Brutal entradera en casa de un cura: lo golpearon, maniataron y le sacaron hasta un cáliz

Ocurrió en la zona de Parque Saavedra. A la víctima le robaron un arma de fuego, dinero, el auto y otras pertenencias. Los ladrones escaparon.

Si faltaba algún lugar para robar en La Plata, era este. Los ladrones ya se ensañaron (y siguen haciéndolo a diario) con casas particulares donde viven familias, pero también con clubes de barrios, comercios y colegios. Sin embargo, se superan con el paso de las horas, y en esta oportunidad atacaron en una parroquia ubicada a metros del Parque Saavedra, donde no solo golpearon a un sacerdote de manera brutal para sacarle todo lo que tenía, sino que hasta se apoderaron de un cáliz. Con el botín en su poder, se dieron a la fuga y hasta el cierre de esta edición su paradero era un verdadero misterio.

Fuentes policiales le contaron a diario Hoy que todo se inició cerca de las 5.30, cuando el padre Jorge López descansaba en su domicilio emplazado en las calles 69 entre 12 y 13, a pocas cuadras de la Jefatura Departamental La Plata y de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI), los dos centros policiales más importantes de la ciudad.

Cuatro ladrones armados, que al parecer llegaron en un vehículo, saltaron un tapial y ganaron el interior de la propiedad, que está pegada a la parroquia San Francisco de Asís (de hecho están conectadas internamente). Sería el principio de la pesadilla para el sacerdote.

Ladridos y cuatro hampones

“Jorge estaba durmiendo y sintió entonces que el perro que tiene comenzó a ladrar”, le detalló a Trama Urbana otro padre que da misa en la mencionada iglesia, y añadió: “Salió a ver qué ocurría y se encontró con cuatro hombres, que lo encañonaron”.

El siguiente paso de los hampones, para garantizarse el ilícito sin contratiempos, fue maniatar al damnificado. Lo hicieron y revolvieron toda la propiedad para alzarse con objetos de valor, no sin antes (y durante) golpear a López hasta dejarle heridas cortantes en el rostro.

Tras apoderarse de lo que consideraron de interés de la casa, fueron a la parroquia y de allí se adueñaron hasta de un cáliz, de escaso valor para ellos. Por último, agarraron las llaves del auto del cura y se lo llevaron también, junto a un arma de fuego que hallaron y que sería una reliquia familiar.

“Más allá de las cosas que se robaron, lo más grave fueron los golpes que recibió, porque lo otro es material”, aseguró su compañero, y en cuanto al dinero sustraído comentó que “no tenemos plata guardada, menos ahora que ni siquiera hay misas y no recibimos colecta alguna. Lo que tenía era lo que tienen todos para vivir”.

Trabajo pericial

Consumado el ilícito, la víctima radicó la correspondiente denuncia y agentes de la comisaría Novena, con jurisdicción en la zona, se hicieron presentes. Mientras que por órdenes del fiscal Juan Menucci, de la UFI 5 en turno, se hizo un relevamiento del área para encontrar cámaras de seguridad en las que haya podido quedar registrado el asalto, que fue caratulado como “robo doblemente agravado por el empleo de arma de fuego y por haber sido en poblado y en banda”.

Por su parte, peritos de la Policía Científica llevaron a cabo sus tareas de rigor en la escena del hecho.