Escándalo en la comisaría de Tolosa: menor denunció que amenazaron con picanearlo

Lo acusan de un robo junto a cuatro cómplices. Declaró que, para obligarlo a hablar, le ponían una picana en la nuca. Desplazaron a un agente del Comando de Patrullas.

En lo que podría convertirse en un verdadero escándalo policial por las implicancias del tema, un menor de 17 años denunció haber sido torturado con una picana eléctrica por al menos un numerario del Comando de Patrullas La Plata (CP) dentro de la comisaría Sexta, a la que llegó por una serie de delitos la noche
del viernes, informaron ayer fuentes oficiales.

La captura del adolescente fue contada en exclusiva por este diario en su edición del lunes, en donde se publicó que junto a otros cuatro cómplices asaltaron a una mujer de 29 años, cuando llegaba a la casa de sus padres, en 9 y 494, de Gonnet. Allí la amenazaron con armas de fuego antes de que pudiera descender del Ford Fiesta en el que iba, le sacaron $5.000, el celular y el auto, con el que escaparon.

El joven, al otro día y solo, se acercó hasta 120 y 522 y empezó a disparar contra un vehículo abandonado. Los estruendos alertaron a los vecinos y se acercaron uniformados del CP. Le dieron la voz de alto, el chico disparó otra vez al coche y escapó a las corridas.

En la huida arrojó la pistola a un terreno y culminó arrestado y trasladado a la comisaría Sexta. Ahí se descubrió que entre sus ropas guardaba una llave de auto con la palabra Ford, y un rodado de esa marca fue hallado en 118 y 524. Las llaves coincidían, y el coche pertenecía a la joven de Gonnet. Ante eso, quedó imputado por “portación de arma de guerra y encubrimiento”, mientras que la pistola que manipulaba fue encontrada y se estableció que era una Taurus que pertenece a las fuerzas de seguridad.

Responsabilidades
Ya arrestado, fue conducido a un cuarto y, de acuerdo a su versión, ahí comenzó su pesadilla. Relató que fue amenazado y hostigado por los policías que lo interrogaban para que revelara quiénes eran sus cómplices y dónde estaba el botín robado. Para hacerlo hablar, uno de ellos extrajo una picana, con la que “lo torturaron psicológicamente”. Le hacían preguntas, lo apuraban para que las respondiera y entonces activaban el elemento eléctrico, colocándoselo a la altura de la nuca.

Parte del interrogatorio fue grabado, y en la filmación, que ya figura en el expediente, se ve que el menor es amedrentado por ese artilugio.

Radicada la denuncia, se inició una investigación en la UFI 3
por “apremios ilegales”, mientras que también intervino Casos Especiales y la Auditoría General de Asuntos Internos de la Policía bonaerense (AGAI).

Ayer se llevó a cabo una inspección ocular en la dependencia y se obtuvieron registros fotográficos, y ahora se trata de determinar si el joven fue efectivamente picaneado o si lo amenazaron con hacerlo pero la acción no llegó a concretarse.

Sin embargo, en ese sentido, la Comisión Provincial por la Memoria, en calidad de “mecanismo local de prevención de la tortura”, presentó una denuncia penal. Relataron que recién en la tarde del sábado los policías lo llevaron a reconocimiento médico y que durante el traslado en el patrullero siguieron aplicándole descargas con la picana.

Por lo que Trama Urbana pudo averiguar, “es un tema muy delicado, y AGAI va a ir a fondo para determinar la responsabilidad del autor de la tortura psicológica con la picana”.

En ese punto, se supo que se apartó e imputó a un miembro del CP y se sumarió al resto de los que estaban con él, entre ellos “el jefe de turno de la comisaría”.

En cuanto al titular de la dependencia, se informó que es ajeno al asunto, ya que en ese momento es­taba en su domicilio, “y no se enteró de nada sino hasta la tarde del lunes. Cuando él no está, siempre queda el jefe de turno”, explicaron.