Intentó robarle a un policía y terminó muerto
Se trata de un joven de 23 años, quien pretendió asaltar al agente junto a dos cómplices. Uno de ellos fue baleado y el otro logró darse a la fuga
Un delincuente de 23 años fue abatido por un agente policial al que quiso asaltar durante la madrugada de ayer, mientras que un cómplice logró darse a la fuga y un tercero fue capturado, informaron fuentes oficiales.
Poco antes de las 6, un numerario de la comisaría Cuarta de Quilmes salió de la casa de un amigo, ubicada en las calles Formosa y Victorica, de la mencionada localidad, cuando fue sorprendido por tres ladrones armados, a bordo de un Volkswagen Fox. Dos de ellos descendieron, lo amenazaron con las pistolas y le exigieron el coche a la víctima, de 31 años, quien se presentó como policía y dio la voz de alto. Los cacos lo apuntaron y le dispararon, iniciándose un tiroteo que culminó con la huida de los
malvivientes.
El damnificado, sin embargo, fue tras ellos y se detuvo en la esquina de 338 y Rodolfo López, ante la abrupta frenada del Fox, que tenía sus puertas abiertas. Al observar hacia el interior, vio el cuerpo sin vida de un masculino de 23 años y un revólver. A los pocos metros, logró la aprehensión de un joven de 19, quien también había resultado baleado. Sin embargo, sus lesiones en las piernas no revestían de gravedad. En tanto, el tercer implicado logró darse a la fuga y hasta el cierre de esta edición no había sido localizado.
Allanamientos
Acerca del tercer miembro de la banda, se supo que era un chico de 18 años y, tras la identificación, se llevaron a cabo dos allanamientos de urgencia en dos casas de Quilmes, aunque no lo encontraron.
Mientras tanto, Gendarmería Nacional Argentina realizó los peritajes correspondientes, ya que al estar involucrado un personal de la Bonaerense, esta fuerza no puede hacerlo. “Se hicieron relevamientos balísticos, fotográficos y de rastros”, comunicó un vocero, quien a la vez relató que tanto al fallecido como al detenido se les practicó la prueba del dermotest, para ver si tenían pólvora en sus manos y corroborar, así, que habían disparado.
Del lugar del hecho se incautó el coche de los imputados, que poseía un impacto de proyectil en el paragolpes trasero y otros dos en el lateral derecho. Adentro había un revólver .38 mm con seis cartuchos, cuatro con signos de percusión y dos intactos.
Además en el tambor había cuatro municiones del mismo calibre. También se secuestró el vehículo del policía y su arma reglamentaria, aunque él no quedó detenido. Por último, se halló en el sitio un par de ojotas, seis vainas servidas 9 milímetros y manchas de sangre.