Declaró el imputado de abusar a la joven venezolana en Balvanera y negó todo

El sospechoso declaró ante la jueza y, pese a la contundencia de las pruebas, aseguró que la relación fue consentida.

Irineo Humberto Garzón Martínez, el acusado de haber drogado y abusado sexualmente de una joven de 18 años en su local del barrio porteño de Balvanera, declaró hoy ante la Justicia y, pese a la contundencia de las pruebas en su contra, negó todo y afirmó que la relación fue consentida.

La ampliación de la declaración indagatoria fue a las 10 de hoy, a través de videoconferencia y ante la jueza Karina Mariana Zucconi y la fiscal Silvana Russi.

Allí el acusado negó que haya existido la violación y afirmó que la relación fue consentida.

La audiencia fue solicitada por la defensa del propio imputado y ésta será la primera vez que Garzón Martínez dé una versión de lo sucedido, ya que en su primera indagatoria, se había negado a declarar.

La jueza de la causa, Karina Mariana Zucconi fue denunciada por mal desempeño luego de ordenar liberar al sospechoso del hecho.

En este sentido el abogado de la víctima, Pablo Baqué aseguró en rueda de prensa "hoy la jueza tiene una oportunidad, sea cual fuere el resultado, si sostiene la libertad será un escándalo y si resuelve la detención también va a ser complicado porque no sabemos donde está alojado".

(Familiares de la víctima reclaman justicia en tribunales)

Además se refirió al domicilio del acusado y aseguró "en el expediente figura el domicilio del local pero esta cerrado y la hermana dijo que él no vive con ella".

La madre de la denunciante envió a la prensa un mensaje, convocando a una vigilia en el Palacio de Tribunales y donde pide justicia.

“Vamos a Tribunales a pedir justicia porque hoy declara el violador. Señora jueza, escuche a las víctimas, escuche a la Argentina y a todos los países que se han unido en esta lucha de justicia. Hoy es por mi hija que pudo hablar, y por tantas otras que tuvieron miedo”, afirmó la madre de la joven venezolana.

Garzón Martínez fue procesado por la jueza Zucconi por "abuso sexual agravado con acceso carnal", pero mantuvo la libertad del imputado porque, según su criterio, no existían razones que permitieran presumir de manera fundada que va a intentar eludir la acción de la justicia o entorpecer la investigación.

Además, la jueza consideró que el hecho de que no tuviera antecedentes penales y se hubiera identificado de manera correcta conformaba un escenario propicio para mantener su libertad, fijándole algunas reglas de conducta.

Dos fiscales, Silvana Russi, a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 41, y Mariela Labozzetta, titular de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM), apelaron el fallo.

“La revocación de su libertad es el único medio útil para asegurar los fines del proceso, la integridad de la víctima y el cumplimiento de los compromisos del Estado argentino en el ámbito del derecho internacional de los derechos humanos de las mujeres”, resaltaron en el escrito de la apelación.

El hecho se registró el pasado 23 de enero, cerca de las 14, cuando la denunciante fue citada para realizar una entrevista laboral que había coordinado días antes por la red social Facebook.

Aparentemente, el acusado le pidió cenar el viernes para así "poder hablar sobre el trabajo", propuesta que fue rechazada por la joven, quien finalmente arregló presentarse el sábado por la mañana en el mencionado local de la calle Paso.

Según el relato de la denunciante, durante la jornada de trabajo, el acusado le ofreció varias veces una bebida hasta que finalmente la chica aceptó tomar un vaso de agua.

De acuerdo con su relato ante los investigadores, tras beber el agua comenzó a sentirse mareada, por lo que le envió un mensaje a su hermana explicándole la situación.

"Creo que el dueño de donde trabajo me drogó porque me siento mareada", expresó la joven en el mensaje que le envió a través de WhatsApp y agregó la dirección en donde se encontraba.

Cuando la policía ingresó al local, encontró a la joven en el fondo del comercio y el acusado estaba vistiéndola y poniéndole los pantalones.

La joven venezolana víctima de abuso sexual, cuya identidad se preserva, dijo en una nota con la TV venezolana estar agradecida con Dios por no acordarse de "nada" de lo sucedido, ya que "no hubiera soportado" recordar el hecho, y cuestionó que el agresor permanezca en libertad mientras ella está "sufriendo".