Estudiantes, ante el desafío de no volver a errar el camino en el mercado
La terminación del estadio de Estudiantes invalida la proyección de un mercado de pases ambicioso como hasta ahora venía ocurriendo en los últimos tres años. A excepción de junio/julio del 2015, desde que Agustín Alayes se puso al frente del fútbol profesional, el club no paró de invertir dinero en jugadores que en muchos casos pasaron sin ton ni son, como Maximiliano Oliva, Rafael Delgado, Juan Olivera, Alessio Inocenti, Kevin Rondon o Ernesto Goñi. Concretamente, el actual secretario técnico transita el cuarto año al frente del fútbol profesional y su trabajo abarcó las gestiones de Enrique Lombardi primero y Sebastián Verón después.
El 1 de enero del 2013, el Flaco se hizo cargo de coordinar y administrar las decisiones en el área de fútbol, y desde esa fecha llegaron 35 jugadores como refuerzos. Estudiantes, que con Cagna había empezado a engrosar el promedio, nunca pudo consolidarse como un equipo temible a lo largo de los tres años, y ni siquiera con el subcampeonato obtenido con Pellegrino pudo terminar amortizando el gasto de tantos refuerzos que no se terminaron de consolidar.
Además de los casos de Inocenti y Rendón, en 2013 el Pincha sumó otros siete jugadores de los cuales solo Damonte forma parte del actual plantel profesional. Ernesto Goñi, Jorge Luna, Franco Jara, Santiago Vergini, Patricio Rodríguez y Matías Aguirregaray nunca llegaron a explotar como se esperaba. Un mercado muy caro que no le terminó resultado y terminó siendo una primera mala experiencia para la gestión de Alayes.
Casi aprendiendo la lección, en enero del 2014 sólo vino Juan Manuel Palote Olivera a cambio de 1 millón de dólares. Pero tampoco resultó: a los seis meses rescindió su contrato y el club terminó perdiendo plata. En junio de ese año, con la excusa de volver al plano internacional con la Copa Sudamericana, Alayes impulsó las contrataciones de Sebastián Prediger, Matías Orihuela, Maximiliano Oliva, Ezequiel Cerutti, Diego Vera e Hilario Navarro. De todos ellos solo pudo recuperar lo invertido por Vera y Cerutti, y con el resto terminó perdiendo.
Ya en la gestión de Verón se incrementaron los préstamos para bajar los costos, pero de todas maneras se sumó en gran número en los veranos del 2015 y del 2016 cuando llegaron en total 16 jugadores de los cuales muchos todavía están en actividad dentro del plantel. Ahora, en la antesala nuevas negociaciones, la gestión de Agustín Alayes al frente de la secretaría de fútbol está obligada a no volver a fallar y contratar lo justo y necesario para evitar que el club siga incrementando el pasivo cada vez que se abre el libro para sum