Tolosa

Hondo pesar tras el crimen del joven que defendió a su hermana de su expareja en Tolosa

Sus familiares se volcaron a las redes sociales para despedirlo. Si bien la Policía habló de una pelea entre la víctima y el victimario, este en realidad lo ultimó “sin decir una palabra”.

A tres días del brutal suceso, perdura la conmoción por el despiadado ­asesinato de Jonathan Baiza, el joven de 31 años que defendió a su hermana del ataque de la expareja en el barrio El Mercadito de Tolosa y terminó con un puntazo en el corazón.

“Me quedo con lo mejor que me diste. Buenos y hermosos momentos juntos. Te amo, te voy a extrañar toda la vida. Gracias por compartir tus locuras conmigo, y siempre con una sonrisa. Se fue una parte de mí pero me quedan muchísimos recuerdos de las cosas que pasamos juntos. Nos vamos a volver a ver, de eso estoy seguro”, lo despidió a través de las redes sociales un primo suyo. Mientras, otros parientes fueron por el mismo camino y dejaron sentidos mensajes por ese medio.

El instructor de boxeo recreativo para personas de ambos sexos y todas las edades, que daba clases en su casa y tenía como meta sacar a los chicos de la calle se enfrentó a Juan Manuel Barros (25) cuando este se dirigió la noche del domingo al domicilio de Milagros, su expareja, en 522 y 122. Empezó a destrozar las ventanas y la madre de Baiza se comunicó con él, que acababa de llegar de la obra en construcción en Ensenada en la que estaba trabajando.

Nunca se metió en la relación entre su hermana y su ex, que iban y venían, pero esta vez decidió intervenir ante la gravedad del asunto y atravesó las cinco cuadras que separan su inmueble del de Milagros a las corridas. Si bien fuentes policiales dijeron que “se trenzaron en una lucha”, Analía, la mujer de la víctima fatal, lo desmintió y aseguró que a su esposo lo atacaron “sin decir una palabra”. Recibió un lesión punzocortante en el lado izquierdo del pecho y para cuando llegó al hospital Gutiérrez, en el auto de un vecino, ya estaba muerto. Dejó tres pequeños hijos, de uno, seis y 11 años.

Agresiones previas
Si bien hasta el momento no se conocieron denuncias de violencia de género entre Barros y Milagros, Analía relató que él sí había golpeado, tanto a ella “como a su madre”. Voceros consultados por Trama Urbana indicaron que el asesino “reaccionaba así cada vez que se separaban, y como él vive cerca de la casa de ella, la hostigaba”.

La madre del criminal, alejándose de la conducta de su hijo, se puso a disposición de la familia del fallecido “y pagó el velatorio, nos ayudó un montón”, finalizó la joven.
Mientras tanto, Barros afronta cargos por el delito de “homicidio”, con penas que van de los ocho a los 25 años de prisión.

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