implicaba, necesariamente, que los panaderos recibieran una bolsa de harina a precio subsidiado, algo que no se pudo conseguir pese a las promesas y los anuncios oficiales. El resultado está en la vista: el kilo de pan difícilmente se pueda encontrar por menos de$20 en La Plata.
“Es prácticamente imposible conseguir el pan al precio fijado por Moreno en los supermercados y panaderías de todo el país. Estamos sufriendo, en definitiva, la consecuencia de acciones que son irracionales”, concluyó Polino.
Luego de una década K, nos encontramos con que, en la mesa de los argentinos, falta el pan y la carne. El gobierno ni siquiera reconocer en problema e insiste en aplicar políticas fracasadas. Por eso el futuro pinta negro para los vapuleados bolsillos de la clase media.
Se vienen las medidas de fuerza
La Mesa de Enlace realizará nuevas medidas de fuerza tras las elecciones internas (PASO) del 11 de agosto, que podrían ir desde un “paro hasta el cese de comercialización” de productos agropecuarios.
Así lo informó Julio Currás, vicepresidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), quien formuló estos conceptos tras un almuerzo que mantuvieron los miembros de la agrupación ruralista.
“Después del 11 de agosto van a haber medidas contundentes, que es lo que nos piden las bases. Serán después de las PASO donde se anunciara algún paro o cese de comercialización más profundo que el realizado” del sábado 15 al miércoles 19 de julio, cuando se dispuso un cese de comercialización de granos y carnes. Esa posición fue confirmada por Rubén Ferrero (de Confederaciones Rurales Argentinas), quien aseguró que durante el próximo mes "se cumplirá con el pedido de los productores de desarrollar medidas de fuerza”.
Proponen “barajar y dar de nuevo”
El ex secretario de Agricultura del presidente Néstor Kirchner, Miguel Campos (foto), advirtió por el deterioro cambiario y la suba de costos e insumos por la inflación en dólares, motivo por el cual consideró que se debe "barajar y dar de nuevo" en materia tributaria, sin afectar ingresos.
Campos advirtió que “si la paridad va perdiendo valor, los costos e insumen suben en dólares y hay depreciación de la moneda real, allí el problema no está en las retenciones sino en la pérdida cambiaria por inflación".
"A todo esto se le suma la restricción que pesa sobre el mercado" dispuestas por el gobierno de Cristina Fernández, comentó.
El exfuncionario del gobierno de Néstor Kirchner hasta 2007 consideró que "esas tres anclas son las que afectan la rentabilidad del sector, motivo por el cual hace que haya que pensar en un plan integral".
Según Campos, actualmente se debe tener en cuenta que "la movilidad que al campo en el Interior, afecta a toda la economía y no solo a este sector productivo".
"No podemos seguir pensando en el agro como maíz, soja, trigo y girasol. Hay que verlo desde el punto de vista integral, para pensar también en la bioenergía y generar más diversidad de productos del agro", explicó.