“Discutimos y la maté”, dijo el acusado de asesinar a su sobrina

Néstor Fabián Quintana, el tío de la joven encontrada muerta anteayer, fue llamado a declarar gracias a un aporte de los vecinos de la víctima. Finalmente, confesó ser el autor del homicidio 

El suboficial de Prefectura detenido por el crimen de Gabriela Villaroel en el barrio de Villa Lugano se autoincriminó por el asesinato cuando declaró en la comisaría y le dijo a la Policía que tenía una relación amorosa con su sobrina de 18 años y, por eso, estaba separado de su mujer, que era la tía materna de la víctima, informaron fuentes de la fuerza.

“Yo sé dónde está Gabriela: está muerta. Discutimos y la maté”, sentenció en las últimas horas Néstor Quintana (29), cuando declaró ante los detectives.

Según una fuente de la investigación, también les aseguró que tenía “una relación oculta” con su sobrina y que, incluso por ese motivo, en diciembre pasado se había separado de su esposa, que es una de las hermanas de la mamá de la adolescente.

También explicó que había alquilado la habitación de la calle Zelarrayán 5336 donde fue hallado el cadáver, porque en ese sitio tenía los encuentros clandestinos con la víctima.

Las pistas

Un jefe policial explicó que empezaron a investigar a Quintana a partir de un dato aportado por vecinos respecto a que había sospechas de que la chica y su tío tuvieran algún tipo de relación.

Por ese motivo, el sujeto fue llamado a declarar. Tuvo que enfrentar a los efectivos en tres oportunidades por sus constantes contradicciones e incongruencias.

“Cada vez que daba una explicación, metía la pata y terminó confesando el crimen y diciéndonos dónde estaba el cuerpo”, manifestó un vocero. 

Posiblemente ante la presión que ya había sobre él por sus contradicciones, se presentó espontáneamente en la Comisaría y pidió hablar directamente con el jefe de la dependencia, a quien le confesó el hecho y reveló dónde estaban los restos.

Los pesquisas señalaron que, en principio, la chica murió por asfixia mecánica y que no presentaba lesiones cortantes ni golpes y que tampoco se visualizaban signos de haber sufrido algún tipo de ataque sexual, aunque se esperaba el resultado final de la autopsia.

La desaparición

Villaroel había sido vista con vida por última vez el viernes pasado alrededor de las 18, cuando salió con su hermana rumbo a un cíber aunque, dos cuadras antes, dijo que iba a quedarse esperando a su novio de 20 años.

Sin embargo, el muchacho nunca se encontró con ella, por lo que llamó a la madre de Gabriela y, tras no lograr contactar con la joven, radicaron la denuncia en la Comisaría 48va, iniciándose así la búsqueda que finalizó de la peor manera.

Noticias Relacionadas