Elecciones a la Constituyente: jornada caótica con varios muertos

En un marco de gran tensión, luego de los comicios que tienen por objetivo reformar la Carta Magna, el oficialismo asegura que más del 41% del padrón votó y le atribuye legalidad y legitimidad al procedimiento. Desde la oposición, manifiestan que sólo el 12% de la población participó y denuncian que la represión del gobierno se cobró 16 vidas

En un contexto protagonizado por protestas y represión en las calles, se desarrollaron ayer en Venezuela las elecciones para elegir los representantes para la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, calificó como de “gran tranquilidad” y “gran normalidad” la jornada.

Sin embargo, fueron confirmadas al menos siete muertes, además de múltiples disturbios durante todo el fin de semana. En tanto, desde la oposición denunciaron que son 16 los fallecidos.

Las versiones fuertemente contrapuestas evidencian la insalvable brecha que existe en la sociedad venezolana.

Fuerzas de la Guardia Nacional fueron desplegadas por distintas partes del país y en los principales puntos de Caracas, donde la oposición había convocado a manifestarse, por lo que la presencia de los militares venezolanos desencadenó múltiples hechos de violencia.

La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) utilizó como medida de protesta una convocatoria para lograr una gran concentración en la capital del país y “trancazos” en el interior contra la elección que, según consideran, será un traje a la medida del presidente, Nicolás Maduro, para perpetuarse en el poder.

Sobre el cierre de la jornada electoral, el mandatario venezolano envió un mensaje vía Twitter en el que llamó a la población a seguir concurriendo a los centros de votación. 

Además, aseguró que no le importaba la opinión de la oposición ni de la comunidad internacional.

El jefe de Estado grabó un video en el que además afirmó: “Ha sido y es una jornada exitosa, de gran participación popular”, mientras que, pasadas las 18 (hora local) el CNE anunció que extendía una hora más la votación por la “alta afluencia” de electores.

Pese a las afirmaciones de Maduro y el mensaje del Consejo, los reportes de la oposición señalaron un muy bajo nivel de asistencia. El gobernador del Estado de Miranda y excandidato presidencial, Henrique Capriles, sostuvo que, independientemente del número de votantes que hayan concurrido, el gobierno central afirmará que asistieron a las urnas entre ocho y diez millones de ciudadanos. Efectivamente así fue, dado que desde el oficialismo aseguran que han participado más de ocho millones de venezolanos.

Dudas en torno a la cifra de los decesos

El Ministerio Público (MP) de Venezuela confirmó que siete personas murieron de manera violenta ayer. De este modo, se elevó a 118 el cómputo oficial de fallecidos en el contexto de las protestas callejeras que se realizan casi a diario en el país desde inicios de abril.

Por su parte, la oposición denunció que las fuerzas chavistas reprimieron severamente a los manifestantes que salieron a las calles para rechazar la ANC impulsada por Maduro. Además, agregaron que desde el sábado por la noche ya se registraron dieciséis muertos, según la cifra aportada por sectores opositores.

Entre las víctimas, se encuentra José Félix Pineda, quien era candidato a integrar la Asamblea Constituyente. Murió cuando dos personas lo balearon mientras se encontraba en su casa. 

Leopoldo López denunció “represión brutal” por parte del Estado

El dirigente político opositor Leopoldo López, detenido en su casa, donde cumple una condena de catorce años de prisión, denunció ayer una “represión brutal” por parte del Estado contra los venezolanos que protestaban por la imposición de la Constituyente y pidió al mundo que desconozca los resultados de los comicios.

“Alertamos a la comunidad internacional la represión brutal y el asesinato de venezolanos en protestas pacíficas en rechazo a la Constituyente”, escribió en Twitter.

“Hago un llamado a los demócratas del mundo: lo que corresponde es desconocer esta Asamblea Nacional Constituyente fraudulenta, como ya lo ha hecho el pueblo venezolano”, afirmó López.

Rechazo en distintas partes del mundo

En Buenos Aires, un grupo convocado por las organizaciones Sin Mordaza, SOS Venezuela, Venezuela Global, Voluntad Popular y Venezuela es Una, entre otras, se juntó en las escaleras de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires con banderas y carteles, expresando su rechazo a la convocatoria impulsada por el presidente venezolano.

Manifestaciones de similares características se registraron también en Miami, Madrid, Bogotá y Santiago de Chile, entre otros puntos.

El Gobierno argentino no reconocerá los resultados

El Gobierno nacional informó ayer que no reconocerá los resultados de la elección para una Asamblea Constituyente en Venezuela que calificó como ilegal, debido a que no cumple con los requisitos constitucionales.

“La elección de hoy (por ayer) no respeta la voluntad de más de siete millones de ciudadanos venezolanos que se pronunciaron en contra de su realización. La Argentina no reconocerá los resultados de esa elección ilegal”, expresaron en un comunicado desde la Cancillería argentina.

Asimismo, consideraron “necesario un proceso de diálogo de todos los venezolanos -gobierno y oposición- en libertad y sin restricciones, que permita restablecer el orden democrático, con la vigencia de las instituciones sobre las que se sustenta, incluyendo el llamado a elecciones”.

Por último, el Gobierno argentino señaló que lamentaba que el Poder Ejecutivo de Venezuela, “desoyendo los llamados de la comunidad internacional, incluyendo el de los países del Mercosur, prosiguiera con la elección a una Asamblea Constituyente que no cumple con los requisitos impuestos por la propia Constitución de ese país".

Por su parte, el gobierno de Brasil instó a las autoridades venezolanas a suspender la instalación de la Asamblea Constituyente y pidió un “canal efectivo de entendimiento y diálogo” con la sociedad venezolana. 

En tanto, Estados Unidos, España, México, Perú, Panamá y Colombia adoptaron la misma decisión que la Argentina.