Una jubilada desmayada y una entradera de cinco millones de pesos
Un nuevo robo en una casa de City Bell hizo estallar a los vecinos contra la Policía. Las víctimas vivieron una tortura y perdieron todos sus ahorros.
Una nueva entradera, millonaria y tan salvaje que una jubilada terminó desmayada y su marido maniatado, volvió a enfurecer a los vecinos de City Bell, que ya no saben qué hacer para obtener un poco de paz y tranquilidad en una localidad atestada de hechos delictivos y de una despiadada impunidad, ya que los delincuentes siempre se salen con las suyas y no son arrestados. Ante esto, los lugareños se preguntaron una vez más si la zona no está liberada y si los policías no trabajan en connivencia con los hampones.
Fuentes oficiales le contaron ayer a Trama Urbana que el gravísimo suceso se materializó alrededor de las 11 de la mañana en una vivienda emplazada en las calles 24 entre 474 y 475, en momentos en que en el interior se hallaba un hombre de 77 años y su esposa, ambos en la cocina.
Entonces irrumpieron dos ladrones, los dos vestidos con ropas deportivas y uno de ellos con el rostro cubierto, quienes forzaron sin que ellos lo notaran la puerta que da al patio ubicado en el fondo de la propiedad. De inmediato uno de los cacos le apuntó a la cara al dueño del lugar con un “arma de fuego tipo revólver”, explicó un vocero consultado por este diario, para decirle a continuación tanto a él como a su esposa que “no gritaran ni se alteraran, ya que iba a pasarles nada si no se resistían”.
Amordazada y maniatados
La mujer, profundamente asustada y conmocionada, no pudo cumplir con la exigencia y efectuó un grito, motivo por el cual los intrusos le taparon la boca con una cinta de embalar. Luego fueron por más y los ataron tanto de pies como de manos, con precintos que habían llevado al lugar. Con la escena completamente dominada, empezaron a pedirles el dinero que allí había y, lejos de resistirse, las víctimas accedieron y entregaron sus ahorros. Así, les dieron nada menos que cinco mil dólares y 2.500 euros (más de cinco millones y medio de pesos al cambio actual).
Sin embargo, los malhechores no se dieron por satisfechos y comenzaron a recorrer cada centímetro del inmueble, con el fin de apoderarse de diferentes elementos que consideraron de valor. Fue así que se alzaron también con tres celulares (dos de ellos iPhone); tres laptops; una bicicleta marca Vairo modelo XR, rodado 26; dos computadoras portátiles, un televisor 50 pulgadas e, insólitamente, una campera, un calentador de agua digital, un extractor de jugos y una yogurtera.
Fuga en un 208
En medio de la búsqueda, la mujer, aterrada, se desmayó y los delincuentes, lejos de asistirla, la dejaron en esa condición, mientras continuaban revisando los ambientes. Finalmente cargaron todo el botín al auto en el que llegaron (un Peugeot 208 cinco puertas, de color azul y patente AF439OV) y huyeron sin perder tiempo con rumbo desconocido.
Diez minutos después, el jubilado logró desatarse y lo primero que hizo fue auxiliar a su esposa, para después informar lo sucedido. Agentes de la comisaría Décima se hicieron presentes pero no pudieron dar con los implicados, lo que molestó a los vecinos: “No los quieren encontrar, porque trabajan para ellos. En City Bell hay entraderas todos los días y ningún detenido”, denunciaron.