"Mi Sangre" reclama que no lo extraditen: teme que lo maten

Henry de Jesús López Londoño, el jefe narco y ex paramilitar de Colombia apodado "Mi Sangre", quien fue capturado días atrás en la localidad bonaerense de Pilar, reclamará ante la Justicia que se rechace la extradición, ya que tiene "miedo" de que se "atente contra su vida".

Así lo manifestó esta mañana Carlos Olita, abogado de Londoño, quien fue trasladado a los tribunales federales de Comodoro Py, de esta ciudad.

Londoño deberá declarar hoy ante el juez federal Sebastián Ramos, quien lleva adelante su juicio de extradición a Estados Unidos.

"El juez va a evaluar la situación de extradición, puntualmente consideramos que la va a rechazar", opinó el letrado en declaraciones periodísticas.

Olita aseveró que su cliente "quiere quedarse en la Argentina y que el juez rechace la extradición".

"La orden de detención fue a través de Estados Unidos y no tiene elementos necesarios para avalar la detención", remarcó el abogado.

Según Olita, "el miedo" que siente Londoño "está vinculado exclusivamente con la Policía colombiana", porque cuando él "fue desmovilizado de los grupos paramilitares en el proceso Verdad y Justicia, conoció muchas cosas de funcionarios actuales del Gobierno de Colombia".

Al ser consultado sobre las presuntas cuestiones que sabe Londoño, su abogado respondió: "Son hechos de suma importancia que pueden atentar contra su vida".
"Mi Sangre" fue detenido el pasado 30 de octubre cuando estaba cenando en un restaurante de Pilar, en la zona norte del Gran Buenos Aires.

Londoño, de 41 años, ingresó al país a fines de 2011 utilizando un pasaporte falsificado con su mujer e hijo, se desplazaba con custodia y vivía "saltando" de country en country o barrios de chacras para no ser detectado.

Desde Bogotá, se informó que "estaba catalogado como un narcotraficante de primer nivel con un pedido de extradición de Estados Unidos", que empezó realizando pequeñas labores en una organización que ejecutaba crímenes y extorsiones, y terminó como "financista" en el entramado de relaciones con diferentes grupos de narcotraficantes colombianos.

El capo narco fue uno de los lugartenientes del jefe paramilitar Diego Murillo, alias "Don Berna", quien fue extraditado a Estados Unidos junto a otros jefes en 2008.
Antes de pasar por Argentina, estuvo en Brasil, Venezuela, Panamá y Paraguay, y planeaba instalarse en Ecuador.

El jefe narco, que aquí simulaba ser un empresario venezolano, es investigado también para determinarse si está relacionado con los asesinatos de dos ciudadanos colombianos en el estacionamiento de un shopping en el Gran Buenos Aires, mientras se aguardan definiciones sobre su extradición a Colombia o a Estados Unidos, países que lo requieren.