Condenado a ocho años de prisión por asesinar a un detenido en la cárcel de Ezeiza

El hecho ocurrió en marzo del 2016. Diego Zalazar Vargas estaba terminando de cumplir una pena por otro delito cuando se enfrentó a otro detenido

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal n°1 de La Plata condenó a ocho años de prisión a Diego Zalazar Vargas al ser encontrado culpable de la muerte de Leandro Cariñanco, interno de la cárcel de Ezeiza en marzo del 2016.

Según la investigación, “el día 29 de marzo de 2016 en el Pabellón B, Módulo III del Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza, lugar en el que ambos internos se encontraban alojados, en el marco de un enfrentamiento cuerpo a cuerpo, valiéndose para ello de un elemento corto punzante con el cual le produjo a la víctima dos lesiones cortantes, una en el tórax y la otra en el miembro superior derecho, que le provocaron una hemorragia interna y externa que produjeron su deceso”.

En su declaración indagatoria, el acusado dijo que no midió las consecuencias de sus actos, y que “estaba muy metido en el régimen del servicio penitenciario”.

El sujeto remarcó: “La disputa fue una pelea y si no hubiera sido la víctima Cariñanco, hubiera sido él, porque el nombrado también lo lastimó y le dejó dos lesiones, y en ese caso, sería su familia la que hubiera estado sufriendo”.

Planchuela letal

Zalazar Vargas también recordó que, en la mencionada pelea, el otro recluso “le dio un puntazo en el brazo y otro en las costillas por lo que, tuvo que defenderse para que no lo termine matando”, señalando que eso se nota en el video. Insistió con que fue una “pelea mano a mano”.

En este contexto, el acusado refirió que mató a su contrincante con una planchuela, “que sacaban de las camas, que son fierros que están cortados y listos para ser usados en general, que cualquiera podría agarrarlos y utilizarlos como herramienta”, indicando que Leandro había agarrado una y él otra y se pusieron a pelear en el salón.

El interno contó que “las planchuelas están escondidas, no están a la vista de cualquiera porque el personal penitenciario de requisa las secuestra”.

En orden a ello, señaló que esa semana no había habido requisa y que todas las semanas cortaban una nueva. Que por lo general los martes requisaban el pabellón, entonces a la noche o al otro día ya cortaban las planchuelas y así, las tenían hasta el otro martes que volvía la requisa.

También comentó: “El problema desencadenante de la discusión fue una pelea en la hora de campo, fue una discusión fuerte sobre la familia, en la que ambos se faltaron el respeto y terminaron lastimándose los dos, pero que a él fue la mano, que solo quería lastimarlo como Cariñanco lo había lastimado a él”.

Zalazar Vargas se encontraba en el penal, terminando de cumplir una pena por otro delito. Por esta razón, los jueces Nelson Javier Jarazo y José Antonio Michilini lo declararon reincidente y le impusieron una pena única de 12 años y seis meses de prisión.

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