Uno de cada cinco jubilados sufre inseguridad alimentaria en la Argentina

La realidad inflacionaria sin contención que vive el país ha llevado a que la sociedad reduzca drásticamente sus gastos, impactando fundamentalmente en los segmentos más vulnerables de la población.

Uno de los sectores al que golpea fuertemente es el de los jubilados, que se encuentran atravesando un momento por demás intrincado. Según un informe realizado por la Universidad Católica Argentina (UCA), una de cada cinco personas mayores sufre inseguridad alimentaria en nuestro país.

Del estudio se desprende, además, que uno de cada dos miembros de la clase pasiva que sufre esta deficiencia en su alimentación es mujer y tiene entre 60 y 74 años. A su vez, entre las más afectadas están las que residen en hogares multigeneracionales, pegando con mayor dureza en el grupo de mujeres que viven solas. 

Otro dato destacable es que tres de cada cuatro personas mayores con inseguridad alimentaria se hallan en condiciones habitacionales deficitarias, es decir, que residen en viviendas inconvenientes o con malas condiciones sanitarias, en estado de hacinamiento o con régimen de tenencia irregular. 

Cuando se analizaron los estratos sociales por parte de la unidad académica, se verificó que ocho de cada diez personas mayores con inseguridad alimentaria pertenecen al estrato más bajo, lo cual evidencia, previsiblemente, una presencia más extendida de este problema en los sectores más vulnerables con respecto a la población en general.

A todo esto se le suma que la pérdida de poder adquisitivo de la clase pasiva en el último año ha llevado a que el 68% de las personas mayores no pueda sobrevivir si no es por la ayuda de sus familiares, socorro que tampoco resuelve sus necesidades esenciales, ya que en los últimos 12 meses la capacidad de consumo de los adultos mayores se contrajo un 23% en todo el país.

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