Tras dos semanas de agonía, murió el hombre baleado en barrio Aeropuerto

Lo había atacado un joven de 21 años, que minutos después se suicidó con la misma arma. La víctima se mantuvo todo este tiempo en estado crítico. La causa cambió de carátula

Allegados de Sergio Maillo, el hombre de 37 años baleado en la cabeza durante la noche del 29 de diciembre en barrio Aeropuerto, confirmaron ayer su deceso, al igual que las autoridades policiales y judiciales con las que este medio estuvo en contacto. 

“Permanece en el shock room número 4 de terapia intensiva, asistido con respirador artificial e inconsciente. El único órgano que se halla en buen funcionamiento es el corazón y el deceso podría producirse hoy (por ayer). Sus familiares ya iniciaron los trámites para donar los órganos”, se desprendía del parte oficial, en horas del mediodía del viernes. Finalmente, luego se confirmó la peor noticia. 

De esta manera, la causa, tramitada por la UFI nº 3, se recaratuló a “homicidio agravado por el empleo de arma de fuego”, aunque en poco tiempo se podría archivar. ¿El motivo? Brian Gómez (21), el acusado de haberle disparado a Maillo, se pegó un tiro instantes después de eso, en la planta alta de la casa de un amigo, a metros de la escena del crimen inicial, perdiendo la vida prácticamente en el acto. 

“El origen de la disputa fue por una pelea de vieja data. Gómez lo fue a buscar, lo atacó de un balazo y después se mató él, al creer que su rival ya estaba muerto”, resumió un pesquisa. 

Sin embargo, el herido había sido trasladado rápidamente en un móvil del Comando de Patrullas La Plata al Policlínico San Martín, donde ingresó consciente y aseguró no saber quién lo agredió. Luego, fue intervenido quirúrgicamente en varias oportunidades. “Entró con un disparo detrás de la oreja, con orificio de entrada y salida”, puntualizó un detective, quien agregó: “En los catorce días que se mantuvo internado, nunca salió del estado crítico”.

Un hecho demencial 

Como este medio publicó oportunamente en su edición del 31 de diciembre, Maillo fue sorprendido por su victimario en 4 y 610, cerca de las 22. 

Por problemas territoriales que fueron creciendo en los últimos tiempos, extrajo un arma de fuego y le disparó, dejándolo malherido. A continuación, corrió unos pocos metros, fue a la casa de un amigo (quien es uno de los nietos de un referente gremial) ubicada frente a los monoblocks y se pegó un tiro en la boca, utilizando la misma arma, que posteriormente fue incautada para las pericias de rigor.  

Acerca del infortunado, se supo que tenía una hija de 15 años, y que había vivido siempre a tres cuadras de donde lo asesinaron.

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