Barreda pasará otra vez Navidad y Año Nuevo tras las rejas
Tras cuatro años en libertad, quedó preso en la U25 de Olmos. El juez falló: "es riesgosa la combinación entre la debilidad mental de Berta con sus posibles reacciones”
Peligro y riesgo. Dos condimentos explosivos en la conducta mental del cuádruple homicida fueron tenidos en cuenta ayer por la justicia platense al ordenar el retorno a una unidad carcelaria.
El odontólogo Ricardo Barreda (79), condenado a prisión perpetua por matar a su esposa, a sus dos hijas y a su suegra en 1992, en la céntrica casona de 48, 11 y 12, regresó ayer a la tarde a una penitenciaria tras casi cuatro años en libertad.
Es que, tal como anticipó Trama Urbana, el juez Raúl Dalto que oficia en el caso por los presuntos problemas de convivencia con su actual pareja, Berta “Pochi” André, tuvo en cuenta que la situación que vive la mujer es sumamente riesgosa y por eso le revocó la prisión domiciliaria al dentista.
La Unidad 25 es un penal especial para ancianos, donde todos los condenados tienen más de 70 años y donde el dentista había pasado un tiempo.
La decisión fue del juez de ejecución penal platense Dalto, quien ayer a la mañana dispuso que “se haga efectiva la detención inmediata de Barreda" y regrese a la cárcel. La orden se efectivizó pasadas las 17, cuando agentes de la Policía Federal fueron hasta el domicilio de Belgrano (Vidal al 2300) que el odontólogo compartía con Berta hasta ayer.
El dato llamativo fue que Barreda tomó conocimiento de la resolución judicial por la cual se le revocaba la libertad condicional cuando se encontraba en una peluquería de Belgrano cortándose el pelo y retocando las patillas.
Barreda y Berta André llegaron a esta instancia judicial luego de que surgieran divergencias en la pareja a través de un informe de salud mental gestado por el Patronato de Liberados.
En ese sentido, el juez Dalto consideró ayer que los miembros de la pareja no pueden seguir viviendo juntos en el departamento del barrio porteño de Belgrano, y que el dentista aún no acreditó otro lugar donde residir.
Es que una de las condiciones para que Barreda goce de la libertad condicional es que fije un domicilio de residencia estable, que hasta ayer era la casa de Berta André.
“Básicamente constaté la situación de riesgo que implica (para Berta). Hay peligro inminente para ella”, dijo el magistrado que decidió revocarle la prisión domiciliaria a Barreda.
“El juez debió fijar un nuevo domicilio”
Sorprendido, el abogado Eduardo Gutiérrez, abogado de Barreda, puntualizó ayer que el juez Raúl Dalto, “en el caso de que la señora Berta André sea considerada insana, debió fijar un nuevo domicilio, no revocar la libertad condicional”.
El abogado dijo estar “asombradísimo” por la resolución del juez y la calificó de “descabellada”. “Es una de las típicas medidas que se toman a días de la feria judicial y me asombra mucho porque no hay quebrantamiento alguno de los requisitos que cumple Barreda para mantener su libertad”, explicó.
El cuádruple crimen ocurrió el 15 de noviembre de 1992. Barreda mató con una escopeta “Víctor Sarrasqueta” a su esposa, Gladys McDonald (57); a su suegra, Elena Arreche (86); y a sus dos hijas, Cecilia (26) y Adriana (24). En 1995 fue condenado a perpetua, en un juicio donde detalló las peleas, discusiones y contrariedades que –dijo entonces- lo empujaron a esa acción violenta e irracional.
A principios de 2008 le concedieron el beneficio del arresto domiciliario por su buena conducta y por ser mayor de 70 años y entonces fue cuando empezó a convivir con Berta André en la casa de la calle Vidal, en Belgrano. A fines de marzo de 2011 le otorgaron la libertad condicional y también fijó residencia en ese lugar. Hasta ayer.