Fenómeno OVNI en Argentina: creer o reventar
En La Plata se registró el primer avistaje en el país de un objeto volador extraño. En Tolosa hubo un episodio intrigante y emblemático. Una historia envuelta por el misterio y la fascinación
El 24 de junio 1947, un piloto estadounidense dijo que se topó con nueve elementos brillantes en el aire, en forma de plato. Desde entonces, se oficializó el término “OVNI” (Objeto Volador No Identificado) y se comenzó a registrar los distintos episodios similares e inexplicables que iban ocurriendo alrededor del mundo.
En el país se cuentan casi 1500 casos, evaluados según un complejo método de calificación que mide la confiabilidad de los datos. Y nuestra ciudad no es ajena al fenómeno, que se convirtió en una pasión para muchos: se formó hace un año el Centro de Estudios de Fenómenos Aeroespaciales. De este foro participa Carlos Ferguson, que con casi 40 años de trayectoria en el tema, es director de la Red Argentina de Ovniología.
La Plata, pionera
“El primer caso oficial registrado en Argentina ocurrió en La Plata” contó Ferguson a Hoy. Fue en julio de 1947, poco después de que naciera el boom de los platillos voladores en Norteamérica. “Fue un simple avistaje. Pero al otro día, ya se produce otro caso en Mar del Plata” agregó el especialista.
Más adelante se registraron denuncias en City Bell y la ciudad. No obstante, fue el episodio de Tolosa uno de los más emblemáticos. “Ocurrió el 26 de noviembre del ’74, a las 10 de la noche. Una familia tuvo alteraciones en el televisor, y escucharon un zumbido. Cuando salen al exterior de la vivienda, observan que del jardín de la casa de al lado, se levanta un OVNI, a una velocidad media, para después salir disparado. Al otro día, encuentran marcas y quemaduras en el terreno, y pájaros muertos. “Impresiona porque hay un objeto que prácticamente toca suelo en una zona muy poblada, y los testigos fueron varios: se entrevistaron a todos. La casa todavía está”.
Argentina, extraterrestre
A nivel nacional hubo 1470 denuncias sobre OVNIs desde 1947, de las cuales unas 150 cumplen con un alto puntaje de confiabilidad. “Generalmente hay un 80% de confusión con fenómenos meteorológicos”dice Ferguson. Pero en el 20% restante, los datos empiezan a ser intrigantes. “De este total, la gran mayoría son avistajes a gran altura, que no tienen tanto peso. Pero hay un 15% de eventos que dejaron efectos físicos, lo que hace que el caso sea interesante” . En este caso, se cuentan marcas en el suelo o problemas eléctricos, además de fotografías o registros de radar, entre otros. Le sigue un pequeño porcentaje de “encuentros cercanos del 3° tipo”, donde los testigos llegan a ver alguna figura humanoide, y pocas veces hay “abducciones”, menos confiables por ser, generalmente, testimonio de una sola persona.
En Argentina, sobran los ejemplos. Pero un caso que impactó al investigador, es el de la zona de Tres Arroyos en 2007. Todo empezó cuando dos móviles policiales son alertados por vecinos de la localidad de Irene: habían visto un objeto extraño. Cuando llega el primer patrullero, los efectivos se topan con un Ovni. Y como si fuera poco, uno de los policías (de apellido Bracamonte, de 60 años) vio una figura humanoide. “Los patrulleros quedan detenidos, y los efectivos tuvieron efectos físicos” relata Ferguson. De hecho, Bracamonte se quejó de haber recibido poca atención psicológica después de tremenda vivencia.
Pilotos y Ovnis
Tenemos 51 casos de encuentros entre pilotos y Ovnis. Así lo afirma el especialista, que acaba de editar su investigación “Pilotos y Ovnis en Argentina”. De estos episodios, el de Bariloche (el 31 julio del ‘95) es uno de los más inquietantes.
“Es un caso de los mejores” dice Ferguson, ya que se vio desde ángulos diferentes y con 24 observadores desde la torre de control, desde el avión de Aerolíneas Argentinas y desde un avión de gendarmería.
El piloto describió al Ovni como una nave metálica de 30 m de diámetro, que se colocó a 40 m del avión en el descenso. Paralelamente, se produjo un apagón en todo Bariloche. “El piloto Jorge Polanco mantuvo una frialdad fuera de lo común” y logró salir de la situación. El objeto gira, acelera, y se va. “Ven que hace un ángulo recto, y desaparece. No existe ninguna aeronave humana que pueda hacer este tipo de maniobras” dice Ferguson.
Fenómenos como estos sorprenden. Y si alguien de otro planeta quiere contactarse ¿por qué no lo hace de manera más directa? “Nadie puede afirmar que un ovni viene de tal o cual lado. Lo que si está claro, es que las observaciones de los pilotos, desde los ‘50 ratifican lo que decimos los testigos comunes. El gran desafío es desentrañar de una vez por todas qué es esto, a qué viene y cuáles son sus intenciones”.